Hace muchas lunas atrás, nació un niño el cual no seria amado por nadie en este mundo terrenal, este niño llamado Alejandro creció en un ambiente lleno de rechazos y fuertes críticas hacia su existencia, mientras el pequeño Alejandro crecía se preguntaba, ¿Por qué mis padres quisieron traerme a la vida?, era una pregunta que constantemente rondaba sus oídos.
Alejandro creció con muy baja autoestima, siempre que se veía al espejo o en una foto, deseaba profundamente no haber nacido. Ante todo el mundo el mostraba una hermosa y muy perfecta sonrisa, era tierno y servicial para que así los adultos lo pudieran aceptar, y brindarle el cariño que tanto anhelaba sentir, pero que nunca llego a saciar ese vacío de amor.
A solas el lloraba desconsolado, cuando lo hallaban llorando y le preguntaban la razón de su llanto, el se excusaba con la mentira de que extrañaba a un ser que ya había partido, lo cual era mentira. Él ni siquiera había compartido mucho con ese ser querido.
Creció escuchando puras blasfemias sobre su futuro, su inseguridad crecía con él, y el gran miedo a no ser amado lo carcomía por dentro como un parasito a su víctima. Los padres de Alejandro no le daban la atención suficiente, solo le decían que el ya estaba muy grande, y que su pequeño y recién nacido hermano necesitaba mas de ellos.
Le arrancaron la poca atención que obtenía, solo para dársela al nuevo miembro de la familia, esto le partió el alma al pequeño Alejandro, el cual se sentía solo y abandonado. Por mas que buscaba la manera de llamar la atención de las personas, no lo lograba. Lo cual le llevo a pensar desde muy temprana edad, que el debía de morir.
Alejandro creció, se mudó de país. Todo el ambiente cambio, pero todo en su interior seguía igual de muerto y marchito. Intentaba seguir fingiendo esa hermosa sonrisa que lo caracterizaba, aun si sintiera como se quebraba cada vez que lo hacía. Su padre se encontraba ahora a miles de kilómetros de distancia, ya no tenia nada ni nadie, se había quedado sin la fuente única de cariño.
El comenzó a extrañar esos abrazos, los mimos. Su necesidad de que lo consintieran crecía como la espuma, pero cada vez que veía que no seria posible, que el no era digno del amor de nadie, esa espuma se desvanecía.
Las lágrimas de Alejandro se volvieron parte de su rutina, el era un gran actor, escondía muy bien sus lágrimas. Por su cabeza pasaban tantas voces que le decían que no servía, y el simplemente creía en ellas.
A pesar de no recibir amor, él no quería preocupar a nadie, a el le aterraba el hecho de preocupar a una persona. Ya que pensaba que, si lo hacía, esta lo iba a abandonar, así como algunos ya lo habían hecho. Alejandro a pesar de siempre estar solo gran parte de su vida, le aterraba quedarse sin nadie, le daba pavor la soledad.
La depresión toco la puerta de su vida, y el sin mas que argumentar la dejo pasar y habitar en él. Con ello vino su amiga ansiedad, y la infaltable, la soledad. Porque si, los miedos si se hacen realidad. Alejandro cada vez se veía peor, no quería ni siquiera que sus padres y hermanos lo vieran, el sentía que ni siquiera se merecía una pizca de atención o de lastima.
Una noche quiso cortarse las venas, pero en su cobardía no pudo, esa noche lloro mas que nunca, ya que su escape se vio frustrado. El no quería seguir con su miserable y asquerosa vida, el sentía que nada tenia sentido, que todos valían y tenían un propósito, pero que el solo era una carga mas para la vida de sus allegados.
Llego el segundo, tercer y muchos más intentos de escapar de esta vida, todos estos frustrados por su inmensa cobardía. El solo se miraba al espejo, y con ver su reflejo se despreciaba grandemente, se golpeaba fuerte, deseando que algún día uno de esos golpes lo dejara inconsciente y nunca mas despertar.
El repartía abrazos, pero él no sabía que era uno de verdad, el no sabia que era un abrazo de su madre, ni una palabra de animo de su padre. La comparación constante entre sus hermanos y él lo mantenía en una situación de inferioridad demasiado grande, a tal punto de no sentirse parte de su familia.
Cumplió 15 años, el peor día de su vida. Con solo ver que se aproximaba el 20, le temblaban las piernas y las lágrimas brotaban sin pedir permiso, el odiaba el día en el cual había nacido, porque deseaba con todo su corazón nunca haber visto la luz del sol.
Ese día estaba rodeado de personas, pero se sintió mas solo que nunca. Todos se reían mientras el daba alaridos internos de dolor, su expresión seria, sin ningún sentimiento positivo, era ahora lo que lo caracterizaba. Solo una persona se dio cuenta, esa persona lo saco por unos segundos de su tormenta, tormenta que lo estaba matando en ese lugar. Lo acompaño por todo el recinto, y el por fin pudo derramar sus lagrimas con libertad, ella con lastima del mismo lo abrazo y lo consoló. Alejandro no se pudo sentir mas avergonzado.
Ahora el tiene 16 años, casi 17. Se podría decir que cambiaron muchas cosas. Pudo conocer que, si había alguien que lo amaba, pero no era de este mundo. El todavía no se plantea la idea de que alguien dio su vida por él. Tiene a muchas personas valiosas a su lado, pero el se siente totalmente insuficiente e inservible.
El se mira al espejo, ya no se golpea, pero esta totalmente decepcionado de sí. Solo espera el día y la hora en la cual pueda dejar de respirar naturalmente, él sabe que no tiene el derecho de quitarse la vida.
Alejandro esta aterrado, no quiere perder a nadie, pero siente que sería mejor si ni siquiera existiera, siente que él no debería seguir en la vida de nadie, ya que solo causa estragos y dolores de cabeza. El sigue sintiendo la necesidad de llamar la atención, pero controla sus impulsos, intenta no hablar mucho de sus problemas. Aunque los imparta a todo el mundo con sus acciones.
El día 25 de un mes indefinido el perdió lo que el pensaba era su "vida", puede que haya quedado en anonimato, no tenia muchas personas interesadas en él. De igual el no tenia mucho que ofrecer al mundo. Nunca dejo de sentirse insuficiente, siempre se odio profundamente. Su poca autoestima lo destruyo por completo, hasta dejarlo sin su ultimo aliento.
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Metamorphosis of a broken soul.
PoetryTodos sabemos que ser adolescente es una experiencia totalmente diferente para cada ser humano que ha logrado seguir o mantenerse vivo hasta este punto tan tedioso de la vida, ¿Alguna vez has escuchado el dicho "cada cabeza es un mundo"?, ahora te i...