逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~
La historia de una realidad donde la cuarta Luna Superior se sale del control de Muzan y decide huir para asegurar su supervivencia.
Durante su camino como fugitivo, encuentra a una bella joven humana, que experimen...
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Pasaron un par de horas...
La joven (Tn) permanecía recostada en su cama al lado del demonio de la ira, quien había perdido completamente la conciencia.
La chica acarició dulcemente la frente del moreno, recorriendo con delicadeza aquel patrón de grietas moradas que llevaba en casi todo el rostro. Le causaba completa incertidumbre no saber que habia ocurrido con él y con Hantengu, ya que era una situación completamente extraña que hayan perdido la conciencia así como así.
Soltó un largo suspiro mientras pensaba en lo que había visto durante aquel sueño lúcido. Le llamó mucho la atención el hecho de que ahora conocía parte de los recuerdos de Hantengu... Por lo que había visto hasta el momento, sentía un poco de lástima por el viejo, su vida no había sido nada fácil, pero tampoco se podía dar el lujo de defenderlo ciegamente a él, pues en varios momentos se alegó que también cometió muchas atrocidades... ¿Sino por qué el médico habría dicho que iba por la vida matando personas? O ¿Por qué razón lo habrían de condenar a muerte como cuando lo vio en el calabozo? Todas esas preguntas dejaban confundida a la chica, ella sabía que el sufría mucho por aquella enfermedad mental que padecía, pero no por eso también estaría de acuerdo con que fuera un criminal y asesino.
Sus pensamientos se desviaron rápidamente hacia otro que le causó muchísima curiosidad.
Cuando lo vió en el calabozo, un hombre apareció detrás de ella, y le dijo que le salvaría la vida... Recordó aquella platica que tuvo con Urogi hace tiempo atrás, cuando curiosamente también estaba cuidando de Sekido. Recordó que el había dicho que un tal Muzan lo había salvado de ser asesinado... Quizá ese hombre era el que se presentó detrás suyo al momento de presenciar ese recuerdo... Lo raro fue que también al momento de estar a punto de despertar, la misma voz llegó hasta sus oídos.
—"Los encontré..."—
Ese recuerdo fue bastante extraño, considerando que en ningún momento la joven tuvo contacto con alguien allí, ya que era como un espíritu literalmente.
Los pensamientos de la joven se vieron interrumpidos por la puerta que se abrió lentamente. Hantengu ya se había despertado...
—(Tn)... Tenemos que hablar— dijo en un tono de voz bajo, mientras se asomaba a la puerta para asegurarse que no hubiera nadie, pues los otros 3 muchachos estaban en alguna actividad allá abajo, y solo estaban en el cuarto Sekido y ella. El demonio comenzó a ir a paso lento hasta donde estaba ella, mientras la veía con cierta angustia.
—Sí... Yo también quiero hablar contigo— respondió la joven en el mismo tono separándose un poco de Sekido, para ver con seriedad al demonio.—... Necesito que me expliques qué diablos fue lo que pasó... A penas logré ver algunas cosas que no tenían ni tanto sentido...—
—Mira yo...— antes de que pudiera llegar a decirle algo, la atención fue captada por Sekido, quien lentamente, emitió pequeños quejidos a modo de indicar que estaba despertando.—... Oh mierda... Creo que lo dejaremos para después—
