Es todo un príncipe que se perdio en lo profundo del bosque
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Una salpicadura de agua, se esfumo tan rápido como llegó. Se hizo uno con el frío pavimento e inmediatamente se congeló como un futuro cubo de hielo dentro del refrigerador.
La noche lo acompañaba y la luz de la luna era la lámpara de sus recuerdos. Llevaba exactamente 3 semanas vagando por la cuidad, sin saber muy bien que hacer. Todo lo que giraba a su entorno está bien, funcionaba como tenía que hacer, pero el único engranaje que no se movía de la gran máquina a la que representaba sus planes era él.
Fyodor no estaba haciendo nada, en ninguno de esos días movió las piezas para que la máquina trabajara. La dejó así, apagada y dejando que se oxide sin importarle mucho realmente. Incluso no regreso a su base ni mucho menos a descansar, no durmió ni un minuto desde ese día.
El USB todavía estába en sus manos, en la misma posición en que lo dejó ______. No sabía nada de ella y eso lo estaba consumiendo de apoco pero con paso seguro.
Se sostuvo de las paredes como lo haría un alcohólico, su cuerpo ya no le daba fuerzas para continuar su caminar, o más bien; era su mente quien le negaba hacerlo, necesitaba con urgencia replantearse sus sentimientos y metas. Callo al suelo como lo haría un payaso para hacer reír a los demás en una fiesta, se cubrió como pudo el rostro; no sirvió de mucho pues al final se abrió la piel de la barbilla.
Olfateo como perro el piso, había particularmente un olor desagradable que le acaparó la atención. Al voltear se dio cuenta como un grupo de ratas se tragaba el cadáver de un gato, las miro con detenimiento y parecían no darle importancia a lo que hacían.
Le agradaban las ratas, esos animales eran pequeños como una goma pero funcionaban mucho más que solo para borrar. Si estaban en el campo su cuerpo era usado para darle fuerza a animales carnívoros e incluso las madrigueras que hacían ayudan a que el aire entre con rapidez a las raices de las plantas, si estaban en una ciudad eran control de desperdicios alimenticios evitando así la contaminación del aire. No tienen la fuerza para dañar a un superior.
¿Entonces por qué los humanos le tienen miedo?, ¿no se supone que son los más fuertes en la cadena alimenticia?
<<Son tan patéticos, huyen de un animal que ni siquiera le importa su existencia. Le temen a las enfermedades que les podría transmitir una de sus mordidas pero no le temen a las enfermedades que les da comer el cadáver de un animal frito>>.
