Capítulo 17: Para mi Querido Tartaglia

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    ~Alhaitham POV~

    Después de leer la nota, regresé al Palacio Alcazarzaray. Ya no buscaba a Kaveh esta vez. Ahora sólo buscaba tranquilidad y paz en medio del dolor de saber que había perdido a Kaveh para siempre por culpa de mis mentiras. Ahora comprendía cómo Kaveh lo sabía, y podía entender su manera de reaccionar. No podía negar que era atípico en Kaveh el no reclamarme, pero supongo que no quería desgastarse más.
    Me senté en un árbol, a contemplar desde la lejanía aquello que había creado el hombre que amaba, y que ya no estaría a mi lado jamás. Me preguntaba qué había sentido cuando se enteró, ¿le había dolido?
    —Hubiera preferido que escucharas la verdad de mis labios, Kaveh.
    Me alejé del lugar. Tenía la esperanza de que nos volveríamos a ver algún día. Tal vez, con el tiempo, Kaveh lograría regresar a mí y podríamos ser felices. Con algo de tiempo, él regresaría cuando su corazón sanara y yo podría contarle toda la verdad, lo que sabía y lo que ignoraba. No todo había sido malo... porque yo mismo había caído en esta trampa que había inventado.
    —Es justo lo que te comentaba, el rubio no parecía bien, incluso mi sabueso comenzó a ladrarle al pelirrojo cuando lo llevaba casi cargando. —La conversación del hombre llamó mi atención y me acerqué sigilosamente para escuchar mejor—. Yo pienso que el rubio estaba muy ebrio o muerto.
    —Santón, ¿empezarás nuevamente con tus historia? ¿Cómo sabes si eran amigos en realidad?
    —Te digo que no parecían amigos, cuando menos el rubio no parecía querer irse con él. Estuvo mucho tiempo sentado en aquel árbol que está a mi izquierda y después el pelirrojo llegó, lo intentó levantar, el rubio lo empujó y entonces el pelirrojo lo golpeó en la cabeza. Después de eso, el rubio ya no se levantó. Quizás lo mató.
    —¿Cómo era el pelirrojo? —No pude evitarlo más, me acerqué y pregunté—. ¿Era alguien que llevaba ropa de Snezhnaya?
    —¿Usted quién es para meterse en conversaciones ajenas? —preguntó molesto un hombre con vestimenta de Fontaine
    —Escriba Alhaitham —me saludó el hombre que no contaba la historia—. Respóndele, Santón, él es alguien importante.
    —¿En serio? Ah, pues sí, llevaba ropa de Snezhnaya.
    —¿Sabe a dónde se fueron? ¿Pudo verlo?
    —La verdad no pude verlo, pero esto se le cayó. —Me entregó la pluma azul que Kaveh siempre llevaba como adorno—. ¿Acaso lo conoce?
    —Sí, y podría estar en peligro. —Mire al guardabosques—. Por favor, den aviso a la matra, díganles que den aviso al Gran Juez para que busquen de inmediato a un hombre llamado Childe y a un hombre llamado Kaveh, el cual parece haber sido secuestrado. Díganles que el escriba Alhaitham los mandó.
    —Por supuesto.
    El guardabosques y el otro hombre se alejaron de inmediato, seguramente a darle aviso a la matra. Yo, por mi parte, ahora tenía una manera de localizar a Kaveh, ya que La Marca fallaba porque Kaveh no se encontraba consciente, la pluma me ayudaría a través de su olfato.
    Comencé a correr de donde venía su olfato, pero no pude evitar sentirme angustiado al ver la sangre seca en la pluma de Kaveh. No debía pensar negativamente, pero lo que había dicho el hombre era una posibilidad. La conexión de La Marca había sido casi inexistente los últimos dos días. Nunca había sido el dueño de La Marca en alguna persona, así que no estaba seguro de cómo actuaba en carne propia, sino sólo por el libro guía de Deirdre. Podría ser que Kaveh seguía vivo, pero estaba muriendo. Debía encontrarlo rápido.
    Seguí corriendo hacia el oeste. Pude sentir que estaba cerca. Su aroma no era tan vago, lo que quería decir que no estaba tan alejado de la Ciudad de Sumeru, probablemente. Tampoco se movía. Estaba fijo en algún lugar cercano, sólo debía encontrar dónde a través de mi olfato.
    Algo me detuvo de golpe. Mis pies se frenaron en seco ante mi sorpresa. La conexión de La Marca nuevamente era fuerte, se estaba fortaleciendo lentamente, aunque no era tan fuerte como antes. Había recuperado la consciencia. 
    Al parecer Kaveh estaba herido, pero vivo. También podía sentir que de él emanaba una gran cantidad de adrenalina y ansiedad. No sabía por qué estaba pasando, pero Kaveh estaba en peligro.
    —Por favor, espérame. Pronto llegaré a tu lado.


El Colmillo en mi Hombro: La Marca || Haikaveh AU || Primera Parte ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora