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Un pitido molesto y persistente me metió en un mundo en el que mi piel se sentía demasiado tensa, demasiado seca. Y cada, cada, parte de mi cuerpo dolía como si hubiera chocado contra un camión.

Mis ojos se abrieron en delgadas rendijas, pero las luces eran demasiado fuertes. Gemí, inmediatamente cerrándolos. Deseaba poder desaparecer de nuevo en la oscuridad.

- ¿La? - La cama se hundió junto a mí - La, ¿estás despierta? - El sonido de la voz de mi hermano me trajo de regreso, forzando a que mis ojos se abrieran. Su cara se acercó a la mía. Sombras oscuras hacían estragos bajo sus ojos. Su cabello era un desastre, disparado en todas las direcciones.

Sonrió débilmente.

- ¿Me recuerdas?

- Si - dije con voz ronca, haciendo una mueca. Intenté levantar el brazo, pero algo tiró de mi mano dolorosamente. Tubos. Había tubos por todos lados, conectados a la maldita máquina que pitaba. Me humedecí los labios - ¿Qué...qué ocurrió?

- Estuviste en un accidente automovilístico - Se pasó una mano por el cabello - Papá está en el pasillo, hablando con los doctores. La policía cree que perdiste el control en la autopista.

Luché para sentarme, demasiado débil como para levantar la cabeza.

- ¿Qué hay del otro conductor? ¿Ellos están bien?

- No intentes sentarte. Toma - Nico cogió una almohada extra de la silla y luego, con cuidado, deslizó los dedos debajo de mi cabeza, levantándola lentamente mientras ponía la almohada debajo de mí - El otro conductor sufrió el impacto. Están bien.

Mi cabeza protesto ante el movimiento, como lo hizo el resto de mi cuerpo.

- Tu auto...oh, Dios mío, lo siento.

Nico se inclinó hacia atrás, rodando los ojos mientras fijaba la delgada manta del hospital.

- No me importa el estúpido auto. Ya sé están encargando de eso. Voy a alquilar uno en la mañana - Levantó los ojos, encontrando los míos - ¿Cómo te sientes?

- Como si hubiera estado en un accidente automovilístico - dije, levantando la mano libre una vez que descubrí que esa no estaba atada. Me toqué la cabeza con cuidado. Había un vendaje en mi frente - ¿Qué...tan malo es?

- Nada demasiado serio. No es como si necesitaras tu cerebro de todas formas, ¿no? (debo decirlo, cuando lo leí me tenté XD)

Me reí y luego gruñí.

- Auch.

- Tienes un montón de moretones y probablemente van a doler por un tiempo, pero sobrevivirás.

- Eso es bueno - Cerré los ojos, queriendo moverme pero sabiendo que no sería una buena idea. Algo esperaba en la periferia de mis pensamientos. Algo que no pude entender. Un rápido vistazo por la ventana me dijo que la noche había caído completamente - ¿Cuánto tiempo he estado aquí?

Miró sobre mi hombro, suspirando.

- Son cerca de las cinco de la mañana. Has dormido todo el tiempo.

Oh, Dios.

- Creo que oí a los doctores decir que van a mantenerte durante el día de hoy en observación después de...todo lo demás - Sonrió de nuevo, pero había una agudeza allí. Cautela - Así que estarás fuera de la escuela el resto de la semana. Así se hace.

Quería reírme y bromear, pero su sonrisa me fastidiaba.

- ¿Has estado aquí todo el tiempo?

Nico asintió.

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