~Alhaitham POV~
Comencé a preguntar en Puerto Ormos si alguien había visto a Kaveh abordar un barco, pero todos tenían la misma respuesta: "Lo siento, no he visto al arquitecto Kaveh por aquí". Así que si no era en Puerto Ormos, que era el único embarcadero que Kaveh conocía, ¿eso quería decir que seguía en Sumeru?
Me pasé todo el día esperando todos los barcos que salían, preguntando a todos y cada uno, y ninguno sabía nada de Kaveh, por lo cual, lo más seguro es que Kaveh seguía en Sumeru.
Cambié mi objetivo. En vez de buscar a Kaveh en embarcaderos, lo buscaría en Sumeru. La tierra no podía haberse tragado a la única persona que amaba en la vida. No podía tener ese castigo. Odiaba la idea de perder a la única persona que había despertado sentimientos nuevos en mí.
Me dirigí hacia el Palacio Alcazarzaray. Era el último lugar donde Kaveh había sido visto. Debía haber alguien que lo hubiera visto, alguien que me pudiera dar un indicio de algo.
Tenía un mal presentimiento. La sensación de La Marca se había disminuido. Podía sentir que su corazón aún latía, pero con debilidad. No sentía que estuviera en peligro, pero sí sentía que no estaba bien. Si hubiese estado bien, el lazo de La Marca, no se hubiera debilitado. Ahora me era más difícil encontrarlo.
—Disculpe, —toqué el hombro de una joven mujer—, ¿de casualidad ha visto al arquitecto del Palacio? Es rubio, su nombre es Kaveh.
—Sé quién es el arquitecto Kaveh, pero no lo he visto por aquí recientemente. Lo lamento.
—Gracias.
Pasé algunas horas bajo el rayo de sol. Preguntaba a cada persona que llegaba al lugar. Nadie parecía haber visto a Kaveh. Esto provocaba que mi ansiedad incrementaba con cada segundo que pasaba. ¿Dónde estaba Kaveh? ¿Por qué era tan difícil encontrarlo?
—Espera, no será que... —dialogué conmigo mismo—. ¿Y si Kaveh está en nuestro lugar especial?
Salí corriendo del Palacio hacia mi pequeña casa en el árbol. Algunas veces, el lugar que menos esperábamos, era el correcto. Tal vez Kaveh había huido ahí a esconderse, con la certeza de que nadie iría a buscarlo ahí. Con algo de suerte, Kaveh estaría acurrucado en mi cama y yo podría hablar con él.Al llegar al lugar, no lo vi, pero aún no perdía las esperanzas. Subí corriendo las escaleras, pero la cama se encontraba tendida, vacía e impecable. Me senté un segundo y acaricié las sábanas, recordando lo bien que lo habíamos pasado hacía tan sólo dos días.
Su aroma aún estaba penetrado en la almohada. Sus labios aún se sentían sobre mis labios y sobre mi piel. El rastro de nuestro amor estaba presente. Pero él ya no se encontraba a mi lado. Ahora sólo tenía recuerdos de lo que no había sabido valorar todo este tiempo. Sólo tenía recuerdos de lo mejor que me había pasado en la vida.
Bajé cabizbajo. Mis esperanzas habían sido en vano. Ahora no quedaba nada de él en esta casa.
—¿Comida? —pregunté al ver la mesa con un plato cubierto y una nota a lado—. Es... la letra de Kaveh.Amor,
He dejado algo de comida para ti sobre la mesa. Lo dejé tapado para que no se llenara de animales. Espero sea de tu agrado. También he dejado sobre la mesa cierta cantidad de moras, ya que rompí por accidente un pedazo del piso del tronco. Espero puedas perdonar mi torpeza. De la misma manera, espero no te molestes por haber tomado tu libro de fantasía que estaba en aquel agujero. Me pareció interesante la trama y quise leerlo. Prometo cuidarlo con mi vida y devolverlo tal y como lo encontré.
Te quiere,
Kaveh.Mi corazón se detuvo al ver su último mensaje para mí, antes de uno de odio. Ahora podía entender cómo sabía mi verdad y lo de La Marca. Ahora sabía cómo se había dado cuenta de todo. Honestamente, nunca había tenido la inteligencia de Kaveh en gran estima, pero supongo que ahora todo era muy claro para él.
—No debí dejarte solo, al igual que no debí dejar ese libro aquí.
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El Colmillo en mi Hombro: La Marca || Haikaveh AU || Primera Parte ||TERMINADA||
FanfictionCuando una cadena de tragedias persigue a Kaveh, se dará cuenta de muchas verdades que hay ocultas entre las sombras y la luz. Su vida dará un vuelco cuando encuentre la marca de un par de colmillos en su hombro, dando por iniciada una aventura nuev...