𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑋𝑋𝐼𝐼 ~La Cena~

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P.o.v Omnisciente
















—Maldito.... ¡MALDITO SEAS HANTENGU!—

























Aquella papelería bien acomodada sobre el escritorio, junto a los diferentes matraces de sustancias químicas recibieron un potente golpe que los dispersó completamente por todo el lugar, haciendo un completo reguero instantáneo.

El hombre de cabello negro ondulado y tez pálida, muy furioso, se posó sobre el escritorio con ayuda de sus brazos y agachó la cabeza, apretando fuertemente los dientes y conteniendo toda su rabia.
Estaba tan molesto que sus venas estaban muy remarcadas sobre su frente y sus brazos, mientras que unas gotas de sudor frío y tensión recorrían toda su sien.

Era un momento crítico donde sentía que odiaba todo lo que respiraba o tenía vida, pero por más molesto que estuviera, no podía dejarse llevar por sus emociones. Necesitaba ser preciso, calculador, y por sobre todo muy paciente para que las cosas tuvieran el desenlace perfecto y quedara completamente satisfecho, por más que si por él fuera, en ese preciso instante habría chasqueado los dedos para exterminar a toda la raza demoníaca que lleva creando desde la era Heian.

En medio de su reflexión e intento de autocontrol, el sonido del corto acorde de un biwa inundó todo el lugar...

—Amo Muzan... La quinta creciente ya se encuentra aquí... Tal y como usted lo ordenó...—

—Muchas gracias Nakime...—

El pelinegro se incorporó y tomó una profunda bocanada de aire, tratando de recomponer su postura fría e indiferente para poder recibir a su súbdito con tranquilidad.

Entre todas aquellas paredes cambiantes, nuevamente al son del biwa de la mujer, en seguida apareció una bonita vasija de porcelana, con un diseño variado de flores en un fondo blanco.
Lentamente, esta dio un par de brinquitos, mientras unos raros gemidos se oían en el eco del interior.

—Me alegro de que estés aquí Gyokko...—

De pronto, de la profundidad de la vasija, aquel extravagante demonio de apariencia humanoide se extendió para arriba.

—¡Es todo un honor para mí que mi maravilloso amo Muzan me haya citado!— sus labios verdosos en la posición de los ojos sonreían vivamente, mientras un sonrojo ligero aparecía en sus mejillas.

Muzan permaneció quieto unos momentos, mirando hacia la nada, calculando exactamente que palabras soltaría delante del demonio, pues aunque Gyokko era parte de la élite exclusiva, tampoco era precisamente el más indicado para guardar información importante por lo que era consciente de que si soltaba algo de más, este podría echarlo a perder todo con sus dos grandes bocotas.

逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~ | 𝐻𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑔𝑢 𝐶𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 & 𝑇𝑢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora