"𝐈𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨 𝐦𝐢𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨𝐬 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐭𝐨𝐦𝐚𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨"
𝐒𝐀𝐒𝐔𝐊𝐄| Donde el último Uchiha tiene un acercamiento con la prometedora "genia del collar" a quien ayuda a Sasuke en sus planes en contra de...
Un azabache se encontraba descansando en medio del bosque, pues esperaba a que su acompañante peliblanco lo buscará para terminar aquella misión que su maestro les había encargado, ya que, se encontraba muy enfermo y tenía escasos tiempo de vida
La misión era sencilla, solo buscar un pergamino viejo en un templo antiguo a las afuera del bosque en el que se encontraban, pero para su mala suerte, su maestro le indico que debía ir acompañado de su subordinado
Kabuto
—Ese tipo raro.–Pensó el azabache, mientras admiraba su alrededor. No había nada más que los arboles, pasto, y un gran templo antiguo frente a él.
Cansado ya de esperar, se dispuso a entrar por donde entró su acompañante.
Pudo notar lo maltratado que se encontraba el templo. El frió suelo en donde pisaba, parecía ser algo del cual no quería recordar, pues al parecer destruido no le quedó de otra que despejar sus talones a cada paso que daba. Las telarañas que eran cubiertas por todo el techo, hacían que un montón de confres en sus esquinas se camuflaran sin posibilidad de verlos.
Siguió su camino hasta llegar a una habitación hecha trizas. No le dio importancia, así que siguió con su andar, pero antes de dar otro paso, fijó sus ojos ónix en una luz que desprendía del suelo
Rápidamente tomó su espada y la enterró en aquella fuente de luz, para después levantar la capa de aquel piso destrozado con impaciencia.
En el suelo había un.—Bonito collar.–pensó el azabache. Su color lila deslumbrando entre la oscuridad, opacando su soledad al estar en perfectas condiciones, a excepción del polvo evidente que lo hacía ver sucio.
Sasuke tomó el collar para guardarlo en uno de sus bolsillos, finalizando su búsqueda en encontrar a su único acompañante
—Y yo que creí que eras más paciente, Sasuke.–El peliblanco acomodo sus lentes para después reír entre dientes, mientras guardaba un pergamino extraño en su bolsillo.—¿Que hacías aquí? Sabes que lord Orochimaru solo nos pidió que busquemos el pergamino
—Metete en tus asuntos, Kabuto.–Solto con brusquedad. El Uchiha salió de aquel templo para volver a la guarida de su maestro. No sin antes, observar cómo el collar que había obtenido se apagaba para dar a un color violeta.
Sin darle total importancia, siguió con su camino a las afueras del bosque.
Lo que no sabía era que aquel collar va a significar mucho en la vida del de ojos onix, y eso traería varios acontecimientos a futuro
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