Capítulo 9: La Primera Cita

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    🔞 Este capítulo contiene descripciones sexuales gráficas, por lo cual no es para menores de 18 años. Se recomienda proceder con precaución 🔞

    ~Kaveh POV~

    Finalmente estábamos regresando a casa después de una larga noche. Todos nos habíamos separado, a excepción de Cyno, Tighnari, Collei y yo. Dado a que los cuatro íbamos hacia el mismo lado, tomamos el mismo camino. Yo iba algo ebrio, pero feliz. La tarde había comenzado muy mal, pero se había tornado en algo maravilloso. Había podido sentir el afecto y protección de Alhaitham, y eso me había hecho tomar una buena decisión.
    Sentía que mi corazón se aceleraba cada que pensaba en nuestra cita, nuestra primera cita, en la cual, si él también quería, compartiríamos un vínculo especial, un vínculo de amor en el cual nuestros cuerpos se unirían. Sonaba cursi para mí, pero me gustaba verlo así, de manera cursi y tierna más que follar o algo por el estilo. Para mí tenía un sentido especial.
    —Kaveh, ten cuidado, ya estuviste a punto de caerte dos veces por tener la mente en otro lado —me regañó Tighnari—. ¿En qué tanto piensas que prácticamente bailas al caminar?
    —Mañana será mi primera cita con Alhaitham. —Quería ser honesto, aunque no les agradara tanto la idea—. Eso me hace muy feliz, porque sé que él me hará el hombre más feliz del mundo. Sé que a ustedes no les agrada, pero él realmente me hace feliz, así que espero que se alegren conmigo.
    —Yo sí me alegro contigo —dijo Collei con una sonrisa de oreja a oreja—. Espero que seas muy feliz, Kaveh. Que ambos sean muy felices.
    —De todo corazón, esperamos también que seas feliz, Kaveh. —Cyno puso su mano en mi hombro—. Realmente mereces ser feliz, así que espero que él sepa valorarte, si no creéme que se lo haré pagar.
    No parecían muy convencidos, pero sí parecían querer mi felicidad, y parecía que comenzaban a aceptarlo. Supongo que Alhaitham se los había ganado un poco al cancelar sus planes para ir a algo que a mí me importaba.
    —Entonces, ¿empiezan a aceptar mi relación con él?
    —No te diré que nos termina de agradar, —comenzó Tighnari—, pero todos merecen una segunda oportunidad. Cyno y yo lo hablamos, y parece ser... sincero. El que hoy cancelara algo tan importante me parece bueno.
    —Sí, Kaveh —continuó Cyno—. No podemos estar seguros, porque sólo el tiempo dirá si realmente fue honesto, pero sus actitudes son muy positivas ante nuestros ojos. Pero pensamos que es honesto, y decidimos aceptarlo.
    —Gracias —los abracé, y junté a Collei al abrazo—. No saben lo mucho que significa para mí que lo acepten. Ustedes son mi familia ahora, y significa mucho que lo acepten.
    Los tres sonreían felices. Al principio el abrazo pareció sorprenderlos, pero poco a poco sus facciones mostraban lo conmovidos que estaban. Parecían estar felices por mí. Y yo también estaba feliz. Todo parecía ir mejorando poco a poco. Ya no sentía esa ansiedad latente todo el tiempo. A pesar de que había ido empeorando con lo de Patrick, ahora era diferente.
    Todos nos despedimos en cuanto llegamos a Villa Gandharva y nos dirigimos a nuestros hogares. Yo, de no haber sido por el alcohol, la emoción no me hubiera dejado dormir. Estaba tan emocionado por qué sucedería mañana, que no podía parar de imaginarlo. Sin embargo, el sueño era mayor. Apenas llegué a mi cama, sentía que daba vueltas y flotaba. Pero pronto el sueño empezó a vencerme hasta que me quedé dormido.


    En 15 minutos pasaría Alhaitham por mí. Yo ya estaba listo, pero no podía evitar mirarme al espejo una y otra vez para asegurarme de realmente estar listo. Quería verme perfecto hoy. Necesitaba que Alhaitham me viera perfecto y radiante. Quería lucir bien para él.
    —Desgastarás el espejo de tanto estarte mirando.
    —Lo siento —dije sonriendo—. Es que, quiero verme realmente bien.
    —Sí, sí. Te ves guapísimo —dijo Tighnari—. Y ahora sal, que el afortunado llegó antes de lo debido.
    —¿En serio? —Sentí un ligero pánico—.  ¿Ya está aquí?
    —Sí. Apresúrate.
    Agarré a Mehrak y me apresuré a bajar. En él traía todo lo necesario para hoy, así que no sería necesario salir por más cosas. Ya tenía más o menos el día planeado, pero si a Alhaitham no le gustaba algo, lo cambiaríamos.
    Bajé corriendo y lo miré frente a mí, con una flor en la mano. Era un loto kalpa. Era simplemente precioso, pero saber que probablemente me lo daría Alhaitham, lo hacía valer tres veces más para mí. No podía evitar sonreír con el simple pensamiento de él dándome flores.
    —Hola, Kaveh. —Me dio un corto beso en los labios—. Traje este loto kalpa para ti. Espero sea de tu agrado.
    —Muchas gracias, Al. Me encanta. —Lo tomé en mis manos y lo olí—. Me encanta el olor que desprenden, como a tierra mojada.
    —Se vería precioso en tu pelo. —Alhaitham tomó el loto kalpa y me lo colocó en el cabello—. ¿Lo ves? Te ves perfecto.
    —Gracias. —Comencé a sonrojarme, lo podía sentir—. Tú también te ves perfecto, Al. Eres guapísimo, y tu cuerpo es maravilloso.
    Me tapé la boca, sorprendido por mis palabras tan pervertidas. Tenía que admitir que me imaginaba con Alhaitham sobre una cama ya, pero no por eso debía estar diciendo tantas obscenidades. Ya bastante hacía con pensarlas, pero decirlas en voz alta era otro tema.
    —¿Por qué te avergüenzas? —Rió Alhaitham y se acercó a mi oído—. Puedes admirarme cuanto quieras, porque este cuerpo es tuyo. Tu cuerpo también me fascina.
    —Alhaitham —dije avergonzado—. Mejor vayamos a nuestra cita.
    —¿Y a dónde piensas llevarme? —preguntó mientras me tomaba la mano.
    —Tengo muchos planes, pero quiero saber si te agrada la idea.
    —Yo lo que quiero es estar contigo, así que no me importa cómo ni en dónde. Si tú eres feliz, yo lo seré.
    —Bien, pero si algo te desagrada, quiero que me digas.
    —De acuerdo, entonces vayamos al lugar o lugares que tienes planeados.
    Y así comenzó nuestro recorrido. Primero fuimos a algunos lugares conocidos y algo turísticos, pero poco a poco fuimos yendo a lugares menos conocidos que me parecían fascinantes. Alhaitham también parecía encontrarlos muy fascinantes. Algunos de esos lugares fueron el Jardín Dhyai, Floresta Apam y la Montaña Devantaka. Parecía que el lugar que más le había gustado a Alhaitham había sido Floresta Apam. Aunque también había mencionado que el Guardián de las Ruinas gigante había sido algo digno de ver.
    La noche comenzaba a caer, y el momento de empezar a subir la temperatura había comenzado. El último lugar estaba cerca, así que debía comenzar a hablar con Alhaitham sobre el rumbo que tomaría la cita si él lo quería. Le diría que estaba listo.
    —Entonces... ¿te gustó la cita de hoy? —comencé a decir nervioso.
    —Me gustó mucho. No sólo pude ver zonas nuevas y supe su explicación desde un punto de vista arquitectónico, sino que pude estar contigo. —Alhaitham alzó mi mano que tenía agarrada y la besó—. Disfruté mucho pasar tiempo contigo.
    —Yo también disfruté mucho pasar el tiempo contigo. Pero estamos llegando al casi final de nuestra cita. —Me frené y me puse frente a él—. Este lugar es la última parada si así lo quieres, y entenderé si no o si prefieres otro lugar, pero... depende de tu decisión si esta cita acaba antes o hasta el amanecer.
    —¿Hasta el amanecer? —preguntó Alhaitham interesado, atrayéndome por la cintura hacia él—. ¿Y dónde es nuestra siguiente parada?
    —Es... tu casa en el tronco, donde más o menos comenzó esta historia. Pensé que sería un buen lugar para... nuestra primera noche juntos. —Comenzaba a sentirme nervioso, así que caminé y me di la vuelta, dándole la espalda y jugueteando con mis manos—. Claro que no quiero que te sientas presionado si no estás listo, sólo si estás listo quiero que lo hagamos.
    Alhaitham se acercó por detrás, poniendo sus manos sobre mis caderas. Su respiración se sentía en mi nuca, mientras su boca dejaba pequeños besos largos. Sentía que los vellos de mi piel se erizaban. Empezaba a sentir una erección detrás mío, pegada a mi trasero. Podía sentir el miembro de Alhaitham rozando. No pude evitar tener una erección también.
    —Bromeas, ¿no? He querido esto por mucho tiempo. —Alhaitham me giró y comenzó a besarme—. Tú, debajo mío. Tú con esos ojos suplicantes pidiendo que no te la meta más, y yo dándote más duro hasta que te vengas.
    —¡Alhaitham! —dije avergonzado. A veces él podía ser... muy sin filtros—. Eso fue demasiado...
    —¿Vulgar? Creo que en este punto no me importa tanto. Sólo quiero tenerte debajo mío.
    Alhaitham comenzó a besarme con desesperación. Ni siquiera le importaba que estuvieramos al exterior, donde la gente podía ver. Él besaba mis labios desenfrenadamente, y sus manos daban un recorrido por todo mi cuerpo, subiendo y bajando sin parar.
    Nunca nadie me había tocado así, por lo que sentía que estaba a punto de venirme. Me preocupaba que pensara que era alguien que duraba poco en la cama, así que debía frenarlo cuanto antes. No podía seguir así, porque si seguíamos así, tal vez no aguantaría mucho más.
    —Espera —dije separándome de él—. Por favor, entremos a tu casa.
    —Bien, entonces hagamos eso.
    Alhaitham me cargó sin previo aviso. Ni siquiera le importaba ser un poco brusco, aunque, si era completamente honesto, sus manos agarrando con firmeza mis costillas y mis muslos mientras me cargaba, me excitaba bastante. Quería sentir sus manos tomándome con firmeza mientras me penetraba una y otra vez.
    Me bajó bruscamente, y yo comencé a besarlo más apasionado aún. Hasta que sentí que había aún más pasión en él que en mí, y mucha más fuerza. Pronto se deshizo de mi ropa, casi rompiéndola. También se quitó la suya con mucha rapidez. Entonces, me aventó a la cama.
    —Lo siento, no quiero ser brusco, pero realmente me gustas Kaveh, quiero tu cuerpo. Quiero sentir tus entrañas palpitando mientras entro en ti.
    Sus palabras me excitaban, pero su brusquedad me sorprendía un poco. Sus manos bajaron mi ropa interior con rapidez. Me abrió de piernas, mientras mojaba sus dedos con su saliva.
    —Es-Espera, yo... traje un lubricante. —Saqué con rapidez el lubricante de dentro de Mehrak y se lo entregué a Alhaitham—. No sé qué tan buena sea la marca, pero me dijeron que es bueno.
    —Tan preparado... —dijo con una sonrisa pícara.
    Se llenó los dedos de lubricante y se acercó a mí. Comenzó a besarme. Supongo que había notado que estaba nervioso, así que quería calmar mis nervios a través de besos. Pero no podía calmarme por completo.
    —Iré lento. No quiero lastimarte siendo tu primera vez.
    Sus dedos comenzaron a presionar ligeramente contra mi cavidad anal. Primero era como si la masajeara, pero poco a poco comenzaba a hacer un poco más y más de presión. No podía explicarlo, pero había comenzado a sentir placer. Uno de sus dedos comenzó a introducirse lentamente. Al principio se sentía incómodo y raro. No me gustaba la sensación, pero poco a poco comencé a acostumbrarme, y luego comenzó a gustarme.
    Otro de sus dedos se introdujo al poco tiempo y siguió el mismo proceso del anterior, hasta que pudo introducir tres dedos. Mis piernas comenzaban a moverse por sí solas, y mi espalda comenzaba a arquearse sin parar. Esto ya me gustaba más de lo debido, así que mi cuerpo comenzaba a reaccionar. Sus dedos estiraban mi cavidad anal de vez en cuando, hasta que sentí que estaba listo.
    —Ya puedes meterlo. Ya estoy listo.
    Alhaitham no dijo nada, sólo se quitó la ropa interior y miró mi cuerpo de arriba abajo. Sin embargo, yo no podía parar de mirar su pene. Era demasiado grande y grueso. No entendía cómo esa cosa era humana. ¿Acaso era normal tener un pene así o era un tipo de condición física? El mío era largo, pero era delgado, pero el suyo era una monstruosidad. Comencé a temer por mi agujero.
    —Alhaitham, está muy grande —No pude evitar comentarlo.
    —Espero que eso te haga sentir mejor.
    Sin decir más, se introdujo dentro de mí. Al principio dolió un poco, y no quería que se moviera tanto, pero para mi fortuna, él lo notó, y se movió suavemente mientras me acariciaba el cabello y me besaba con suavidad. Eso me ayudó mucho a relajarme, y al relajarme, el dolor comenzó a desvanecerse lentamente.
    Enrosqué mis piernas alrededor de su cadera y él comenzó a penetrar con más rapidez. Sentía que ya no podría aguantar mucho más. Sus movimientos, sus besos, sus caricias, su piel contra la mía, los pequeños gemidos que soltaba. Todo de él me enloquecía y me excitaba. Sentía que quería estar así siempre, con su cuerpo sobre el mío.
    —Alhaitham, espera, creo que me voy a venir.
    —Hazlo, yo también estoy cerca.
    Alhaitham siguió, incluso con más rapidez. Sentí que mis entrañas se movían sin parar una y otra vez. Sentía cómo se abría camino dentro de mí y me hacía suyo. Mi cuerpo ya no podía contenerse más. El dolor ya no existía en mí, lo cual era lo único que me frenaba, y sus movimientos hacían que ya no pudiera resistir más. Incluso su abdomen rozaba contra mi miembro, masturbándolo. 
    Sentí cómo aumentó la sensación hasta que no pude más y llegué al clímax. Mi cuerpo temblaba sin parar, como si me convulsionara, y mi pene no dejaba de sacar semen. No pude evitar gemir ante la situación. Pero Alhaitham también se vino a los pocos segundos, y pude sentir como me llenaba el interior con su semen.
    —Alhaitham, ¿por qué tiemblo? ¿Es normal? —No era experto en el sexo, pero Alhaitham no temblaba y yo sí, así que me preocupé—. Tú no tiemblas.
    —Oh, Kaveh. —Alhaitham me sonrió y me dio ligeros besos en la frente—. Eres tan inocente que me produces mucha ternura. Es completamente normal, no te preocupes. Descansa unos segundos, porque esto no ha acabado.
    —Me decepcionaría si fuera así.
    Alhaitham salió de mí y me dio la vuelta, dejando mi espalda pegada a su pecho. Mis piernas temblaban en esta posición, conmigo de rodillas. Me tomó del cuello, apretando ligeramente. No sabía que me excitaba que me ahorcaran y fueran ligeramente rudos hasta ahora. Su mano sobre mi cuello con firmeza para tomarme, pero con la delicadeza para dejarme respirar.
    Sentí cómo sus dientes se clavaban en mi piel, y recordé sus palabras en ese momento, el hecho de que a él le gustaba morder y dejar marcas. Me preguntaba si sería su primera vez, pero por su experiencia, podía decir que no. Ni siquiera podía recordar si me lo había comentado o no, pero a este punto, era obvio que él era un experto.
    Su otra mano sostenía mi miembro, tocándome lentamente. Mi respiración se agitaba nuevamente, y una erección volvía a aparecer. Iba tan lento que era doloroso. Lo quería dentro de mí otra vez sin parar. Quería su rudeza, quería que me mordiera, que me hiciera sentir todo.
    Su mano se deslizó de mi miembro hacía atrás, y, antes de que pudiera darme cuenta, nuevamente me la metió. Me embestía con rudeza y a la vez con lentitud. Era mortal para mí, porque era más consciente de todo, y más en esta posición, en la que estaba tocando un punto que incluso me hacía sentir cosas que jamás creí que podría sentir en mi cuerpo.
    —Ahh, Alhaitham. Ahí se siente muy bien.
    Alhaitham no me respondía, él seguía mordiendo mi cuello y hombros sin parar; también seguía embistiéndome. Sus manos me sostenían contra él. Mi espalda estaba prácticamente recargada en su torso mientras él seguía embistiendo y mordiendo.
    Se sentía tan bien que me sentía mareado. Me preguntaba si era normal. Por ratos, pensaba que me desmayaría. Pero esto se sentía tan bien que ya no podría aguantar mucho más. Sus embestidas eran muy precisas en los puntos exactos.
    Comenzó a aumentar la velocidad, dándome a entender que él tampoco aguantaría mucho más, ya estaba cerca, ambos estábamos cerca. Su pene se introducía cada vez más y más adentro, como si eso fuera posible. Podía sentir cómo exploraba cada parte interna de mí.
    —Kaveh, ngh, estoy cerca.
    —Yo también, Al.
    —Dime que eres mío, Kaveh. —Su voz sonaba demandante, supongo que le excitaba la idea de que le dijera que era suyo, así que giré mi cabeza para verlo y darle un beso entre gemidos—. Dime que eres mío y sólo mío.
    —Soy tuyo, Alhaitham. Yo, Kaveh, soy completamente tuyo.
    Como si eso lo hubiera prendido más, comenzó a embestirme más duro y rápido. Su mano bajó de mi cintura hacia mi miembro, el cuál comenzó a masturbar sin piedad. No pude evitar gemir con más fuerza. Se sentía tan bien que mi boca se abría demasiado, haciéndome sentir ridículo al instante, por lo que me mordí los labios con fuerza para no abrirla tanto.
    —No, —dijo apretando más mi garganta, causando que incluso dejara de respirar un poco—, deja salir los gemidos o me encargaré de darte con más fuerza todavía.
    Lo miré de reojo con asombro, preguntándome qué tan fuerte podría ir, así que no le hice caso. Al instante pude ver cómo, con una expresión de enojo candente, tiró mi cuerpo hacia delante, dejando sólo mis glúteos levantados y mis piernas recargadas sobre mis rodillas. Prácticamente se recostó sobre mí, tomando mis manos con una mano, y con la otra me penetró nuevamente. Después, colocó su mano libre sobre mi cadera y me embistió con más fuerza, mientras que con la otra me dejaba prisionero de sus deseos.
    Mis gemidos, sus gemidos, nuestras respiraciones agitadas, y sus repentinas mordidas en mi cuerpo, hicieron que mi cuerpo no resistiera mucho más y me viniera, tembloroso, lleno de sudor y semen de Alhaitham en mi recto, dado a que él también se había venido ya. No sabía por qué, pero mis ojos lagrimeaban, tal vez por el placer, o por el esfuerzo. No sabía ya, pero sólo sabía que me sentía demasiado bien, y demasiado mareado.
    Alhaitham salió de mí y me soltó las manos. Me dio la vuelta con su fuerza y me miró directo a los ojos. Se recostó a mi lado y comenzó a besarme en los labios. Estos besos ya no eran apasionados, eran amorosos y tiernos. Su mano derecha abrazaba mi cintura con suavidad.
    —Alhaitham, no creo que pueda seguir, estoy muy mareado —confesé al recordar que había dicho que no se había acabado—. Tengo miedo de arruinar el ambiente, pero...
    —Shh. —Me besó nuevamente para callarme—. Fue tu primera vez, y honestamente, he sido demasiado rudo contigo. Me preocupa... lastimarte. Perdóname si fui demasiado brusco, es que tu cuerpo es demasiado hermoso, Kaveh. Eres exquisito.
    —Basta, harás que me sonrojé —dije feliz por sus comentarios.
    —Entonces mejor para mí. —Alhaitham me miró con una expresión suave, casi como si estuviera enamorado, entonces apartó unos cabellos de mi frente y me besó con ternura—. Eres adorable que te ves cuando te sonrojas. Eres adorable siempre.
    —Alhaitham, basta, o harás que...
    —¿Haré qué?
    —Nada. —Me giré arrepentido de lo que diría.
    —¡Vamos! Dime —comenzó a hacerme cosquillas.
    —Jajaja, no basta. Te diré, te diré. —No podía aguantar la risa, era demasiado sensible a las cosquillas—. Basta o harás que me enamore de ti.
    —Entonces enamórate de mí. —Alhaitham me acariciaba el rostro—. Enamórate de mí y quédate a mi lado por siempre. Sé mío siempre, Kaveh. Quédate en mis noches y mis días, quédate a mi lado cuando nos amemos y cuando nos aborrezcamos. No quiero, ni necesito a nadie más, porque ya te encontré.
    —Alhaitham... —Me enderecé para poder besarlo con todo el amor del mundo—. Alhaitham, sé que es pronto para decirlo, pero...
    —Yo también, Kaveh. Te amo. Te he amado por mucho tiempo. —Me volvió a besar con intensidad—. No me quedan dudas ahora. Quiero estar contigo siempre. Quiero ser tuyo y quiero que seas mío. Quiero que seamos uno.
    —¿Cómo es posible que alguien como tú exista? —dije maravillado por sus palabras tan directas—. ¿Por qué eres tan perfecto? Eres tan perfecto que me da miedo.
    —Sólo soy lo que quiero ser para ti siempre, un apoyo, alguien que te ame incondicionalmente, un protector, y alguien que te muerda por el resto de su vida. —Comenzó a morderme en juego, aunque me dolía un poco, pero me hacía feliz—. Quiero que te quedes a mi lado.
    —Quiero estar a tu lado.
    —Te limpiaré y dormiremos, ¿de acuerdo? Estoy seguro de que no sabes hacerlo, así que quiero ayudarte, y cuando terminemos, iremos a dormir. Necesitas recuperarte. —Se levantó y me acarició el rostro—. Lamento mucho el desastre que hice en tu trasero.
    —De acuerdo, ya entendí. Sólo ayúdame y ya no digas más. Eres tan directo en voz alta que me avergüenza.
    Me levanté para ir hacia Alhaitham. Por mi investigación, sabía que esto era algo que hacían las parejas después de tener relaciones sexuales anales. Pero, por alguna razón, mi cabeza comenzó a dar mil vueltas en cuanto intenté dar un paso. Después de levantarme, todo daba vueltas. Mi cuerpo comenzó a sentirse pesado, mis ojos comenzaron a nublarse y mis oídos comenzaron a pitar.
    —Al...
    —¿Kaveh? ¿Estás bien?
    Todo se puso negro en un instante, y ya no pude sostenerme de pie.

















    🦊: A pesar de que nadie lo dice, estoy seguro que muchxs han estado esperando por un capítulo específico, y créanme que en el siguiente capítulo se vienen cosas muy interesantes 👀, y muchas verdades 👀, y mucho angst 😌. Espero que lo disfruten/sufran tanto como yo 😌. No olviden dejar un mg y un comentario 🫶🏼. Me ayuda mucho a seguir 🫶🏼

El Colmillo en mi Hombro: La Marca || Haikaveh AU || Primera Parte ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora