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Rosé llevaba al menos diez minutos buscando a su acompañante entre los pasillos del supermercado, pero la pequeña castaña parecía haberse esfumado entre los estantes de productos. Mientras estaba ocupada encontrando un carrito para las compras, Jennie había desaparecido de su vista.

─ ¿Y ahora dónde se metió? ─suspiró, mirando a su izquierda─. A veces, en serio parece una niña.

Justo en ese momento, una voz la sorprendió desde el frente.

─ Ya volví. ─apareció Jennie, causando que la chica rubia retrocediera unos pasos debido al susto.

─ No me asustes así. ─dijo con un tono de reproche, aunque el alivio se asomaba en su rostro─. ¿En dónde estabas?

─ Primero, vayamos a otro lado.

La castaña agarró la parte delantera del carrito y lo jaló hasta tres pasillos más allá. Cuando estuvo segura de que estaban fuera de peligro, estiró su mano hacia Rosé, mostrando una cajita de caramelos de diferentes sabores.

─ Ten, recordé que son tus favoritos. ─Le ofreció tímidamente el paquete.

─ Gracias. ─Rosé tomó el obsequio, le parecía un lindo detalle que Jennie aún recordará esas pequeñas cosas─. Pero, ¿por qué teníamos que venir hasta aquí?

─ Digamos que eran los últimos y una señora mayor también los quería. ─Miró a ambos lados─. Me estaba persiguiendo, me sentí acosada. ─agregó, abrazándose a sí misma en un gesto exagerado de temor.

La joven rubia negó divertida, Jennie podía ser muy dramática.

─ Bueno, ahora sí a lo que veníamos. ─Hurgó en sus bolsillos y sacó dos papeles─. Se supone que tenemos que comprar lo de la lista de Jisoo. ─Desdobló un papel─. Pero aquí sólo hay muchos tipos de leches.

─ ¿Y en la de Lisa?

Rosé desdobló el otro papel. ─ "Todo lo que diga la lista de Jisoo".

─ Es por eso que yo hago- ─Fue interrumpida por el sonido de su celular. Por el tono, sabía perfectamente quién la llamaba─. Hola Soney... Sabes que no me molestas... Claro... ─sonrió.

Park frunció el ceño al ver a Jennie reír mientras hablaba. Aún no se acostumbraba a lo cercana que era con Sooyoung.

─ Sí Soney, tu voz es muy bonita... Uh, ¿salir está tarde? Uhm... ─Miró de reojo a su acompañante quien estaba observando "desinteresadamente" un producto─. No creo poder hoy... ¿Tal vez la próxima semana?... ¿Entonces el viernes?

Para Rosé fue suficiente. Empezó a caminar, empujando el carrito. No quería escuchar cómo Jennie planeaba una cita en su presencia. Aunque no podía reclamarle nada, ya que no tenían una relación definida. Para ella, Jennie podía salir con quién quisiera. Igual no le afectaba, ¿verdad?

─ Está bien Soo... Nos vemos, cuídate. ─Jennie colgó rápido y fue tras su menor─. Rosie, espera.

La susodicha continuó como si nadie la llamara. Aunque siempre había sido alguien que manejaba sus emociones con calma y racionalidad, experimentar celos aún era algo nuevo para ella y no sabía cómo manejarlos. El sentimiento la desconcertaba cada que aparecía.

Jennie aceleró su paso hasta posicionarse frente al carrito, deteniéndolo.

─ ¿Estás molesta? ─preguntó, pero Chaeyoung no respondió e intentó pasar a su lado. Jennie se acercó más, invadiendo su espacio personal, sus caras a solo centímetros de distancia─. Pensé que había dejado en claro quién me gusta. ─susurró, su aliento acariciando los labios de la chica rubia antes de juntarlos con los suyos en un corto beso.

Última OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora