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─ ¿Qué tal estos? ─Lisa levantó en sus manos una blusa gris y un pantalón negro.

─ No.

Era el día de la cita y Lisa como buena amiga ayudaba a Rosé a escoger el atuendo que se pondría. Pero llevaban más de media hora revolviendo el armario de la australiana, conjuntamente con ropa que le quería prestar, y esta aún no se decidía.

Lisa tomó otro conjunto. ─ ¿Y este?

─ Muy sencillo.

─ ¿Este? ─Alzó una falda corta de cuero y una blusa con hombros descubiertos.

─ No es mi estilo. ─Chaeyoung torció la boca, descartando la opción.

─ Mira, estos son muy bonitos. ─La tailandesa miró el conjunto detalladamente─. No, espera. Mejor esto me pongo yo.

─ ¡Lisa!

─ Bien, bien, sigamos buscando. ─Tomó otro─. ¿Qué te parece este?

─ No me queda. 

─ Pero ni siquiera te lo has puesto.

─ Ese color no me va. ─La joven rubia se dejó caer dramáticamente en la cama, cubriéndose el rostro con la almohada para ahogar un grito de frustración─. ¡No tengo nada que ponerme!

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Jisoo suspiró cansada. ─ Sí tienes Jennie, tienes más ropa que todas aquí en esta casa.

─ Pero nada me sirve. ─La castaña tiraba toda su ropa del armario buscando un conjunto que le gustará.

─ Sólo escoge algo, te verás bien con cualquiera cosa.

─ Es que no sé qué.

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La tailandesa agarró uno de sus vestidos largos y lo extendió frente a su amiga. ─ ¿Y este? Es realmente hermoso.

Rosé negó con la cabeza. ─ Voy a una cita no a una boda, Lisa.

─ ¿¡Entonces que quieres!? No soy adivina y tampoco hago milagros.

La australiana se cruzó berrinchuda de brazos. ─ No sé.

─ Esto tomará tiempo. ─Lisa llevó una mano a su tabique para inhalar profundamente, recordándose que debía mantener la calma.

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Jennie salió del baño vestida con una blusa sencilla color crema, combinada con chaleco largo de tono café oscuro y un pantalón negro de mezclilla que delineaba sus caderas, resaltando su figura. Su cabello, recién peinado, caía en suaves ondas sobre sus hombros, y su maquillaje era sutil, realzando sus rasgos naturales.

─ ¿Qué tal? ─preguntó indecisa, mordiendo su labio inferior mientras giraba un poco para mostrar el conjunto.

La azabache, que estaba absorta en su celular, levantó la vista y su boca formó una pequeña "o" de asombro al ver a Jennie. ─ Olvídate de Rosé y cásate conmigo.

─ Ya Jisoo, en serio, ¿me veo bien?

─ Claro que sí.

─ ¿No está muy ajustado? ─Se miró a sí misma dudosa─. Creo que mejor me cambio. ─murmuró, empezando a darse la vuelta y regresar al baño a cambiarse, pero el agarre firme de Jisoo en su brazo la detuvo.

─ No seas tonta. Así te ves muy bien.

─ Estoy muy nerviosa, Chu. ─Se sentó al lado de la azabache, frotando sus manos en sus muslos en un intento de calmar los nervios.

Última OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora