ꕥ27ꕥ

330 19 7
                                        

╔════════════════════╗

¿Quién te dijo que era una
persona de mente limpia?

╚════════════════════╝



•••

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






El calor sofocante de la habitación producto de las múltiples computadoras y aparatos electrónicos dirigidos posiblemente al hackeó, hacían aumentar el estrés rígido en el organismo completo de Fyodor, quien no prestó atención en nada más que el brillo fuerte de las pantallas.

Estaba haciendo los últimos preparativos antes de que finalizará su primera intervención con el líder de Guild, dónde arrancaría con la sutileza de un aire húmedo anunciando la lluvia en la tarde, que desembocaría en una tormenta de rayos arrasando con todo a su paso y finalmente conseguiría poner el mundo a sus pies, dónde siempre han tenido que pertenecer.

La idea lo llenaba de intriga, por ver qué pasaría y cuáles serían los movimientos, tanto de la mafia; como de la agencia.

Para la llegada de Moby-Dick quedaba alrededor de dos semanas, por lo que posiblemente su estrés fuera producto de otra cosa que había ignorado en su organismo.

____________ había permanecido en lejanía de su persona exactamente la misma cantidad de tiempo que el llevaba ahí, día y medio, aunque no lo admitiera en voz alta, le hacía falta su presencia, de poder deleitarse de esa aterciopelada piel y gozar de su meticulosa boca. La idea de tenerla cerca y a su fiel disposición no le quitaba la tensión en el cuerpo, solo la alimentaba.

Cruzo las piernas y su mirada violeta contempló con viveza su entorno, demasiado simple para alguien como él. Deseaba aunque fuera un miserable sonido de su respiración cerca de sus labios. Podía describir y pintar hasta el más pequeño detalle de ese cuerpo a piel expuesta, desde la mínima arruga hasta el área más suave que sus dedos tocaron.

Sus labios soltaron un bajo suspiro que se perdió entre el aire de los monitores, comprimiendo hasta la punta de sus dedos, tenso, deseoso. Los brazos delgados se movieron en automático, buscando el teléfono alámbrico estratégicamente colocado en una esquina de la habitación para anular cualquier línea publica y que delatara su ubicación.

Esperó unos segundos hasta que el sonido de atendido se desvaneció producto de la voz de _________, de esa voz que no podía sacar de su cabeza y que con una urgencia contenida necesitaba escuchar en persona hablarle con dulzura al oído.

—¿Si?

Fyodor calló un poco, sonriendo ligeramente, mortal.

—____________, necesito que subas— hablo con suavidad, aunque en su tono de orden no existía la réplica.

𝙽𝚘𝚌𝚑𝚎 𝙳𝚎 𝚅𝚎𝚛𝚊𝚗𝚘 ||Fʏᴏᴅᴏʀ Dᴏsᴛᴏʏᴇᴠsᴋɪ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora