𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑋 ~El Comienzo de los Problemas~

643 78 87
                                    

Mi corazón casi se salía de mi pecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi corazón casi se salía de mi pecho... No sabía cómo sentirme exactamente al respecto...

—¿H-hablar?... ¿S-sobre qué?— pregunté con angustia.

Los ojos rojos de Hantengu se veían ahora como aquella mirada tan extraña que siempre veía en mis sueños: esclerótica roja e iris dorado, con los kanjis Creciente Cuatro en los centros en lugar de pupilas.

Los colores eran iguales... Pero la forma no lo era...

Es decir... Siempre podía ver unos rasgados como el de los jóvenes, tampoco tenían la forma de los ojos caídos del viejo.

—Hay muchas cosas que tú no sabes— respondió con seriedad, todavía sin soltar mi mano.—... Y ya no tiene caso seguirlo ocultando... Necesito decirte la verdad porque ya no puedo más...—

Esas palabras entumecieron mi corazón, volviéndolo casi inanimado... ¿Acaso al fin había llegado el momento en el que sabría que había detrás de todo? ¿Al fin sabría más sobre mis sueños y sobre estos demonios tan extraños?

—¿Y-ya no puedes?...— pregunté con la voz muy temblorosa.—... ¿Qué esta pasando Hantengu?—

—Antes de decirte cualquier cosa... Necesito que respondas una sola cosa...— dijo mirándome directamente a los ojos, produciendo que sintiera escalofríos en todo mi cuerpo.—... ¿Confías en mi?—

Que buena pregunta... En realidad ahora que me lo decía le podía responder... Que obviamente no le tenía ni la más mínima gota de confianza.
¿Cómo se atrevía a preguntarme eso? ¿Quién rayos confiaría en un puto anciano demoníaco que al cortarle la cabeza puede generar otras copias más jóvenes de él mismo?
Digo... Puedo estar volviéndome loca o lo que sea, pero confiar en Hantengu era imposible... Ni en los otros muchachos era tan difícil creer.

—Esta demás preguntarme esto a estas alturas— respondí con seriedad, en cierta forma me molestó un poco lo que dijo.—... ¿De verdad crees que confiaría en alguien como tú?—

Una mueca de desagrado apareció en su cara, pero en seguida bajó la cabeza soltando un largo suspiro.

—Tienes que confiar en mi... Por favor— suplicó con un tono afligido.

Yo lo miré un par de segundos, tratando de analizar la situación. En seguida jaloneé fuertemente mi mano, para obligarlo a soltarme, acción que provocó que rápidamente levantara la la vista para verme con sorpresa.

—Esta bien... Confío en ti— respondí con frialdad, viendo como su reacción fue abrir aún más los ojos.—... Dime... ¿Qué es lo que ocurre?—

El hombre se me quedó viendo con sorpresa, pero de inmediato reaccionó con un poco de alteración, una vez más me tomó de la mano y me jaló hacia él para que caminara.

—Ven...—

Me guió lentamente hacia el sofá e indicó que me acostara en él. Obviamente, yo con toda la desconfianza y temor del mundo hice exactamente lo que me pidió, a pesar de lo confundida que estaba por esta petición tan extraña proveniente de él.
De forma cautelosa obedecí y me acosté en el sofá sin apartar mi vista un solo segundo de él, preparada para gritar o defenderme en caso de cualquier cosa.

逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~ | 𝐻𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑔𝑢 𝐶𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 & 𝑇𝑢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora