Capítulo 20: Final de la Primera Parte

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    ~Alhaitham POV~

    Los días habían pasado. Kaveh se recuperaba con mucha lentitud, pero se recuperaba. No podía hablar, así que los doctores nos habían pedido que le diéramos espacio y que no lo visitáramos en su habitación con tanta frecuencia. Kaveh me había pedido, específicamente a mí, que le diera espacio y tiempo, por lo cual me limitaba a quedarme en la sala de espera, o en algunas ocasiones lo visitaba mientras dormía.
    Quería abrazarlo y besarlo otra vez, quería que supiera la verdad. Le diría toda la verdad, desde el principio, con la esperanza de que él entendiera que, a pesar de haber sido un bastardo en un inicio, ahora era diferente. Quería que supiera que lo amaba, que mi vida entera ahora estaba atada a la suya.
    —Sólo dame una última oportunidad, por favor —musité mientras acariciaba su rubia cabellera, durante la noche, en la cual él estaba dormido—. Sólo una última oportunidad. Si no me amas ya... lo entenderé y me iré para siempre.
    La posibilidad de que ya no me amara era grande, cada vez más grande, pero aún quería tener fe. Aunque... si él me decía que ya no habría otra oportunidad, ¿qué haría? No estaba seguro de poder aceptarlo así como así. Mi corazón quedaría completamente destrozado sin Kaveh. Yo ya no podía imaginarme una vida sin él.
    Lo peor de todo era que La Marca parecía ya no existir. En su hombro, ya no existía aquella huella, y el trazo marcado por esta ya no existía. Nada nos unía ya. Si él tuviera aún La Marca, yo podría rendirme ante la vida y dejar de alimentarme de él para así morir, pero eso ya no era una posibilidad.
    —Por favor, por favor —supliqué susurrante, lo cual era nuevo para mí—. Por favor, perdóname. No puedo vivir sin ti.


    ~Kaveh POV~

    Los últimos días no habían sido particularmente fáciles. No sentía que me estuviera recuperando en lo absoluto. Mi garganta seguía muy dañada, me costaba mucho respirar, así que no podía quitarme el oxígeno y era sumamente incómodo, no podía dormir cómodamente porque la camilla estaba muy dura, me sentía muy débil, etc.
    Tighnari y Cyno venían a diario a visitarme. Me traían flores cada cierto tiempo y me daban ánimos. De no ser por ellos, hubiera enloquecido por completo. De cualquier manera, no podían estar mucho tiempo por recomendación del doctor, así que sólo venían un rato pequeño y se iban.
    Yo había pedido que Alhaitham no entrara y que me diera algo de tiempo y espacio. En un principio parecía que respetaba lo que había pedido, pero una noche escuché que alguien entraba; no podía dormir debido a un agudo dolor en la espalda, por lo que alguien entrando en una hora inapropiada, me hizo pensar en Childe. Fingí estar dormido, con pánico, sintiendo que mi corazón estaba latiendo con toda la fuerza que podía.
    "Estaré aquí ahora que no puedes decirme que me vaya y no te cuide. Quiero estar a tu lado", fue lo que mis oídos escucharon, con la voz de Alhaitham. Mi corazón se desaceleró y me tranquilicé al notar que era él.
    Al día siguiente, también fingí estar dormido, para poder comprobar si venía todas las noches, y nuevamente lo hizo. Sabía que era estúpido de mi parte emocionarme por esto, pero me emocionaba que él estuviera aquí, así fuera solamente por la conveniencia de La Marca. Tal vez, dentro de él, había aún un poco de interés en mí.
    Así los días pasaron hasta encontrarme otra noche esperándolo para escuchar que tenía para decirme esta vez. Miré algunas veces a la puerta, al notar su clara ausencia. El tiempo pasaba y él no llegaba, hasta que escuché pasos apresurados dirigirse hacia aquí. Me giré y cerré los ojos velozmente. Ahora sólo debía calmar mi respiración.
    —Uff, hoy llegué un poco tarde, —susurró—, pero te prometo que tengo una explicación. Tuve mucho trabajo hoy y me fue difícil zafarme de mis obligaciones para venir a tu lado.
    Pude escuchar a Alhaitham mover la silla. Aparentemente, la arrastraba para quedar cerca de la camilla y así estar a mi lado. Después de acercarse se quedó en silencio durante unos largos segundos, y entonces comenzó a acariciar mi cabeza. Escuchaba algo parecido a sollozos. Alhaitham parecía estar sollozando.
    —Sólo dame una última oportunidad, por favor. —Su voz sonaba cortada—. Sólo una última oportunidad. Si no me amas ya... lo entenderé y me iré para siempre.
    Sus palabras me quebraron. Agradecí estar de espaldas a él, porque no pude contener las lágrimas al escucharlo tan quebrado. Quería decirle en ese preciso momento que lo perdonaba, pero no podía hacer eso, no si tenía dignidad. Por primera vez, quería que se fuera, para que no fuera a notar que estaba despierto y que lloraba.
    —Por favor, por favor. Por favor, perdóname. No puedo vivir sin ti.
    Su voz tenía un tono de desesperación con cada palabra que dejaba escapar de sus labios. ¿Qué era lo que le preocupaba? ¿Le preocupaba no tener sangre para beber y terminar muerto?
    —¿Sabes? La Marca desapareció. —Involuntariamente, contuve la respiración al saberlo—. Tú y yo ya no tenemos nada que nos una y yo lo sé, pero... Aún así quiero estar contigo y quiero pasar el resto de mi vida contigo. Tal vez con La Marca sentirías algo de pena por mí y podría tener un pretexto para verte, pero sin La Marca sé que te irás de mi lado y nunca te volveré a ver.
    Me quedé frío al saber que no nos unía La Marca ya. Me hacía sentir vacío. No sabía de su existencia sino hasta hace poco, pero era algo que, en cierta manera, se había vuelto especial. Era como un lazo íntimo entre Alhaitham y yo. ¿Estaríamos bien si nuevamente regresábamos a nuestra relación, a pesar de no estar unidos por La Marca? ¿Y si ya no funcionaba? ¿Él se iría de mi lado porque ya no me necesitaría?
    De alguna manera, La Marca se había convertido en lo que nos había unido como pareja. Tal vez era la razón por la que Alhaitham se sentía así, por la que se comportaba de manera inusual, la razón por la que él pensaba que me amaba, pero tal vez era un engaño, como un hechizo al que Alhaitham se había atado de manera involuntaria. De ser así, si ahora intentaba amarme, tal vez se daría cuenta de ello y me desecharía. Se daría cuenta que era un error y una consecuencia de la marca, pero que no era la realidad. Entonces yo saldría sobrando y mi corazón se rompería en mil pedazos.
    —Kaveh, ¿podrías permitirme amarte? Quiero conocerte de nuevo, conocerte bien. —Alhaitham acariciaba mi cabello nuevamente—. Sé que no merezco otra oportunidad y que fui un bastardo, pero esta vez será diferente.
    —¿Quién me asegura que no me lastimarás? —pregunté cansado de fingir que dormía.
    Me di la vuelta al no obtener respuesta. Alhaitham estaba más que sorprendido, incluso diría que se encontraba bastante asustado. Su semblante dejaba ver el porqué no contestaba.
    —Kaveh... Tú... estás...
    —Sí, he estado despierto durante muchas noches, escuchando lo que dices y sintiendo tu presencia. —Me senté en la cama—. No había dicho nada porque mi intención no es hacerte el daño que tú me has hecho hasta ahora. Pensé que eventualmente te cansarías de esto, que obedecerías mi voluntad.
    —Kaveh, lo siento —bajó la mirada.
    —No te disculpes ya. —Alhaitham me miró nuevamente—. Pero hablo en serio, Alhaitham. Tu supuesto amor hacia mí podría ser un efecto secundario de La Marca, así que tal vez pienses que me amas pero no es así. Entonces me dejarás, lleno de dolor y preguntas, y entonces te irás. Eso me lastimaría por el resto de mi vida, volver a intentar algo que desde un principio estaba hecho para fracasar.
    —¿Y si no es un efecto secundario? De ser así ya se habría desvanecido, ¿no crees? —Alhaitham intentaba, con desesperación, explicarme—. Pero no se ha desvanecido. Incluso yo, un hombre que jamás creyó amar a nadie, te puede decir lo inquieto que se siente por no tenerte a su lado. Kaveh, lo que te digo que siento por ti no es mentira esta vez.
    —¿Y cómo podría volver a creerte? Eres tan buen actor que me asusta. Siempre creí que... siempre creí que tus intenciones eran verdaderas hacia mí. Jamás dudé de tus sentimientos, ni por un segundo, pero ahora me doy cuenta de que en realidad debí dudarlo, cada segundo. Debí dudar de cada palabra que decías, porque lo único que buscabas era alimentarte.
    —Kaveh, te juro que ya no es así. Las cosas han cambiado y yo ya no soy el mismo de antes. Lo único que quiero es amarte bien, demostrarte quién soy realmente y darte todo lo que no pude darte bien en el pasado.
    —Alhaitham, me entregué a ti. —Comencé a llorar, a pesar de que no quería verme débil frente a él—. Fuiste el primer hombre con quien hice el amor. Nunca amé a nadie como te amé a ti. Pero después me enteré de la realidad, que sólo hacías el amor conmigo por unas migajas de pan.
    —¿Me amaste? ¿Por qué lo dices en pasado? —Pude ver el miedo recorrer sus ojos—. ¿Ya no me amas?
    —Yo... —No admitiría la verdad—... dejé de amarte en el momento en que supe la verdad. Cuando supe que era una farsa, mi amor por ti se desmoronó y se convirtió en resentimiento. Ya no pude... amarte.
    Alhaitham no hablaba, y yo no lo miraba a los ojos. Pasaron los segundos, así que lo miré. Sólo entonces noté lo delgado que estaba, lo demacrado que se veía. Sus huesos eran muy notorios en su piel, su rostro parecía más afilado de lo normal. Tenía ojeras prominentes y la piel muy pálida. Sus ojos estaban enrojecidos, llenos de agua, y su mirada ya no tenía el mismo brillo que antes. Me arrepentí de mentirle. Quería decirle que lo amaba y que siempre sería él, pero no podía caer en otra trampa. No quería salir lastimado nuevamente.
    —Por favor, dime que es una mentira. Yo puedo vivir con tu enojo, y sé que puedo demostrarte la verdad, pero si tú no me amas...
    —Ya no te amo, Alhaitham —lo interrumpí—. Entiéndelo, por favor. Lo que alguna vez sentí por ti se hizo trizas. Sólo accedí a hablar contigo por el amor que una vez te tuve, pero ya no es así. Ese amor ya no existe. Lo lamento mucho. Creo que ambos deberíamos de seguir con nuestras vidas y dejar esto como un buen recuerdo.
    —Kaveh, yo te amo. —Alhaitham comenzó a llorar—. Nunca amé a nadie, nunca sentí esto por alguien. Ni siquiera sabía qué era el amor hasta ahora. Pensé que sería fácil engañarte y fingir amarte cuando todo empezó, pero no calculé que caería en mi propia telaraña, en mi propia trampa. Comencé a amarte sin darme cuenta. Poco a poco me fuiste hechizando hasta causar en mí un cambio, un giro de 180°.
    —Alhaitham, —Si seguía escuchándolo, caería rendido a él nuevamente—, detente.
    —No, quiero que lo sepas. Ya te escuché, ahora permíteme hablar. —Se limpió las lágrimas, aunque seguía llorando—. Al principio sólo me interesabas por tu sangre, jamás te vi como alguien a quien podría amar. Siempre pensé que te veía como a una mascota, porque jamás te odié, pero me preocupaba por ti y quería protegerte todo el maldito tiempo. Es lo que escuchaba decir a los demás sobre tener mascotas, que siempre quieres cuidarlas. Pensé que eras eso para mí, pero cuando comencé a verte con Childe sentí algo que jamás había sentido, una punzada en mi pecho que hacía querer arrancarle la cabeza y jamás verte a su lado.
    »No entendía qué me sucedía. De un momento a otro, sólo tú ocupabas toda mi mente. ¡Maldita sea! Ni siquiera he podido trabajar bien porque lo único que hago es pensar en ti. Cuando tú desapareces de mi vista siento un agujero en mi pecho. Cuando te tuve entre mis brazos e hicimos el amor, me sentía lleno, me sentía feliz y me sentía extraño, como si ya nunca pudiera separarme de ti. Lo único que quería era que otra vez tuviéramos más tiempo para nosotros.
    »Cuando Childe te secuestró, estuve dispuesto a dar mi vida por la tuya si era necesario. Entendí que no eras mi mascota, entendí que nada importaba mas que tú estuvieras bien. No me importaba morir, no me importaba tener tu sangre, ni tener tu cuerpo, en caso de que pienses que deseo tu cuerpo por placer; mi único objetivo era salvarte, era protegerte. No me importaba pasar por la tortura más inhumana posible si con eso te salvaba.
    »La vida para mí ya no era importante, si no era la tuya. Hubiera hecho lo que sea por siquiera impedir que pasaras por algo tan tortuoso. Hubiera caminado sobre el mismísimo infierno durante el resto de mis días, si con eso hubiera evitado tus lágrimas y tu dolor.
    »Sé que no merezco una segunda oportunidad, porque el otro dolor lo provoqué yo. Sé que fui un estúpido, también que no te merezo, pero también sé que nadie te amara tanto como te amo yo. Y no lo digo con el afán de que regreses conmigo, porque sé que ya no me amas. Sólo lo digo porque quiero que sepas que eres y serás la única persona que amaré hasta el fin de mis días.
    Alhaitham se levantó de su asiento y se acercó hacia mí. Tenía los ojos completamente aguados. No pude evitar que mis ojos reaccionaran de la misma manera. Verlo tan roto, tan mal, me dolía. Alhaitham recargó su frente en la mía.
    —Me iré, Kaveh. Prometo no molestarte nunca más, porque lo último que quiero es ser una molestia para ti. Si tú ya no me amas, no tengo nada por lo que luchar, porque sería en vano. —Alhaitham acarició mi mejilla, ambos mirándonos a los ojos—. ¿Me permitirías besarte una última vez?
    Mi mente me decía que no debía hacerlo, que era peligroso y que con esto perdería la poca dignidad que me quedaba. Por otro lado, mi corazón decía que detuviera su mano cuando el beso terminara y le dijera: "¿Quién te crees para decidir que este será el último beso?".
    —Sí. —No dije más, porque mi cobardía me impedía que le dijera más.
    Alhaitham me besó apasionadamente. Sus palabras parecían verdad a través del beso que me estaba dando. Su beso me hacía sentir que todo lo que había dicho era verdad. Dejé que las lágrimas rodaran por mis mejillas.
    —Si algún día vuelves a sentir algo por mí, —dijo en cuanto se separó de mí—,  aunque sea una chispa, o aunque sea lástima, ¿podrías darme otra oportunidad?
    —No, Alhaitham. Prefiero que te olvides de mí, por favor. —Nuestros rostros aún estaban pegados—. Ten esto en tu memoria como un buen recuerdo y déjame ir.
    Alhaitham se separó de mí, mirándome profundamente a los ojos. Su mirada dejaba ver la desesperanza y tristeza que lo inundaba. No decía nada, no se movía, sólo me miraba, como si fuera un recipiente hueco que alguna vez albergó un alma, pero que ya no existía tal cosa.
    Miró hacia el piso, completamente perdido y en silencio. Su cuerpo ya no estaba tenso, sólo parecía cansado y sin ánimos. Me miró una última vez, esbozó una sonrisa lastimosa y asintió con la cabeza. Entonces se giró y se marchó por la puerta, dejándome con el corazón hecho trizas.
    Quería correr tras él. Quería gritarle que no era cierto, que todo lo que había dicho lo había dicho desde el miedo de que él nuevamente me lastimara, pero no pude. En vez de eso me quedé sentado en la camilla de mi cama y comencé a llorar desconsoladamente.
    Había pasado por situaciones muy dolorosas, pero Alhaitham había sido el salvavidas en medio de este profundo y ancho océano. Ahora ya no tenía salvavidas, y no había botes de rescate para mí. Estaba completamente solo, en aguas gélidas y una oscuridad tan profunda como nunca la había vivido.
    Mi pecho sentía estallar de dolor y mi garganta no aguantaba más presión que la que ya había tenido por no llorar. Lloraba, dando patadas y golpes, gritando, gimiendo del dolor tan profundo que me causaba haberlo perdido.
    "¡¿Cómo pudiste lastimarme al punto de dejarme sin nada en medio de esta pesadilla?!", quería gritarle, "¡¿Cómo pudiste lastimarme sabiendo por lo que estaba pasando?!". Quería golpearlo, quería gritarle hasta que estuviera afónico y mi garganta ardiera. Quería que supiera que odiaba sus mentiras, pero no podía odiarlo a él. Quería decirle que lo amaría por el resto de mi vida y que no habría nadie más. Quería ser capaz de odiarlo.
    —No te vayas, —susurré en medio del llanto—, por favor, no te vayas. No me dejes solo. No puedo quedarme solo otra vez. Ya no puedo seguir con esto, ya no puedo seguir en esta oscuridad. Sálvame, Alhaitham. Sálvame, por favor.
















    🦊: ¡Hemos llegado al final de la primera parte de "El Colmillo en mi Hombro"! 🥳🥳🥳. Los últimos capítulos fueron puro angst y sufridera jajaja, pero lo disfruté demasiado. Espero que lo hayan sufrido y disfrutado tanto como yo 🩶.
    Me daré un pequeño descanso antes de comenzar con la segunda parte 🩶, ya que lo merezco y lo necesito. Además, necesito preparar todo para traerles algo mejor 🩶. Espero ver a los que noto siempre en la segunda parte, porque si no me dará mucha tristeza :(. No me abandonen, ¿eh?
    Mientras me tomo mi descanso, quiero pedirles que dejen sus preguntas si es que tienen algunas 🩶. No me ignoren desgraciadxs, que eso duele >:(, jajaja, bromita pero si quieren no es broma. En fin, si tienen preguntas escríbanlas abajo y yo las responderé con mucho gusto 🫶. Los tqm 🫶. Nos vemos en unos meses 🩶.

El Colmillo en mi Hombro: La Marca || Haikaveh AU || Primera Parte ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora