𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑋𝑉𝐼𝐼 ~Rivales~

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La muchacha con el corazón partido, decidió retirarse hacia su habitación, para poder recostarse y llorar en sus propias dudas, mientras se sentía muy miserable por haberle platicado al demonio de algo que prácticamente no se lo había contado a na...

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La muchacha con el corazón partido, decidió retirarse hacia su habitación, para poder recostarse y llorar en sus propias dudas, mientras se sentía muy miserable por haberle platicado al demonio de algo que prácticamente no se lo había contado a nadie y que más encima, se haya burlado así de ella...
Que sujeto tan antipático...

Por otro lado, el demonio por fin llegó al final de su trayectoria, con destino al cuarto en el que estaba instalado Urami.
Azotó la puerta de una patada violenta, abriéndola y despistando a sus pares, que ya estaban ahí dentro platicando, uno tirado peresozamente en la cama y el otro sentado en un pequeño sofá.

—Oye enano... ¿Qué onda contigo? ¿Vienes de malas?— preguntó fastidiado el anciano más alto.

—¿Y a ti qué te parece, idiota?— respondió el más bajo haciendo bastante énfasis sobre su obvio sarcasmo.

—Bueno... Tú siempre andas de malas...— respondió haciéndose el tonto.—... Pero a veces, estás de malas normal y a veces de malas muy malas—

—Pues fíjate... Ando de malas muy, pero muuuy malas... Y si me sigues fastidiando, te haré comer tu propio pene para que aprendas a quedarte callado— respondió cerrando la puerta tras él, otra vez dando un portazo.

—Uy... Que violento—

—¿Por qué estás de mal humor, Zohakuten?— Hantengu observó al niño con intriga, como tratando de descifrar cual sería el motivo de su nuevo berrinche.

Zohakuten soltó un suspiro pesado y luego se cruzó de brazos, volteando a ver a Hantengu con bastante rabia en la mirada.

—Es imposible estar de buen humor porque siempre estás metiéndote dónde no te llaman ¿Sabes?— respondió insípido.

—Mira... En apenas una semana, ya te habré repetido como 1 millón de veces que no estamos aquí para matar a nadie... No tienes porqué estar peleando o buscandote problemas, y mucho menos tienes permitido hacerles daño a ninguna de las personas que veas aquí— reprochó.

Zohakuten rodó los ojos realmente fastidiado, apretó los dientes con fuerza, pues para él era demasiado humillante que cada vez que pretendía mostrar a los demás quien era en realidad y porqué tenían que respetarlo, Hantengu se entrometia hasta el punto de dejarlo en ridículo, comportandose como si fuera su maldita niñera.

—De verdad te detesto...—

—Mira niño yo-...—

—Y lo que más me molesta de ti y de todo esto es que defiendes a esa maldita niñata castrosa que de solo oír su voz me... ASHHHH— lo interrumpió completamente continuando con su queja, se llevó las manos a la cabeza mientras bufaba pesadamente.

—Uf... Esa señorita es muy hermosa, y encima se manda un traserote lleno de carne...— bromeó Urami y sonrio mientras simulaba apretar con las manos.—... Me imagino lo deliciosa que sabrá si le arranco la cadera y me la como con salsa picante... No entiendo como te cae mal—

逃亡者 ~𝐅 𝐔 𝐆 𝐈 𝐓 𝐈 𝐕 𝐎 𝐒~ | 𝐻𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑔𝑢 𝐶𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 & 𝑇𝑢 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora