𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑋𝑉 ~Preguntas sin Respuestas~

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P.o.v. (Tn)

La noche se cernía sobre mí, un manto oscuro que parecía absorber cada rayo de luz. Mi corazón latía con fuerza mientras caminaba con el andar de los demonios detrás mío, pudiendo percibir perfectamente sus figuras imponentes destacándose contra el cielo estrellado a través de sus sombras proyectadas en el suelo.

Necesito respuestas... proclamé en mi propia mente sintiendo que cada palabra era un eco de mi desesperación.

El aire estaba impregnado de un silencio inquietante, interrumpido solo por el susurro del viento entre los árboles. Mi mente no dejaba de repetir dolorosamente las escenas que vivi por última vez en mi casa, donde vi como cruelmente mis amados hombres se destrozaron entre ellos mismos por un motivo "desconocido".

Fruncí el ceño, sintiendo la presión de las 3 presencias detrás mío.
Este era un particular momento donde estaba cargada de rencor hacia Hantengu, pues aunque siempre me arrepentía de pensarlo, no había un solo día donde no me repitiera una y otra vez que toda esta desgracia es su miserable culpa. Tal vez si nunca hubiera llegado a mi vida, todo habría estado bien, y yo no tendría porqué estar sufriendo sin comprender nada.

La idea de regresar a mi nuevo hogar, me daba una extraña sensación de confort, pero al mismo tiempo me generaba pavor...
¿Con qué cara entraría a la casa de mi padre con estos demonios detrás mío?
Después de todo lo que pasó, como podría tener el descaro de volver a meter a quienes "me hicieron daño" para poder defenderlos...

Comenzamos a caminar por el sendero, la tierra crujía bajo nuestros pies. A cada paso, el aroma a tierra húmeda y hojas secas me envolvía, trayendo consigo ecos de la tragedia que había marcado mi vida. Las sombras de los árboles danzaban a nuestro alrededor, como si el bosque mismo estuviera observándonos, esperando.

Mientras avanzábamos, el aire se volvía más fresco, y una ligera brisa acariciaba mi rostro. De reojo miré hacia los demonios; específicamente a Zohakuten, quien caminaba de último entre los 3 encapuchados... Estaba triste, enojada y muy confundida, pero aun así, también había algo en él que despertaba toda mi curiosidad, pues verlo fuera de mis sueños era algo bastante inquietante pero extraordinariamente fascinante a la vez.

A medida que nos adentrábamos en la oscuridad, mis pensamientos eran un torbellino de preguntas sin respuesta, sin lograr entender todavia quien mierda era este pequeño diablo que se suponia y albergaba los cuerpos de mis amados hombres componiendo el suyo.

Finalmente, llegamos a la puerta de la preciosa casa, un refugio familiar que ahora parecía distante y ajeno. Con el corazón en la garganta, suspiré observando los detalles de la puerta, en realidad perdida buscando la excusa más válida que podría darle a mi padre.

Ninguno de ellos dijo nada, solo permanecían allí esperando con las cabezas agachadas.

—No hagan nada extraño, por favor— dije en un susurro hacia ellos, para luego levantar la mano y tocar el timbre, esperando impacientemente a que posiblemente uno de los empleados de mi papá me permitiera el ingreso.

逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~ | 𝐻𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑔𝑢 𝐶𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 & 𝑇𝑢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora