𝐅𝐀𝐌𝐀| Olívia Annenberg, más conocida como la hija de Clarice Annenberg, la estrella de cine que ha ido conquistando el mundo con su carrera. El apellido más conocido en algunos países y especialmente en los Outer Banks, el paraíso en la tierra.
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↳ autora pov
LA SENSACIÓN DEDESPERTARSE como si estuviera completamente drogado es uno de los peores sentimientos y sensaciones que cualquiera puede experimentar. La forma en que tenemos la impresión de estar fuera de nuestro cuerpo y sentimientos de irrealidad es horrible, y Olivia acaba de despertar con estas sensaciones. Cuando abrió los ojos vio todo completamente borroso, escuchando perfectamente su respiración como un eco a través de su cabeza, la debilidad de su cuerpo y el mal presentimiento en conjunto. Se imaginó en Los Ángeles, en el hospital como aquella maldita vez que estuvo en coma.
Olivia mira a su alrededor frenéticamente tratando de ver algo, sus ojos se mueven de un lado a otro y escucha su respiración como si llevara auriculares. Empezó a escuchar susurros, como si alguien le estuviera hablando, pero solo escuchó susurros.
—¿Olivia?—cuando escuchó su nombre sus ojos se abrieron, viendo todo con claridad, su respiración ya no era como un eco en su cabeza y tampoco los síntomas de malestar—¡Está bien, está bien!—dijo cierta mujer tomándola de los hombros apenas Olivia se levantó de la cama, jadeando.
La mujer que lleva sus hombros va vestida de enfermera, es decir, es enfermera. Cuando miró a su alrededor, vio una habitación sumamente lujosa, casi igual a su habitación, con tonos rojo dorado por todas partes. Frente a la cama en la que está acostada, hay dispositivos médicos, un suero intravenoso en el brazo y cuando se da cuenta tiene un aparato respiratorio en la cara.
—¿Donde estoy?—pregunta eufórica, recordando todo lo sucedido—¿Dónde está Rafe? ¿Dónde está mi abuelo?
— Señorita Annenberg, todo va a estar bien. — Dice con calma. — Usted llegó aquí en estado grave, con los dedos y la boca azules y una grave falta de oxígeno en la sangre. Pero nosotros nos encargamos de todo, te servimos y cuidamos con los mejores equipos, los mejores medicamentos y el mejor médico. Todo a petición de tu padre.
—¿Mi padre?—pregunta sin entender.
—Sí, como te dije. ¡Todo será explicado!—dice acercándose a la puerta del dormitorio para salir. —Ponte este vestido y espera—señala el vestido que cuelga de la percha— Este cansancio y malestar es temporal, estarás bien.
