𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑋𝑋𝐼𝑉 ~Embarque Hacia la Verdad~

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La muchacha abrió los ojos de par en par, observándolo fijamente e intentando comprender exactamente porqué le pedía eso

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La muchacha abrió los ojos de par en par, observándolo fijamente e intentando comprender exactamente porqué le pedía eso.

—¿Hablar? Que yo sepa tú y yo no tenemos nada de que hablar— respondió con bastante desconfianza.—

—Sí... Tenemos que hablar, y si sabes lo que te conviene vas a dejar ese papel de mustia y vendrás conmigo—

Esas palabras la ofendieron, de verdad la ofendieron, pero de igual forma, trataría de contenerse y ponerse firme ante la petición del muchacho.

—Lo siento... No voy a hacerlo sin una buena razon— en sus sospechas más grandes ya cabía ampliamente la posibilidad de que podía ser un llamado al sexo, aunque no estaba muy segura, pues tal vez ya debió estar saciado desde aquella vez.

Zohakuten rodó los ojos y soltó un bufido, no estaba de humor para tener que utilizar la fuerza contra ella, así que tomó aire e intentó una vez más.

—Mira mugrosa niña... No te lo estoy preguntando, más bien, te lo estoy ORDENANDO... Así que vienes o te traigo arrastrada de los pelos— sentenció con un tono severo, ya se le notaba el malhumor.

La muchacha lo miró demasiado desconfiada, sin embargo, ella tampoco estaba del mejor humor del mundo, así que simplemente tomó aire y tras un pesado suspiro, respondió con un simple y cortante "bien", para comenzar a caminar a paso lento y cauteloso hacia a Zohakuten, quien se había hecho a un lado mientras extendía la mano en señal de invitarla a pasar a su cuarto.

Ella ingresó a la oscura posada. Al momento de poner un pie dentro, de inmediato el olor a quemado de la planta de cannabis golpeó su nariz, generándole un extraño picor en ella. Al parecer se la pasaba quemando la planta allí dentro y nunca abría las ventanas para dejar que el olor se dispersara, por lo que la concentración allí dentro sumado al olor a humedad y lugar cerrado, le daban al ambiente un aroma embriagador.

Sin poder decir algo, claramente sintió la puerta cerrarse detrás de ella, seguida de la presencia imponente del pequeño diablo mal intencionado detrás suyo.

Ella de forma lenta se volteo para verlo fijamente, tragando duramente la saliva para esperar a ver que era lo que quería.
Un silencio estremecedor se formó en el ambiente, mientras una batalla de miradas de miedo contra indiferencia peleaban reñidamente para ver cual era la más pesada.

—Y bien... Qué es eso tan importante que teníamos que hablar?— la joven decidió romper el silencio y lo miró fijamente, como analizando cual sería el próximo movimiento que haría.

—Voy a ir directo al grano... Pero antes quiero que me respondas algo...— musitó en un tono frío sin dejar de verla ni por un solo instante.

—Te escucho...— tragó con fuerza su saliva por última vez, permaneciendo muy atenta a las próximas palabras del moreno.

逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~ | 𝐻𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑔𝑢 𝐶𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 & 𝑇𝑢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora