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En cada clase, tuve que esperar a que el maestro me dijera dónde sentarme. Una vez que todo el mundo salió del shock inicial al ver mi cara, hacían una pequeña charla conmigo. Haciendo preguntas como: "¿Cómo estás?", o diciendo cosas como: "Estoy tan feliz de que estés de vuelta. 

Sólo la mitad de ellos parecían sinceros.

La escuela no resultó ser un problema. Me tomó un par de minutos averiguar dónde de dictaba cada clase, pero lo esencial no era algo que no pudiera entender. Mery estaba en mi clase de inglés y me arrastró al asiento a su lado. Inclinándose hasta el otro lado del pequeño pasillo, jaló la manga de mi suéter.

- ¿Te despertaste tarde esta mañana?

- No, ¿por qué?

Sus ojos vagaron sobre mí.

- Es sólo lo que estas vistiendo, no es realmente...

- Lindo - sugirió Paula, tirando su cabello sobre un hombro - Quiero decir, es genial para el fin de semana, pero sé que tienes ropa más linda en tu armario.

- La verdad es que deseamos totalmente tu armario - Mery soltó unas risitas mientras golpeaba sus uñas contra el escritorio - Está bien, también deseamos a Pablo.

- Oh, chica, no lo hacemos - Paula se abanicó las mejillas - Dijo que iba a pasar por tu casa ayer. ¿Fue?

- Sí, se pasó por ahí - Saqué el collar, mostrándoles - Me devolvió esto. Lo dejé en su casa.

Los labios de Mery se retorcieron antes de que pegara una enorme sonrisa en su rostro.

- ¿Fue duro? ¿Verlo cuando...no te acuerdas de él?

Asentí.

- Fue diferente, pero...nos enredamos.

Paula le echó un vistazo a Mery con una mirada llena de conocimiento.

- Apuesto a qué lo hicieron.

Mis cejas se alzaron.

- No de esa manera. Jesús, es algo así como un extraño para mí.

Mery no perdió un latido.

- Hablé con Agus esta mañana y me dijo que Pablo parecía bastante contento después de verte. Es una buena noticia, ¿no?

- Sí, sobre...Agus, ¿cómo lo está haciendo?

Igual que un interruptor siendo accionado, las caras de las chicas quedaron en blanco.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó Mery.

- Él salía con Cande, ¿cierto? ¿Lo está haciendo bien?

Dos asientos adelante, un chico con el pelo negro resopló y se dio la vuelta. Su rostro era horrorosamente pálido. Tenía delineador grueso y negro alrededor de sus rasgados ojos.

- Agus lo está haciendo genial. Prácticamente tenía su lengua en la garganta de ella en el aula - Señaló a Paula con su uña pintada de negro - Debe ser su mecanismo de defensa.

Las mejillas de Paula se volvieron rojas, pero Mery se inclinó hacia adelante. Su pecho casi se salió de su suéter escotado. No tuvo ningún efecto en el Chico Gótico.

- Mira, Pham o Long Duck, como sea que te llames, date la vuelta. Esta conversación no te concierne. Y tal vez estás celoso - Sus ojos se hallaban fijos en él, como un conjunto de láseres para destruir - Tal vez deseas tener la lengua de Agus en tu garganta.

- Mery - dije sin aliento, avergonzada por el chico y ella.

Sin decir más, el chico giró en el asiento. Su nuca se volvió rojo sangre. Me giré hacia Mery, pero ella le sonreía a Paula.

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