Se quedó en silencio porque sabía que había metido la pata, que no tenía que meter el tema de personas y sentimientos, pero salió de su boca sin darse cuenta, con solo ver los preciosos ojos que JungKook tiene, y los cuales ahora mismo la están estudiando como si fuera un examen que determinaría su vida, no pudo evitar decirlo. No sabía si volver a mentir, diciendo que seguía enamorada de un ex amor, o cambiar de tema de conversación, pero eso se vería muy sospechoso. Tampoco estaba enamorada de Jeon, es decir, le gusta, como esos chicos a los que ves en una discoteca y no puedes quitarle los ojos de encima hasta que, si tienes suerte, terminan besándose y pasándose sus números de teléfono para seguir hablando. De ese tipo de gustar, no se imaginaba a su lado durante una vida entera, por lo menos aún no, porque no conocía mucho de él más allá de los datos que acababa de darle y de lo que podía ver. Tampoco se imaginaba embarazada de él, fuera de que para eso habían menos de 0,1 por ciento de posibilidades de que suceda, no es necesario explicar cómo se hacen los hijos, y tampoco los motivos por los cuales ellos no podrían tener uno.
Casi que la estaba intentando leer a través de su mirada, esos ojos negros la estaban perforando, y sabía que debía mentirle, evadir el tema sería absurdo porque quizá insistiría, o tal vez no, pero antes de llegar a una discusión prefería volver a decir una mentira. Jesús, su nariz crecería aún más que la de Pinocho si seguía mintiendo, y eso no favorecería su lindo rostro, había sido bendecida con una nariz pequeña.
⎯ A-ah, yo...no hablo de nadie en específico.⎯ mintió rascando su nuca. JungKook entrecerró un poco sus ojos, analizándola, y ella tragó saliva.⎯ Era un caso hipotético, ya sabe, uno nunca sabe cuándo puede enamorarse.
⎯ Viviendo en un convento lleno de mujeres es casi imposible que te enamores de alguien, a menos que seas homosexual, que eso no está mal tampoco.⎯ aclaró, JungKook, a pesar de ser Obispo y saber que muchos religiosos estaban en contra de la homosexualidad, a él le daba igual, siempre pensó que mientras algo no dañe a los demás no era motivo para ser odiado. No lo negaría, muchas veces dijo el comentario de "que desperdicio" al saber que mujeres hermosas, como Kristen Stewart, Tessa Thompson, Miley Cyrus, entre otras, eran bisexuales, pero hablando en serio, tampoco era que una de ellas pudiera darle una oportunidad aún si les gustaran los hombres.
⎯ El chico del almacén de la esquina dicen que es guapo.⎯ levantó los hombros. No había ido a hacer las compras semanales porque estaba en su tarea de limpiar la parroquia, pero cuando las hermanas volvieron la escucharon hablar sobre ese tipo, y le generó curiosidad, pero tampoco es como si tuviera todo el tiempo del mundo para conocer a una persona y ser novios.
⎯ ¿El de la esquina?⎯ preguntó JungKook y ella asintió. Había escuchado a Beatrice decir que era un amor, y para que esa señora considere un amor a alguien significaba que estaba muy bueno, o se había cruzado al mismísimo Leonardo DiCaprio, pero cuando estaba en su mejor momento, en los 90'. Escuchó una risa de Jeon y frunció el ceño sin entender.⎯ Debe tener la edad de mi padre, y mi papá tiene 62 años.
Kaia rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos, ofendida de no haber podido mentir bien, en su defensa, no lo había visto en persona al hombre, que al final no resultaba ser alguien cerca de su edad. Jugó con una de sus galletas, no pensaba decirle la verdad a JungKook, que detrás de esas palabras era él a quien se refería, porque eso generaría que se alejen, y este pequeño acercamiento, que podía derivar a muchos más, no quería perderlo. Sí, hasta hace una hora estaba diciendo que debía alejarse de su persona, ignorarlo, pasar por en frente y ni siquiera saludarlo, pero ahora que habían hablado, sin la necesidad de que otras personas estén con ellos, y se habían mostrado cómodos, no podía perder la oportunidad de ser su amiga, por lo menos eso, ¿qué tanto mal le haría?
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Dear Lord| jjk
FanfictionKaia tuvo que escapar de su pueblo después de que unos prestamistas quisieran cobrar cuentas con ella, gracias a su madre fallecida que les pidió dinero hasta el hartazgo. Tenía que crear una nueva identidad, esconderse donde pudiera, y la amiga de...