dieciséis

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Kaia permaneció en silencio, volteando para intentar encontrar a la verdadera culpable de la estatua rota, pero claro que Beatrice ya no estaba ahí, cosa que la hizo enfurecer, lo hizo a propósito, y lo único que podía pensar la menor era en lo muy inmadura e infantil que era esa señora, ya estaba grande como para hacer esas ridiculeces, si tan mal le caía tenía que ignorarla y ya, tampoco era gran trabajo, no era como si Kaia fuera a buscarla todo el tiempo queriendo ser su amiga. Volvió a mirar al frente cuando escuchó un llanto, Minah estaba con la mirada en los trozos del suelo, y Kaia solo pudo suspirar lo más silencioso que pudo. Quería decirle que era absurdo que se pusiera así por una escultura cuando hay millones en todos los pasillos, ni siquiera eran tan lindas aquellas dos personas casi desnudas que ahora estaban destrozadas en el suelo, pero se contuvo en soltar un comentario, porque sabía que iba a empeorarlo, y JungKook ya suficiente la estaba enterrando tres metros bajo tierra con la mirada.

A ver, sí, era cierto que ella daba toda la pinta de haber roto la estatua cuando estaba ahí parada y Beatrice se había esfumado, siendo la verdadera culpable, pero ya estaba hace semanas en el convento y no había causado estragos, ¿por qué lo haría ahora? Y peor, ¿por qué lo haría adrede? ¿Qué acaso a Minah en ningún momento se le cruzó la posibilidad de que lo había hecho sin querer? En caso de que realmente la haya roto ella. Dudaba de que la Madre Superiora la eche del convento solo por esto, pero comenzaba a sentirse furiosa de verla llorando con un trozo de la escultura entre sus dedos, no se sentía culpable porque fue otra persona quien la rompió, pero sí enfurecía porque le había hachado la culpa de algo que no hizo, solo por una actitud infantil, o porque realmente no la soportaba ni un poco y por eso hizo tal estupidez para que la echen del convento.

⎯ Fue Beatrice quien lo tiró, no yo.⎯ se defendió al instante, tanto JungKook como Minah dirigieron la mirada a Kaia, y aunque sus ojos gritaban que estaba diciendo la verdad, que era realmente sincera, ninguno de los dos le creyó. ¿Cómo hacerlo si era ella la que estaba al lado de una reliquia rota?

⎯ Me lo regaló mi padre antes de fallecer.⎯ sollozó la Madre Superiora, haciendo que la menor mordiera su dedo con lástima. Ella no tenía la culpa, si había alguien con quien se tenía que enojar era con Beatrice. Pero Kaia entendía a lo que se refería Minah, ella también cuidaba con todo su corazón las cosas que le pertenecieron, o que le regaló, su madre, y eso la hizo tener un apretujón en el corazón. Maldita sea Beatrice.

⎯ Lo lamento, pero es en serio lo que le digo, fue Beatrice.⎯ se defendió nuevamente. JungKook rodó los ojos y Kaia sintió algo extraño en su pecho al verlo, parecía irritado de ella, de su voz, de que estuviera defendiéndose cuando la culpaban de algo que no tenía nada que ver. Y dolió eso, porque tan solo horas atrás estaban hablando lo más bien, como si fueran amigos desde hace años.

Los entendía, entendía que estaba en una posición que cualquiera la trataría de culpable, era como encontrar un desconocido en una escena del crimen, el primer sospechoso, y posiblemente a quien acusen de culpable si no tenían muchas ganas de investigar más a fondo, era a él. Pues Kaia estaba en la misma situación. Pero lo que le molestaba, y dolía, era que ni Minah ni JungKook le creían, ambos la conocían, bueno, el Padre Jeon no tanto, pero ella sí, y sabía que estando ahí de gratis jamás haría algo así, romper algo que no le pertenece, y si de verdad lo hubiera hecho sin querer, pediría disculpas, incluso intentaría pagar lo que rompió, no acusaría a otra persona solo porque sí. Y le molestaba que JungKook no le creyera porque si él estuviera en la misma situación, si alguien lo acusa de algo, ella sería la primera estúpida en saltar a su favor, en creerle y escuchar su versión, aún si todo el mundo estaba en su contra, Kaia permanecería a su lado, creyéndole.

No debería encariñarse tan rápido.

⎯ Esperanza, deja de acusar a otra hermana por lo que has hecho tú.⎯ JungKook suspiró molesto. Kaia no pensaba quedarse en silencio, iba a defender su postura hasta el final, no quería darle el gusto a Beatrice de que la echen del convento por su culpa, mucho menos de que Minah ahora la deteste por romper una estatua que su difunto padre le regaló. Y tampoco era solo por eso que se defendía, sino también porque su vida estaba en juego, su seguridad ahí dentro, no podía simplemente hacerse la ofendida e irse del convento, porque no sabía si a la vuelta de la cuadra la estaban esperando unos hombres para hacerle Dios vaya a saber qué.

Dear Lord| jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora