veinticinco

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JungKook presionó sus labios entre sí, no tenía a nadie a quien mostrarle lo mucho que la deseaba, como había dicho, lo más cercano podía ser Esperanza, pero era incorrecto y ambos lo sabían, además, no eran nada, no había un título en medio, y por muy anticuado que suene, Jeon consideraba que necesitaban ser pareja para avanzar a un próximo nivel. No quería decir que sexo oral sea una estupidez, a fin de cuentas era algo sexual, algo que tenían prohibido, no solo porque no estaban casados, sino también porque, para la biblia y los apegados a la religión cristiana, el sexo tenía como fin concebir hijos, por ende toda práctica que no incluya penetración sin protección en el medio, estaba mal. JungKook no era ajeno a todo aquello que no sea sexo con penetración, estuvo a punto de casarse, fue adolescente con acceso a internet, y su hermano tenía amigos que gritaban demasiado alto los canales de actrices +18, y quizá por ese motivo ahora no lo sentía como algo tan grave haber recibido una mamada.

Es decir, sí, era muy grave, un Obispo y una Novicia no podían andar haciendo esas cosas, menos sin estar casados, pero como siempre intentaba ser optimista su cerebro decía "por lo menos no follamos sin condón", porque hablando en serio, tener un hijo con ella cuando no eran nada más que amigos, si es que tan siquiera podían considerarse amigos, hubiera sido la gota que derrama el vaso. ¿Está arrepentido? Pues...era complicado. Su lado racional, el lado de Obispo, estaba más que arrepentido, y estaba seguro de hablar con Kaia para no repetir nada parecido, porque estaban faltando el respeto a muchísimas cosas y a muchísimas reglas, no podían ingresar al cielo el día de mañana si ellos estaban pecando con todo lo que podían. Pero su otro lado, aquel carnal y físico que hace años no recibía atención, no quería detenerse, quería experimentar más y más, recordar lo bien que se sentía todo aquello, pero no era posible, uno debía seguir su mente siempre, no el corazón, y mucho menos las ganas.

Así era la vida.

⎯ Solo... aléjate, no quiero volver a tenerte tan cerca, y JiMin sabrá de esto.⎯ amenaza, aunque estaba seguro que la ebria de Lila le importaba poco y nada. Además, ¿quién se creía ella como para andar pidiendo explicaciones de si tenía o no a alguien? Por favor, había algo mucho más grave, y era que su propia cuñada quería tener sexo con él, en la misma casa que vive con su marido. Alejó a Lila tomándola por los hombros, casi como si sintiera asco de sentir su piel, y volvió a hablar.⎯ Espero que de una vez por todas se separe de la horrible mujer que tiene como esposa.

Al día siguiente, Kaia se encontraba suspirando por...ya había perdida la cuenta, sinceramente, pero estaba cansada de andar de un lado para otro por una idea que se le ocurrió a la Madre Superiora, y esa era hacer un evento al aire libre para que los niños huérfanos puedan pasar el día; rentaron bicicletas pequeñas, juegos, incluso un inflable, y había mucha comida, demasiada, por Dios. Kaia nunca fue muy apegada a los niños, trabajó dos veces como niñera, y en el segundo casi que la hizo tomar la decisión de ligarse las trompas por si su hijo salía igual de insoportable y caprichoso que ese que le había tocado cuidar. No trataba mal a los niños ni nada, simplemente no tenía la suficiente paciencia como para soportar a los que se portaban mal, porque los que eran tranquilos se llevaban bien con ella, mientras que los alborotados...parecían que adoraban hacerla enojar y por eso hacían más desastre.

No estaba en su lista de sueños ser madre, pero estaba segura de querer un hijo, uno solo, no se consideraba lo suficientemente capaz de tener más de dos, lo más posible es que explote y los mande a dormir a la casita que tendría su perro en el jardín trasero, y obvio, el animal duerma con ella en la cama calentitos. Tampoco se sentía presionada por buscar un marido que le dé hijos, hablando en serio, en la actualidad encontrar un hombre que sea trabajador, buen marido, buen padre, y un hombre del bien, era casi tan difícil como encontrar una aguja en un pajar. Inevitablemente con esas descripciones pensaba en JungKook, pero ella misma sabía que habían todavía menos chances de tener hijos con él antes de encontrar otro hombre que sea igual de bueno, el señor Jeon tenía un hermano, ¿será tan bueno como él? Aunque, bueno, tampoco sería lo ideal tenerlo de cuñado cuando le traía ganas.

Dear Lord| jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora