"When I'm with you, hell feels like heaven"
Sobrevivir a un apocalipsis ya es difícil sin tener que preocuparse de romances adolescentes, pero, ¡oh sorpresa! Ariadne Jones se enamoró de Carl Grimes.
Ahora tiene que sobrevivir el fin del mundo y al b...
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—¡ARI!—GRITÓ GLENN—¡Ven!
Corrí hacia la voz de Glenn. Todos estaban en la celda de Hershel, rodeando al mayor.
Maggie, Nick, y Beth estaban llorando, apoyados en la cama de su papá mientras le agarraban fuertemente la mano. Por un momento, se me aceleró el corazón. Pensé que algo le había pasado a Hershel. Sin embargo, segundos después ví las sonrisas en los rostros de los demás.
Hershel había despertado.
Abracé a la persona más cercana a mí, siendo esta Rick, quien acababa de regresar junto a mis papás, Daryl, y T-Dog. El mayor de los Grimes se sobresaltó y tensó su cuerpo por un segundo, pero al darse cuenta de quien era, se relajó y apoyó una mano en mi cabeza, despeinando mi cabello mientras sonreía. Me alejé unos segundos después y observé a la familia Greene reunirse.
Mi papá se acercó y pasó su brazo por mi hombro, dándome un beso en la frente. —Hoy ha sido un buen día—sonrió e imité su acción.
—Dejémoslos solos un rato—Dijo Daniela mientras se alejaba. La seguí y dejé a los Greene juntos. La sonrisa de mi hermana se desvaneció al ver a Glenn acercarse a nosotras, bajó la cabeza y se fue rápidamente antes de que el coreano llegara.
—¿Que le sucede?—preguntó una vez llegó al lado mío.
—Todavía no te supera—solté sin pensar. El coreano se ruborizó, aunque, debido a su mirada; era seguro asumir que sus mejillas no estaban rojas por amor, sino por vergüenza. —Disculpa. No quise ser tan directa—bajé la cabeza.
Glenn asintió y colocó su mano en mi hombro—No te preocupes. Solo...cuídala, ¿si?—Miró a Maggie—Yo tengo a alguien, pero ella está...está sola—tartamudeó, pero lo cubrió con una sonrisa.
—Lo haré.
—Tu también cuídate. Últimamente he estado muy ocupado como para protegerte. O si quiera hablar—dijo.
Glenn había estado ocupado arriesgando su vida estos últimos días. Además, a diferencia de mis padres, los momentos que no se los pasaba sobreviviendo; tenía que pasarlos cuidando a Hershel y a Maggie. Tenía un gran corazón, uno que en contra de mi voluntad, tenía que compartir con todos los demás.
Me lancé a abrazarlo y este me levantó, riendo. —Extrañaba tus abrazos.
—Lo siento. Ahora los tendrás que compartirlos con Maggie—le saqué la lengua.
—Si es que te deja abrazarla—Me devolvió el gesto y me bajó—Creo que alguien te espera—señaló con la cabeza atrás mío, hacia Carl.
Me despedí rápidamente y corrí hacia el ojiazul. Ninguno de los dos había hablado de nuestra última interacción, así que era seguro asumir que se había olvidado. Y si no era así, pues significaba que él no quería hablar sobre el tema, al igual que yo. De cualquier manera, no tenía ninguna intención de mencionarlo.
