𝙽𝚘𝚌𝚑𝚎 𝙳𝚎 𝚅𝚎𝚛𝚊𝚗𝚘 ||Fʏᴏᴅᴏʀ Dᴏsᴛᴏʏᴇᴠsᴋɪ||

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Sonrojos de media noche

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Cansado, arrastró su delgado cuerpo con pereza hasta su habitación, esperaba encontrar a su _________ haciendo alguna pequeña figura de cerámica, recibiéndolo con algún caluroso abrazo y un dulce de leche. En cambio, la halló frente a un espejo de mesa con utensilios de estilización para el pelo y a punto de lanzarse por la ventana.

—¿Que haces?— la menor salto en su asiento, busco con que taparse la cabeza y ocultar el desastre de pelos que tenía.

No encontró nada.

Soltó un par de balbuceos— Nada...—Agacho la cabeza, con pena—. Solo quería recogerme un poco el cabello, pero no supe cómo hacerlo ni en qué momento termine con nudos en la cabeza.

Una idea paso por su cabeza agotada, con un suspiro se acercó hasta la pequeña mesa enfrente de la cama, tomo un peine y un rociador de agua. _________ no supo que decir cuando Fyodor empezó a dividir su pelo por secciones para deshacer las bolas.

Sus toques eran suaves, se notaba como ponía cuidado en cada pasada con el peine y el como evitaba a toda costa jalar de más para que algún cabello no se le cayera.

No la quería lastimar.

—Hubo un tiempo en mi vida en el que aprendí a estilizar el pelo— _______ presto atención, mirando por medio del espejo como su pareja trabajaba en su cabeza—. Para ser sincero me daba asco peinar a la gente, ya que en ese momento parecía estar de moda no bañarse y todos olían a perro muerto. Pero fue necesario para llegar a una de mis metas, nunca hago las cosas solo porque si.

Apretó un poco los labios, no estaba segura de preguntar por más y no obtuviera respuesta. El varón solo giro su cabeza a los laterales, divertido por lo poco disimulada que llegaba a ser la mujer cuando se trataba de su curiosidad por él.

—Si quieres cuestionarme algo solo hazlo, te lo responderé.

Aunque la pauta estuviera abierta, dudo un poco—. ¿Tiene mucho tiempo de haberlo aprendido?

—Bastante, dejémoslo ahí.

Fyodor agarro la caja de pasadores negros, al tiempo que formaba mechones enterraba uno para que no se fuera del lugar donde lo quería dejar. De ambos laterales de su cara unió un par de trenzas y por cada intersección, introducía uno de los mechones de pelo que preparo.

No hicieron más ruido propio, cada uno se dedicó a lo suyo; el varón a terminar de peinarla y la mujer a admirar lo que hacía.

Se percató de la manera tan disimulada en la que ocultaba el temblor de sus manos, no era secreto para ella saber que Fyodor era una persona con demasiado estrés encima, aunque fuera bueno escondido eso y aparentará ser tan tranquilo como un ratón disfrutando de su cena, pero no era más que un ratón ansioso, en estado de alerta constante sobreviviendo al diario de la sociedad que lo quería matar, sin dar ni un poco de compasión por lo oscuro que sufrió esa criatura para terminar ahí.

Solo una máscara, la cual adelgazaba con ella a su lado.

Sintió el pequeño apretón que dió para finalizar de sujetarle el pelo, con su mirada busco algún prendedor decorativo que colocarle, sin éxito.

—No tienes ningún pasador llamativo...

________ nego con la cabeza, Fyodor se alejo y salió de la habitación. Se quedó sentada, con la seguridad de que volvería con algo que ponerle.