𝐅𝐀𝐌𝐀| Olívia Annenberg, más conocida como la hija de Clarice Annenberg, la estrella de cine que ha ido conquistando el mundo con su carrera. El apellido más conocido en algunos países y especialmente en los Outer Banks, el paraíso en la tierra.
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↳ Olívia/autora pov.
YA SON LAS 7:00 PM y aún no termino de arreglarme, la fiesta en casa de Sarah se me pone la piel de gallina solo de recordar que Rafe también estará allí, y todavía no sé qué pasó ayer que casi nos hizo besarnos. Realmente quedé atrapada en el momento y ahora ¡estoy completamente avergonzada! No puedo dejar que Rafe me conquiste y, lo más importante, no involucrarme con él.
Maison está en mi habitación arreglando el bikini que me dejó a un lado, está indeciso, y es la primera vez que lo veo indeciso sobre algo.
—Rojo, muy sexy. Amarillo, te borrará. Púrpura, tal vez. Negro, no es la ocasión adecuada para un negro—analiza cada uno con gran detalle— Sí, tendrá que ser azul oscuro, está en tu paleta de colores y combina con tu tono de rubio. ¡Listo, está decidido!—tomó las otras opciones saliendo de mi habitación.
No me puse mucho en la cara porque era una fiesta en la piscina, de hecho, solo me puse una crema hidratante en la cara, un poco de rímel a prueba de agua y un brillo solo para darle brillo a mis labios.
¡Me acerco a la cama y veo que el bikini es realmente maravilloso! ¡Su azul intenso es hermoso y uno de los tonos de azul más hermosos que he visto en mi vida!
Tan pronto como me lo puse, me sentí un poco avergonzada de que mi cuerpo se viera bien con esto. No suelo mostrarlo tanto, pero tendré que usarlo o Maison me matará.
Llamé a Sarah para preguntarle si las chicas realmente solo estaban usando bikinis o si al menos llevaban pantalones cortos, ella me dijo que hay algunas que ya casi no tienen bikini. Y ella sólo tiene puesto un traje de baño. Me sentí aliviada de no ser la única en bikini y caminé hacia el auto.
Mi madre, como siempre, no está en casa. Le acabo de decir que iba a una fiesta en la casa de Sarah y ella me envió un mensaje de texto enorme diciéndome que tuviera cuidado y cualquier cosa para poder llamarla a ella o a Willian.
—Lívia, ya estoy de vuelta. ¡No te preocupes! —la acaricié y la dejé en el sofá— Kristen te puso comida en mi habitación, si tienes hambre ya sabes a dónde ir.
