逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~
La historia de una realidad donde la cuarta Luna Superior se sale del control de Muzan y decide huir para asegurar su supervivencia.
Durante su camino como fugitivo, encuentra a una bella joven humana, que experimen...
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La mañana había surgido nuevamente. Luego de varios días y varias noches sin dormir, la bella (Tn) se encontraba completamente exhausta. Ella en todo momento quería permanecer teniendo bajo control al demonio de la ira, quien desde aproximadamente 3 días no despertaba.
La chica se paró una última vez junto a él y lo miró detenidamente. En teoría, su cuerpo ya estaba casi completamente sanado, sin embargo, él hecho de que no despertara era algo que abrumaba a la joven peli (Cdc).
—Diablos... Tal vez necesite descansar un poco— la chica se llevó los dedos a sus lagrimales para rascarse ligeramente los ojos.—... Parezco una loca obsesionada—
En seguida, tomó la silla de su escritorio y la colocó al lado de la camilla donde descansaba el demonio, y lentamente sin darse cuenta, comenzó a caer dormida justo al lado de él, recostandose por su pequeña mesa que estaba al lado de Sekido.
Pasaron tal vez un par de horas desde que la chica rindió culto al sueño sentada, hasta que de pronto sucedió algo inesperado.
Sekido comenzó a emitir pequeños quejidos y de forma lenta y pausada comenzó a abrir los ojos para poder ver a su alrededor. Estaba demasiado aturdido, a penas era capaz de distinguir los objetos y el ambiente, así que simplemente el demonio de la ira prefirió permanecer mirando al techo de forma estática, mientras esperaba a que sus 5 sentidos recobraran fuerzas.
"¿Dónde estoy? ¿Qué fue lo que me pasó" se dijo para si mismo en sus adentros, tratando de recobrar sus 5 sentidos. Para él, fue como si hubiera dormido un profundo sueño de apenas algunos minutos, cuando en realidad ya habían pasado días.
En cuanto ya se sentía más o menos mejor, el pelinegro volteó levemente su rostro del lado izquierdo, y contempló a una (Tn) descansando plácidamente apoyada por la mesa.
Sekido sintió su corazón latir con fuerza, un mar de preguntas llegaron a su cerebro. Incluso por un instante, el frío demonio la observó detenidamente, siendo completamente encandilado por la angelical belleza de la muchacha. A pesar de que apenas se estaba recuperando y recobrando los sentidos, aún así, darse cuenta de la presencia de la joven dejó totalmente confundido a Sekido...
"¿Qué hace ella aquí? Acaso... ¿Ella me cuidó?"
Estaba tan confundido que le costaba pensar con claridad. Su cerebro permanecía totalmente bloqueado.
Apartó su vista unos instantes y se pusó a analizarse a sí mismo y la situación en la que se encontraba; estaba vestido únicamente por una bata hospitalaria y cubierto con una delgada sábana. Se miró por debajo de esta para poder ver su pecho, tenía múltiples áreas con sustancias curativas y algunos vendajes, que se aplicaron por las quemaduras del sol. Un crujido fue emitido por sus dientes al lograr percibir con mejor claridad que fue lo que sucedió. El demonio se quitó por completo la sábana, dándose cuenta que donde debería estar su pierna, tenía un vendaje y una sotura. Bufó un tanto fastidiado.
