Capítulo 7: La Historia No Contada

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    ~Kaveh POV~

    Estaba emocionado por la idea de tener un nuevo amigo. Realmente quería que no se sintiera como yo, que no se sintiera solo y sin nadie en este mundo, y sería mi deber presentarle a todos. Me preguntaba si los demás no se sentirían incómodos a su alrededor. Yo no sabía decir que no, así que siempre dejaba que me abrazaran, pero los demás no eran muy afectuosos tampoco, y ellos sí sabían decir que no, excepto Collei.
    Finalmente estaba instalado en el que sería mi nuevo hogar. Ya tenía todas mis pertenencias aquí, sólo faltaban detalles mínimos, pero prácticamente todo estaba listo.
    Tenía miedo, en cierta manera, de que todo estuviera yendo tan bien. No es que fuera supersticioso, en realidad yo sabía que esto era ansiedad. El pensar: "todo está bien, así que en cualquier momento todo irá en picada", no era más que mi ansiedad hablando. Pero no podía evitarlo. A pesar de todo lo que había sucedido los últimos días, no me sentía tan mal porque habían pasado muchas cosas buenas también.
    —¿Ya estás instalado? —preguntó Alhaitham desde la puerta, sacándome de mis pensamientos.
    —Aún faltan algunos detalles, pero creo que sí. —Me acerqué a él, lo tomé de las manos y le di un corto beso en los labios—. Fue uno corto para que Cyno no nos vea y nos regañe.
    —No entiendo por qué nos regaña. Tú eres un adulto que puede decidir por su cuenta, y ni siquiera es tu familiar.
    —Para mí son como mi familia ahora mismo. —Me alejé un poco de él—. ¿Eso te molesta? ¿Que los vea como familia?
    —No, pero me molesta que no me veas a mí de la misma manera. Es como si todo el tiempo estuvieras pensando que fallaré, e igual ellos. —Me soltó las manos—. Es como si no confiaras en mí, como si no me quisieras.
    —Alhaitham, no, no me digas eso. —Me acerqué a él y acaricié su rostro—. No te puedo ver como mi familia porque... bueno... Jamás besaría a un hermano o algo así, ¿sabes? No es como si pudiera besar a un familiar, o que me pudiera gustar un familiar.
    —Un familiar también podría ser un esposo.
    Lo miré con sorpresa mientras sentía su mirada penetrante perforando mi alma. No sé qué intentaba provocar en mí, pero era obvio que había hecho un caos interno en mi sistema. Aunque no lo quisiera, ahora nos había imaginado en un futuro, siendo esposos, viviendo felices por siempre, casándonos en el Palacio Alcazarzaray con el permiso de Dori.
    Pero entonces mi sentido común entró. Era muy pronto para estar hablando de este tipo de cosas. Todavía no conocía lo suficiente a Alhaitham. ¿Y si tenía fetiches raros o cosas de las que no sabía? ¿Y si era un asesino o un loco que se comía los botones de las camisas? Había gente que siempre tenía babeada la camiseta, y eso es algo que sin duda me disgustaría bastante.
    —Dije algo muy inapropiado, ¿no es así? Me disculpo. Tal vez me adelanté demasiado.
    —Tal vez un poco —me sinceré—. No digo que no me gustaría, pero... ni siquiera somos novios aún exactamente. Ni siquiera hemos tenido nuestra primera cita.
    —Y aún así, ya te comprometiste con alguien más.
    —Alhaitham, no seas así. Tú sabes que esto no es una cita, incluso irás tú. ¿No podría contar como cita ya que estaremos los dos cenando?
    —Los dos cenando junto a tu familia y un pelirrojo extranjero que claramente quiere hacerte suyo.
    Mis alertas internas se prendieron. Sus celos estaban llegando a un punto en el que no me gustaba, pero de alguna manera, yo mismo las mandé a callar. ¿Era tan malo que fuera celoso? Tal vez no era tan malo y yo estaba viendo cosas donde no las había. Tal vez no era malo que fuera celoso, sólo un poco. Me gustaba mucho, y no quería perderlo.
    —Alhaitham, —iba a decir algo que me daba pena ajena, pero era por nuestro bien—, yo sólo soy tuyo.
    —¿Me lo prometes? —preguntó mientras me miraba con ojos de cachorro y ponía sus manos en mis mejillas.
    —Sí, te lo prometo.
    Alhaitham miró hacia atrás, hacia los lados, cerró la puerta y entonces comenzó a besarme. Me besaba apasionado nuevamente, como si quisiera devorarme. No mentiría, ni me engañaría a mí mismo, sus besos eran simplemente espectaculares, demasiado como para detener este momento. Sus manos subiendo en mi cintura con un agarre firme, y mis manos sobre su cuello atrayéndolo a mí... Esto quería, aunque fuera pronto. Ya no me importaba el poco tiempo que esto llevara. La mejor manera de reconciliarse era el contacto físico.
    —Kaveh, quisiera hacerte mío ahora mismo. —Alhaitham comenzó a bajar sus labios hacia mi cuello—. Quisiera tenerte debajo de mí y tocar cada centímetro de tu piel con las yemas de mis dedos.
    —Yo... yo también lo quisiera, pero no quiero ir tan rápido.
    —¿Por qué no? ¿Temes que pueda hacerte daño? ¿Temes que no me haga responsable de ti después de que tengamos relaciones?
    —Temo que te vayas de mi lado, porque serías mi primera vez, y también eres la primera persona que despertó ese lado de mí. —Lo abracé—. Para mí no es sexo, sería hacer el amor, y me ataría a ti, y si tú te vas después de eso me partirías el corazón.
    —Kaveh, mírame. —Alhaitham alzó con su dedo mi barbilla para que lo viera a los ojos—. Nunca haría algo así, ¿lo sabes no? Para mí también es algo especial, y me ataría a ti. Jamás podría dejarte después de eso.
    —¿En serio?
    —En serio. Lo único que tal vez podría ser peligroso para ti, sería que yo tengo cierto... fetiche.
    —¿Te gustan los pies?
    —No, eso me es repugnante. —Alhaitham me tomó de la cintura y me atrajo a él nuevamente, posando sus labios sobre mi cuello—. Pero me gusta dejar marcas en mi pareja. Me gusta morder y dejar mi marca.
    —¡Oh! Era eso...
    La idea de Alhaitham dejándome marcado me excitó bastante. Sentí un calor subir por mis mejillas, lo cual me indicaba que estaba completamente sonrojado, pero no me importaba que él viera eso de mí ahora. Me imaginaba la escena y me gustaba la idea. Creo que era, también, un fetiche para mí.
    —Creo que... me gustaría que hicieras eso.
    —Bien, entonces cuando estés listo, espero puedas darme una oportunidad para hacerte mío. —Alhaitham me besó la frente—. Seré gentil, para no lastimarte.
    —Bien, entonces pensaré en ello.
    Alhaitham quitó sus manos de mi cintura y se alejó hacia la puerta. Era obvio que aún tenía cosas que hacer, pero había hecho tiempo para venir a ver que ya hubiera llegado con mis cosas y que estuviera bien. Tal vez también a "marcar un poco su territorio", pero estaba bien con ello.
    —Iré a cancelar el compromiso. Nos veremos en un rato en la Taberna Lambad.
    —Sí, ahí nos veremos.
    Me preguntaba muchas cosas mientras lo veía alejarse de mi casa. Me preguntaba si realmente debía entregarme a él. Quería que mi primera vez fuera especial, con alguien que amara sin dudas ni miedo, con alguien que realmente valiera la pena. Mi manera de pensar podía ser anticuada, pero realmente quería algo así. No quería entregarme a los brazos de un desconocido, a pesar de que no juzgaba a quienes lo hacían e incluso algunas veces me causaba curiosidad. Quería que fuera especial.
    Aunque no lo quisiera, no podía confíar al cien por ciento en Alhaitham, ya que al hacerlo, podría perder mucho de mí. Ahora mismo, él es parte de esta pequeña barca que me sostiene en medio de un huracán en el océano. Si perdía una parte de la barca me preocupaba que me acabara hundiendo finalmente.
    —Maldición. No debería de haberme apegado tanto a él. —Comencé a conversar conmigo mismo mientras me tiraba a mi cama—. Es muy pronto, es muy pronto como para que esta mierda me consuma. Ni siquiera es mi novio.
    —¿Kaveh? —Era la voz de Collei, me levanté de inmediato—. ¿Hablas de Alhaitham?
    —Collei... —suspiré, no sabía si estaba bien hablar con ella de esto, pero necesitaba desahogarme—. Sí... me angustian muchas cosas.
    —Ni Cyno ni mi maestro Tighnari confían en él, pero yo quiero confíar en él. —Las palabras de Collei me tranquilizaron y sorprendieron—. He visto la manera en la que cuida de ti y la manera en la que sonríe cuando te ve. Suelo poner atención a los detalles, así que eso es algo que he visto. También he notado lo protector que es cuando está contigo, casi como si no quisiera ni siquiera que te rasguñara la hoja de un árbol. Siempre está pendiente con nosotros si ya comiste o si te sientes mal.
    —¿En serio? —No pude evitar sonreír—. ¿Él viene seguido?
    —Algunas veces no viene durante el día, porque dice que tiene mucho trabajo, pero al terminarlo, viene. Si te ve dormido va conmigo y me pregunta cómo sigues, y si te ve despierto, primero viene conmigo a preguntar tu estado y luego va contigo. —Collei me sonrió emocionada—. Incluso, cuando estabas inconsciente, el fue el que estuvo cuidándote mucho tiempo. He escuchado rumores que dicen que lo vieron ir al bosque con Patrick jalado del brazo para darle una lección. Parece que todo el mundo ha notado lo mucho que se preocupa por ti.
    Al escuchar todo eso me impactó y me sentí culpable. Tal vez estaba siendo muy duro con Alhaitham, y estaba desconfiando demasiado. Tenía conductas cuestionables, ¿pero acaso no las teníamos todos en esta vida? Tal vez había cosas que necesitaban mejorar un poco, pero con amor y tiempo todo mejoraría.
    —Collei, ¿crees que él... esté enamorado de mí? ¿O que al menos me quiera?
    —Kaveh, te contaré algo que escuché decir en privado. —Collei se sentó en la cama junto a mí—. Cuando estabas inconsciente por lo de tus brazos, él estuvo sentado junto a ti todo el tiempo, y yo llevaba cosas para limpiar tus heridas...

El Colmillo en mi Hombro: La Marca || Haikaveh AU || Primera Parte ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora