JungKook chasqueó la lengua frustrado, gesto que llamó la atención de Kaia, y lo miró con el entrecejo fruncido a través de las rejas, sin saber cómo tomarse esa reacción. Él no estaba cansado que hable del amor, porque siendo alguien que confirmó sus votos del celibato hace tan poco era entendible que tenga dudas o miedos, además de que lo dijo en serio cuando mencionó que había confianza entre ellos, si ella quería contarle sobre que tuvo una pesadilla él estaría para escucharla, hasta la más mínima estupidez, pero le molestaba que siempre hable de sentimientos o enamoramiento y nunca mencione un nombre. ¿Había algún ex con el cual ella seguía loca de amor? ¿Un amor imposible que conoce de toda la vida y nunca se les pudo dar la oportunidad, y ahora menos? No lo sabía, pero le frustraba que no le dijera. Era como si sintiera un cosquilleo feo en su pecho de que ella no le tenía la suficiente confianza para contarle algo que la atemorizaba tanto.
⎯ Siempre hablas de sentimientos y amor, Esperanza.⎯ volvió a chasquear la lengua, dejándola aún más confundida. ¿Acaso era un reclamo? Si fue él quien le pidió que confesara en serio.⎯ ¿Estas segura que no tienes nada para decirme?
Con el tono que lo dijo le hacía recordar a cuando ella le dio a conocer a Hyun So que sabía de su infidelidad, como esa última oportunidad que tenía para confesar la verdad. Nunca pensó estar del otro lado de esa pregunta, generalmente las mujeres son más intuitivas, aún si no habían visto algo sentían un no sé qué femenino que les avisaba aquello. Suspiró mirando a JungKook, quizá sólo estaba imaginando cosas, o siendo una paranoica, su madre siempre le dijo que tendía a hacer más grave el asunto cuando no era así, posiblemente estaba pasando eso. Así que, decidió respirar tranquila y no responder esa pregunta capciosa, en caso de que Jeon supiera que todo este tiempo se estuvo refiriendo a él que se lo diga ahora, sino eran dos personas adultas actuando como estúpidos; Kaia por no confesar el nombre detrás de todas esas charlas, y JungKook por pretender que ella le leyera la mente y dijera "ya sé que lo sabes".
⎯ No, nada.⎯ negó segura de sus palabras, aún así, no pudo verlo a los ojos cuando mintió, en su lugar reposó la espalda contra una de las paredes del confesionario, suspirando de forma profunda, e impidiéndole a JungKook verla. La reja era tan solo un pequeño cuadrado, no abarcaba toda la pared que los dividía, ni siquiera un rectángulo que permitía ver de punta a punta, a menos que se ponga de cuclillas.⎯ Solo...soy una mujer joven, tengo miedo de enamorarme y no poder vivir ese amor por ser Novicia.
Quería preguntarle a JungKook cómo era qué hacía él estando en un convento de puras mujeres, porque Kaia lo tenía difícil con un solo hombre, y él tenía más de veinte en un espacio cerrado, sin contar que vive afuera, por lo que podía salir a comprar a la esquina y cruzarse con una hermosa mujer con la que podría sentirse flechado. Prefería no pensar en eso último, lo único que le faltaba era sentir celos de cualquier mujer que se lo pueda cruzar por la calle. Y volviendo a lo anterior, no era que las hermanas eran feas, es decir, dudaba que pudiera sentir algo por Beatrice o por Stella, no porque sean feas (la primera un poco sí, pero lo decía más por maldad), sino porque tenían la edad que su madre o alguna de sus tías pudieran tener. Pero después estaba ella, Sarah, JiHye, incluso había una Monja de treinta años que era muy divertida y talentosa en la cocina, los había visto hablando aquel día en el jardín, ¿cómo hacía para no enamorarse de alguna? No, esa pregunta se la podía responder sola; alguien lo había dañado y no quería saber nada con ese tema. Bien, pero, ¿ni siquiera atracción sexual por alguna? JiHye tenía unos pechos más grandes que su cara aún si trataba de ocultarlos, ¿cómo hacía para que su vista no se desvíe a ellos?
No quería hacerlo quedar como un pajero de dieciocho años, nunca fue su intención eso, pero siendo un hombre que hace vaya a saber cuánto tiempo no tiene sexo, quitando el tema del amor porque era muy obvio que él no volvió a enamorarse por un tema que ella no sabía, era normal si sentía deseos sexuales hacía alguien. Tenía entendido que mientras no lleve a cabo ninguna acción sexual que sea fuera del matrimonio, y que vaya con la intención de reproducirse, no estaba mal, estaba casi segura que todas ahí adentro habían tenido fantasías, pensaron en sexo, o cosas relacionadas, era casi imposible estar veinte años ahí dentro (como en el caso de las hermanas más grandes) y no pensar en algo tan normal como eso. No quería decir que vivieran pensando en un pene, porque tampoco era así, pero...se entiende, ¿veinte años sin tan siquiera recordar como eran sus adolescencias llenas de hormonas? Por favor, hasta la amarga de Beatrice habrá tenido sus polvos y los recordaría.
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Dear Lord| jjk
FanficKaia tuvo que escapar de su pueblo después de que unos prestamistas quisieran cobrar cuentas con ella, gracias a su madre fallecida que les pidió dinero hasta el hartazgo. Tenía que crear una nueva identidad, esconderse donde pudiera, y la amiga de...