El Colmillo en mi Hombro: La Marca || Haikaveh AU || Primera Parte ||TERMINADA||

Capítulo 15: Un Nuevo Rumbo

    ~Cyno POV~

    Aún no habíamos anunciado una alerta por desaparición, ya que las horas aún eran pocas, por lo cual, sólo íbamos Tighnari y yo a buscar a Kaveh. Sin embargo, si había dado un aviso personal a la matra de avisarme en caso de verlo.
    El Palacio Alcazarzaray sonaba como una opción muy buena, y la más factible. Realmente esperaba que estuviera ahí. Kaveh no debía estar solo en un momento así, queríamos ayudarlo, sólo que aún tenía ese pensamiento sobre ser un estorbo. ¿Cómo le podíamos hacer entender que era como un hermano para nosotros?
    —¿Nos deberíamos dividir? No sé qué hacer —dijo Tighnari con un tono de desesperación en su voz—. Yo le preguntaré a la gente que está aquí, ¿de acuerdo? Tú mientras podrías buscarlo en los alrededores.
    —De acuerdo. Nos veremos en el puente si no encontramos ninguna pista.
    —Disculpen, —estábamos por dividirnos cuando una mujer se nos acercó—, ¿son ustedes Cyno y Tighnari?
    —Sí, somos nosotros —respondí al ver que Tighnari estaba perplejo.
    —Su amigo les dejó esta carta hace algunas horas y me pidió que se las entregara. —La mujer nos entregó un sobre—. Con permiso.
    —Muchas gracias —respondió Tighnari mientras la mujer se retiraba—. ¿Qué dice? ¿Crees que sea de Kaveh?
    —No conozco la escritura de Kaveh, pero es una escritura muy bella, así que supongo que es de él. Sabemos que él siempre ha sido detallista.
    —Bueno, ábrela.
    Abrimos la carta tan rápido como nuestras manos temblorosas nos dejaron. Me preocupaba su contenido por la personalidad de Kaveh, y parecía que a Tighnari también. Al abrirla, pudimos notar una carta con el mismo tipo de escritura.

    Queridos Tighnari y Cyno,

    Por medio de la siguiente epístola, ante mi cobardía por enfrentarlos cara a cara, les pido disculpas y me despido.

    La situación de Patrick, mi madre y todo lo que ha sucedido me ha tomado por sorpresa en la vida. No estoy bien. Es probable que en mucho tiempo no esté bien, por eso he tomado una decisión.

    A partir de hoy, no volverán a tener mi presencia en sus vidas, como un fantasma que acecha y molesta a los inquilinos de una casa. Tomé la decisión de dejar de ser una carga para alguien que, definitivamente, no merece tener que hacerse responsable de todas mis acciones.

    Los quiero mucho, y son como mis hermanos. Es por eso que, con mucho pesar en mi corazón ante nuestra amarga y abrupta despedida, me mudaré hoy y tomaré un nuevo rumbo.

    No creo que nuestros caminos se vuelvan a cruzar, dado a que me mudaré de Sumeru. No quiero que me sigan, así que les pediré encarecidamente, que me dejen ir. Debo volar lejos, como un ave. Quiero algo de calma, y es por eso que decidí partir.
   
    Por favor, díganle a Alhaitham que no perdonaré lo que me hizo. El jugar con mis sentimientos de la manera en la que lo hizo para sacar su propio beneficio es algo que me dolerá el resto de mi vida, y lo que me ayudó a tomar una decisión definitiva de retirarme de Sumeru.

    Gracias por todo el apoyo y cariño que me brindaron. Les puedo asegurar que jamás lo olvidaré. Gracias por todo.

Con amor,
Kaveh.

    —Kaveh... ¿se fue? —preguntó Tighnari con lágrimas en los ojos y una mirada desolada.
    —Parece ser así.
    —P-pero... —Tighnari comenzó a llorar, limpiándose las lágrimas de manera inmediata—. Esto no tiene sentido, Cyno. Kaveh suele hacer cosas irracionales algunas veces, pero no creo que se vaya sin más, y si... ¿y si algo le pasó?
    —Amor, no llores. —Limpié las lágrimas de las mejillas de Tighnari y lo abracé—. Tal vez lo de Patrick fue mucho para él, pero... ¿por qué dijo eso de Alhaitham? ¿Qué le hizo ese infeliz que lo hizo tomar tal decisión.
    —No lo sé. —Tighnari se aferró a mí con más fuerza y hundió su rostro en mi pecho—. Cyno, no puedo evitar llorar. Perdóname, por favor. Odio sentirme sensible.
    —Amor, no debes disculparte por llorar.
    —Me rompe el corazón saber que Kaveh se fue por culpa de Patrick. Pero también me molesta tanto el no ser más persistente en cuanto a Alhaitham. —Tighnari se separó para mirarme a los ojos—. Yo sabía que ese bastardo lo iba a lastimar, y se lo dije en repetidas ocasiones, que tuviera cuidado y se fuera con calma... ¿Qué le haría para tomar una decisión tan inmediata?
    —No lo sé. Lo único que sé es que tendré una plática seria con Alhaitham en cuanto llegue a Villa Gandharva. —Me cubrí los ojos con la mano—. No puedo creer que hasta yo pensé que había cambiado.
    —Yo también lo pensé... —Tighnari se limpió el rostro—. Qué idiotas fuimos. Debimos de haber convencido a Kaveh de no salir con Alhaitham.
    —Vamos a casa, amor. Está comenzando a oscurecer y no quiero que te resfríes con el aire nocturno.
    Tighnari se limitó a asentir. No tenía ganas de hablar, y lo comprendía. Yo tampoco tenía demasiadas ganas de hablar. Ambos nos sentíamos tristes por la partida de Kaveh. Ni siquiera habíamos podido procesarlo, y mucho menos despedirnos. Simplemente se había esfumado, como el agua en el calor.