逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~
La historia de una realidad donde la cuarta Luna Superior se sale del control de Muzan y decide huir para asegurar su supervivencia.
Durante su camino como fugitivo, encuentra a una bella joven humana, que experimen...
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El ojirojo comenzó a caminar cuesta arriba nuevamente, mientras se sentia agobiado por lo que acaba de hacer.
Cuando iba a ingresar de nuevo al cuarto sintió como un poderoso golpe le llegó a la cara, haciendo que cayera bastante aturdido al piso.
—Eres un maldito hijo de puta, Sekido—
Karaku ya se había recuperado, y se encontraba demasiado furioso por que se atrevió a interrumpir un momento de suma importancia para él.
El ojirojo se levantó del piso hecho una furia, dispuesto a devolver aquel golpe 10 veces peor.
—¿Quién te crees que eres para hablarme así? Maldito cerdo—
—El único cerdo, maldito, asqueroso y ridículo aquí eres tú...— dijo preparándose en posición de batalla.—... Jamás te pienso perdonar lo que acabas de hacer...—
—No hice nada más que salvar a (Tn) de cometer el peor error de su vida... Y tú también deberías estar agradecido conmigo—
—¿¡Agradecido!? ¡¿Y POR QUÉ MIERDA PIENSAS QUE TE LO AGRADECERÍA?!—
—Te acabo de salvar de meterte con una... Simple humana...— mintió el demonio de la ira mientras observaba fastidiado a su gemelo.—... Deberías valorarte más...—
—¿¿¿¿¿VALORARME?????— abrió los ojos mientras se alteraba cada vez más.—... PODRÉ SER ESTÚPIDO, PERO TAMPOCO LLEGO AL LIMITE DE CREER MENUDA RIDICULEZ... ¿¡DESDE CUANDO A TI TE IMPORTA LO QUE HAGA O DEJE DE HACER CON LOS HUMANOS?! Y PEOR AUN... ¿¿¡DESDE CUANDO MIERDA A TI TE IMPORTA SI ME VALORO O NO!?? TU HICISTE TODO ESTO SOLO PORQUE NO SOPORTASTE VER COMO (TN) SE IBA A ENTREGAR A MI—
—Cállate maldito imbécil... ¡Ni sabes lo que estas diciendo!— el ojirojo estaba tratando de controlarse por orgullo, pero a medida que pasaban los segundos, le resultaba cada vez más difícil... Solamente quería asesinar a su compañero.
—Ah... ¡¿Me lo vas a negar entonces?!...— sonrió con completo desdén mientras veía como su contrario se aguantaba desde todos los lados para no explotar de la rabia que se le estaba acumulando.—... Acéptalo de una vez, Sekidito... Estas que te mueres de la envidia porque a ti nadie te quiere...—
—... Cállate...—
—Te duele tanto ver como (Tn) se la pasa mejor con nosotros que contigo...— comenzaba a acercarse a paso lento mientras hablaba amenazante. Finalmente había descubierto el punto débil de Sekido y por supuesto que abusaría de el para vengarse por lo que le habia hecho.
—... Te dije... Que te callaras...— estaba a punto de explotar.
—... Date cuenta... De que ella te tiene miedo... Le asusta acercarse a ti por como la tratas, por como nos tratas a nosotros...—
