Capítulo 11: Mascota

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    ~Alhaitham POV~

    ~Continuación del Flashback~

    No había nada como una niña que romantizara la situación para sus "casi" padres. Ella debía ser mi objetivo principal si quería conquistar los corazones de Tighnari, Cyno y Kaveh. Ella era inocente, muy inocente. Así que ella me creería con más facilidad. Sólo debía encontrar el momento adecuado para empezar a contarle mi historia y que ella no guardara el secreto con los demás.
    Fui a la habitación de Kaveh para observar que no necesitara nada y que estuviera descansando correctamente. Todo parecía ir bien. Sólo me preocupaba que se veía muy pálido. Toqué su frente para saber si tenía fiebre o cuál era su temperatura, pero parecía la temperatura de cualquier ser humano. A lo mucho, un tanto frío.
    Escuché unas pisadas en la cercanía, incluso unos quejidos oprimidos. Me asomé ligeramente desde mi asiento a lado de Kaveh, y vi a Collei cargando algunas cosas. Fue ahí cuando la idea más brillante vino a mi cabeza. ¿Había algo que convenciera más que una persona abriendo su corazón sin que nadie lo escuchara? Nada conmovía más a los humanos que alguien declarando su amor a otra persona que está inconsciente. Se vería verdadero y honesto, y eso convencería a Collei más que las palabras que yo pudiera decirle.
    Comencé a prepararme para la actuación del siglo. Para mi fortuna, podía llorar si me lo proponía ahora mismo. Sólo tenía que pensar en animales muriendo en un incendio y sería fácil. Nada me conmovía, a excepción del pensamiento de inocentes criaturas muriendo de una manera tan terrible. Y, para mi fortuna, al pensarlo, comencé a llorar.
    —No sé qué haré si te pasa algo —hablé entre sollozos mientras tomaba la mano izquierda de Kaveh—. Kaveh, llevo mucho tiempo enamorado de ti. Odiaba la idea de amarte, así que te alejé siendo grosero. Me daba tanto miedo lo que sentía que te lastimé...
    Hice una pausa para utilizar mi buen oído. Escuchaba la respiración de Collei afuera de la villa. Mi objetivo se estaba cumpliendo. Sólo necesitaba aguantar un poco más diciendo cursilerías para que ella lo tomara en serio.
    —Por favor, despierta. Quiero amarte correctamente. Quiero decirte lo que siento. Kaveh, eres mi primer amor. Por favor, despierta.
    Un gran golpe se escuchó afuera, seguido de agua esparciéndose por todo el lugar. Podía tomar esta misión como completada. Collei estaba tan impresionada por la confesión que había tirado el agua que traía, junto con muchas cosas. La incógnita era ahora cuál sería su reacción. ¿Confesaría escuchar todo o fingiría no haber escuchado?
    —¡Oh no! Apenas voy llegando y ya tiré toda el agua. Espero mi maestro no me regañe si llega pronto. —Dejó las cosas sobre la mesa—. Lo siento por entrar así, es que venía con las cosas. ¿Cómo sigue Kaveh? ¿Ha despertado?
    La respuesta era que fingiría locura. No podía simplemente dejar pasar la situación. Necesitaba seguir en mi papel. Collei sin duda me decepcionaba. No sólo no sabía fingir, sino que también era una pésima mentirosa. De cualquier forma, me hubiera convenido más que me dijera la verdad, que había escuchado todo.
    —No ha... despertado. —Intencionalmente, quebré la voz, como si fuera a llorar, y luego aclaré mi garganta—. Lo siento.
    —Alhaitham, tranquilo. —Corrió hacia mí y me acarició la espalda. Era demasiado empática—. Él va a despertar, sólo hay que darle tiempo. Él estará bien. Ya verás que despertará y todo esto quedará enterrado en el pasado. Nuestro Kaveh es muy fuerte.
    —Yo... realmente lo amo, Collei. —Comencé a llorar nuevamente—. Lo amo como jamás había amado a nadie. Si él no despierta yo me iré junto con él. No quiero la vida si es sin él. Él le da sentido a mi vida.
    —Alhaitham...
    Collei se notaba conmocionada con esta repentina confesión cara a cara. Pero, en mi opinión, ya me había ganado su confianza y creería ciegamente que amaba a Kaveh, así que me apoyaría. Seguiría siendo bueno con ella para ganarme su afecto y que me apoyara aún más, incluso si eso signficaba rebelarse ante sus figuras paternas.
    —Por favor, no le digas a nadie esto —le supliqué—. Por favor, prométeme que nadie sabrá que amo a Kaveh de una manera tan irracional.
    —No te preocupes, tu secreto estará a salvo conmigo.
    Le sonreí, era una manera de demostrarle lo agradecido que estaba, y ella me sonrió de regreso. Nada mejor para unir a dos personas que un secreto compartido. Collei era una buena persona, y eso ayudaría mucho a mi plan.
    Tighnari llegó a los pocos segundos, por lo que me limpié las lágrimas y me dirigí hacia la ventana. Tenía que mantener la actitud orgullosa y desinteresada frente a él. Tenía que ir poco a poco. Eso ayudaría, en parte, a que Collei pensara que era honesto en cuanto al secreto.
    —Iré por algunas cosas a mi casa y regresaré.
    —Bien.
    Salí de ahí tan pronto como pude y me dirigí hacia la casa de Kaveh. Necesitaba esconder el cadáver de Patrick rápido. Necesitaba encargarme del cuerpo y dejarlo en una zona en la que se pudriera. Necesitaba borrar cualquier evidencia. La única manera en la que tal vez podría hacerlo era ocultándolo en agua o algún lugar parecido.
    Para mi fortuna, no había nadie de la matra por la zona. No sabía si eran poco inteligentes o si creían ciegamente en mi testimonio. Su falta de criterio me favorecía. Pero ahora, debía pensar en cómo mover el cuerpo.
    Me metí a la casa y me dirigí a la habitación de Kaveh. Una buena razón para ir a ese lugar era llevarle ropa a Kaveh. Tenía un amplio armario con ropa de muy buen gusto, algo impráctica, pero en realidad era de excelente calidad.
    Saqué un pantalón, una camiseta, un par de zapatos y un adorno para el cabello, de esos que él solía llevar en su rubia cabellera. Metí dentro de aquel bolso grande, también, el cadáver de Patrick. Debía fingir que no pesaba, pero el hijo de perra parecía haber comido lo suficiente antes de fallecer.
    Caminé hacia afuera y me dirigí nuevamente a Villa Gandharva, sólo tomando un pequeño atajo esta vez. Debía tirarlo a algún lugar con espinodrilos. Con suerte, alguno de ellos comenzaría a comerse el cadáver y cualquier evidencia sería borrada. Agarré el camino hasta llegar a Garganta Chinvat. Abrí la bolsa con ropa, tiré el cadáver de Patrick y lo tiré al agua. Hice un corte ligero en mi pierna para que sangrara y los espinodrilos se interesaran en el cadáver. Con el olor a sangre, seguro lo harían.
    Tomé el camino hacia Villa Gandharva nuevamente y me olvidé de Patrick para siempre. Debía tener seguridad sobre no tener nada que ver con Patrick y olvidar este asunto para siempre.



El Colmillo en mi Hombro: La Marca || Haikaveh AU || Primera Parte ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora