𝙻𝚘𝚜 𝚃𝚛𝚎𝚜 𝙳𝚎𝚜𝚎𝚘𝚜 |𝘚𝘢𝘴𝘶𝘬𝘦 𝘜𝘤𝘩𝘪𝘩𝘢|

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El clima en el desierto rojizo era agotador, el viento soplaba con fuerza mientras que caminaban a traves de él. Las rocas en el lugar hacían soporte a medida de que pasaba el tiempo, pues al ir a la guarida del norte era importante para encontrar a Juugo

Karin se encontraba de pie con los brazos cruzados, Suigetsu estaba sentado en una roca cercana, mientras abrazaba su espada con fuerza. Koemi en cambio, jugaba con un par de flores que había creado en el camino, mientras que Sasuke estaba sentado con su típico rostro serio y sin preocupaciones

Cada quien en su propio mundo.

De pronto, empezó una disputa tonta entre Karin y Suigetsu, peleando entre ellos por las decisiones de Sasuke, enterándose de los nuevos objetivos de él. Al hablar sobre sus metas, pudo notar que algunas eran diferentes a las demás. Cómo las de Sasuke, quien quería a Juugo con él aún sabiendo de su condición

Una condición que le traería problemas en el futuro.

—Lo que pasa es que ya me he enfrentado a Juugo. Él tiene un poder interesante y muy fuerte.–Aclaró el Hozuki ansioso por como describía a su "amigo"

Sasuke y Koemi escuchaban con atención lo que decía su compañero, pero toda esa conversación se convirtió en un debate al saber que Juugo era un maniático al venir con Orochimaru por cuenta propia

Sasuke frunció el ceño.

—Los rumores dicen que Juugo está suprimiendo sus impulsos anormales constantemente y cuando se desata..–Corto la pelirroja con desagrado, antes de seguir hablando.—Se convierte en un asesino demoníaco. También su personalidad y apariencia cambian completamente.

—Entonces ¿No es solo un idiota que disfruta matando personas en un ataque de irá?.–Al terminar de decir esas palabras, fue golpeado abruptamente por la albina.—¡Idiota! ¡¿Porque hiciste eso?!.–Chillo Suigetsu al maldecir por lo bajo.

—¡No hables así de Juugo!

Podía no conocer al pelinaranja, pero le era descortés hablar mal de él en sus espaldas, aún cuando no llegaban al acuerdo de ir tras él. Karin se mantuvo en su sitio con total silencio. Sin embargo, está vez la razón se la llevaba Koemi.

—Si, pero además de eso, a Orochimaru le pareció fascinante el poder de Juugo.—Suspiró Karin al cortar sus palabras, pensando brevemente en lo que trataría de decirles.—Orochimaru produjo una enzima de los fluidos corporales de Juugo, para provocar una condición similar en otros shinobis.

Todos parecían escuchar atentamente la información. De igual forma, para el equipo o no, él les seria útil para un futuro.

—Eso es tan horrible.. ¡¿A quien se le ocurre hacer algo así?!.–Molesta por los experimentos del Sannin, Koemi bufó, sin notar aún los rostros incrédulos de sus compañeros

—Que dolor de cabeza.–Sasuke mantuvo sus ojos cerrados al suspirar para sí mismo. No muy conforme por la presencia de la albina con él.

Encontrarla en el templo no había estado en sus planes, pero dejarla quedarse en el equipo tampoco lo era.

Y aún así, ella permanecía en su labor.

—Juugo.. Él tiene la marca maldita.–Ante la interrupción de la pelirroja hacia a él, la sorpresa inundó su rostro cuanto antes.

Parece que después de todo, ninguno de sus planes principales serían un éxito.