逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~
La historia de una realidad donde la cuarta Luna Superior se sale del control de Muzan y decide huir para asegurar su supervivencia.
Durante su camino como fugitivo, encuentra a una bella joven humana, que experimen...
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La joven peli (Cdc) cayó completamente exhausta sobre el pecho del chico mitad ave, ambos estaban con sus agitadas respiraciones que sonaban en un compás coordinado. Ya iban por su tercera ronda, y la intención de Urogi era alcanzar por lo menos la sexta tanda.
El ojiamarillo acarició la espalda de la muchacha, quien estaba completamente tendida sobre él, con su pequeña ropa interior apartada a un lado, permitiendo así que se pudiera apreciar como de su feminidad se derramaban litros de semen.
Él estaba tan feliz de lo que había pasado, se suponía que hoy era el día de que ambos tuvieran una cita juntos, pero debido al berrinche que Sekido le armó, ya no tuvo la oportunidad de planear algo para disfrutar con ella, aunque aún así, tampoco le importaba demasiado, ya que a fin de cuentas, había obtenido una experiencia mucho más entretenida junto a ella.
Estaban tranquilos tratando de recuperar el aliento, hasta que de pronto, un fuerte ruido los sacó de su tranquilidad.
*PAM*
La puerta del laboratorio salió disparada hasta el otro lado del cuarto, el marco se había roto y una ligera cortina de polvo se levantó. Esta había sido derribada con una poderosa patada. Ambos quedaron muy despistados por lo sucedido, hasta que de pronto, la silueta de un desesperado Karaku se hizo visible.
—HIIIIII— sus ojos verdes se abrieron como platos al ver la situación de su hermano con la bella muchacha y sin si quiera pensarlo, se abalanzó hacia ellos para tomar a la joven en brazos, cargandola como princesa, mientras que una vez más, metía una fuerte patada, esta vez, en la cara de su compañero.
—¡AGH...!—
El ojiamarillo se quejó de manera extraña, mientras se cubría la cara con la garra que tenía reemplazada por una mano. En seguida, la retiró levemente para permitir ver como aquel golpe le había torcido la nariz, dejandola ensangrentada y también como se le había destrozado completamente el maxilar superior. Era una imagen bastante grotesca de ver.
—QUE TE PASA IMBECIL... ¡¿ESTAS MAL DE LA CABEZA O QUE, PAJARO ENDEMONIADO?!— gritó con rabia a la par que acurrucaba a la chica en sus brazos, mientras que ella por su parte, trataba de reubicar en su lugar su sostén, su blusa y su bragas para que no se le viera más de lo debido.
—¡MALYITO!— gritó como pudo, ya que su maxilar destruido no le permitía hablar correctamente.—... ¿Po... qué entaste... Ashi...?—
—Karaku... ¿Por qué hiciste eso?...— la muchacha se quejó con las mejillas sonrojadas y el semblante arrugado, le molestaba un poco la situación y más porque había causado daños materiales.
—Sekido me dijo que Urogi se estaba aprovechando de ti— se justificó viendo con recelo a su gemelo herido.—... Y además yo los escuché, escuché como gritabas (Tn)... El estaba abusando de ti—
—¡Esa no es una excusa válida para derribar mi puerta de una patada!...—
—.... Pero...— el muchacho se quedó estático analizando lo que había hecho.
