𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝐼𝑋 ~Gentileza~

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Luego de un rato, los 3 demonios regresaron al hospedaje junto a la bella chica

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Luego de un rato, los 3 demonios regresaron al hospedaje junto a la bella chica. En cuanto los 3 ingresaron cada uno fue por un lado: Sekido se sentó en el sofá junto a la ventana para masajear su sien, Aizetsu se mantuvo parado junto a la ventana cabizbajo, y finalmente Urogi se dirigió hacia la cama con la chica en brazos.

Cuando el demonio se posicionó para bajarla delicadamente, sintió como ella se aferró a su cuello, dejando algo despistado al ojiamarillo. La muchacha ya había retomado la conciencia de nuevo.

-No me sueltes, por favor...- susurró débilmente en el oído del moreno.-... Por favor, quédate junto a mi...-

Urogi quedó completamente atontado, no era muy bueno para asimilar esta actitud de la chica, si bien ella era bastante amable, hasta lo poco que la había conocido, sabía que no era alguien de tener mucho contacto físico, por lo que para él era tan extraño oír ese tipo de cosas.
Sin embargo, él trance sólo le duró unos instantes, ya que de manera rápida acató a la petición de la muchacha, y sin soltarla, lentamente se fue acostando en la cama junto a ella.

En seguida, los otros demonios se percataron de esto, y por supuesto, no les agradó para nada que de verdad Urogi estuviera aprovechando la oportunidad para quedarse con ella.

Sekido se levantó de golpe y apretó los dientes con rabia, cuando se preparó como para protestar, antes de que pudiera decir una palabra, de pronto, se quedó quieto y sorprendido, al igual que Aizetsu y Urogi, ya que unos débiles sollozos se hicieron presentes.

El ojiamarillo se quedó completamente quieto, sintiendo como en su cuello, la joven sollozaba tristemente, sintiendo como sus cálidas lágrimas también resbalaba por su piel morena.

-¿(T-Tn)?- la llamó levemente.

-Perdónenme por favor- su voz quebradiza sonó sin despegar su húmedo rostro del cuello del demonio.-... Perdónenme por haberlos hecho venir hasta aquí... *Snif*... Por haberlos hecho hacer esto... Yo... Yo no quería que todo esto pasara...-

Ninguno sabía que decir exactamente. Lo 3 estaban muy sorprendidos por las repentinas palabras de la chica.

-Todo esto es mi culpa...-

-Tranquila... No es tu culpa, linda- el ojiamarillo la separó ligeramente para poder verla a los ojos. Estaban llenos de lágrimas y su carita estaba mojada y rosadita.

Al azabache le pareció muy adorable, pero aun así, no quería verla llorar. Levantó una de sus garras y de la forma más delicada posible, le limpio las lágrimas que desbordaban, dedicándole una dulce sonrisa.

-Nada de esto es tu culpa... Esa mujer merecía morir, me di cuenta de cuanto daño te hacia- Sekido habló levemente mientras se cruzaba de brazos, ya que de cierta forma, le molestaba mucho que la chica estuviera así tan vulnerable y tan cerca de su compañero.

逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~ | 𝐻𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑔𝑢 𝐶𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 & 𝑇𝑢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora