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Lisa y Rosé se encontraban frente del set de filmación, ligeramente alejadas de la bulliciosa actividad del equipo de producción. Dado que Jennie sería quien dirigiría la sesión al ser la fotógrafa de turno, Lisa se encargaría de supervisar y coordinar el resto de cosas para que la sesión transcurriera sin contratiempos. Siempre se turnaban para no dejar todo el peso a una sola, además de que ambas amaban la fotografía, sería injusto que solo una se encargara de ello.

─ Chae ven, siéntate aquí. ─Lisa señaló un par de sillas ubicadas detrás de un monitor dónde asomaban las imágenes capturadas. ─Acatando la sugerencia, Rosé se acomodó en la silla a lado de su amiga─. Ten. ─Le entregó un folleto sobre su compañía─. Léelo mientras tanto. Voy a revisar cómo van las cosas. ─La tailandesa se acercó hasta dónde se encontraba Jennie hablando con el resto del staff.

La ambientación del set evocaba un jardín de rosas, con pétalos esparcidos meticulosamente sobre un suelo de mármol blanco. La sesión era para una campaña de una agencia de perfumes que lanzaba al mercado un nuevo aroma de rosas con una fragancia particular y distintiva, prometiendo una experiencia sensorial única.

Después de unos minutos de ajustar algunos detalles en la escenografía y afinar las luces, Sooyoung entró al set. Llevaba un vestido largo color palo de rosa con encaje transparente que abrazaba su figura delicadamente. Su peinado consistía en un moño alto, con dos mechones rizados cayendo sobre su frente, enmarcando su rostro de manera atractiva. Su presencia capturó la atención de muchos en el set, creando un murmullo de admiración. Su belleza no era inusual, pero la delicadeza y elegancia que emanaba la hacían destacarse de manera casi hipnótica. Incluso Rosé no pudo evitar admirarla con la boca ligeramente abierta.

─ Soo, ese color te sienta muy bien. ─expresó Jennie apenas su amiga se posicionó frente a ella.

─ ¿Tú crees? ¿No me queda un poco opaco? ─preguntó la pelimarron escaneando su vestido.

Kim negó. ─ Pareces un hada. Estás muy hermosa.

Sooyoung sonrió tímida por el cumplido, bajando ligeramente la mirada. ─ Mejor para de halagarme y empecemos.

─ Bueno. ─respondió Jennie, acomodándose con la cámara en mano, ajustando la lente y el enfoque─. ¿Lista?

─ Para ti siempre. ─respondió, guiñándole un ojo y mirando de reojo la reacción de cierta chica australiana. Sonrió cuando notó que Rosé fruncía el entrecejo.

Jennie comenzó la sesión dando los primeros flashes. Sooyoung se movía con gracia, sus poses reflejaban la elegancia que se buscaban para la campaña. Pero para una australiana que veía las imágenes en el monitor, las poses le parecían fuera de la temática.

─ ¿Por qué tiene que posar tan sexy? ─masculló entre dientes, sintiendo un enojo que no comprendía del todo.

─ Chae, ¿qué tienes? ─Lisa retomó su puesto a lado de la rubia.

─ Nada, ¿por? ─contestó sin apartar la vista del monitor.

─ Es que vas a romper el papel. Si no te gustó, solo tenías que decírmelo.

Rosé bajó la vista y notó que sus manos apretaban fuertemente el folleto. -Lo siento, no me di cuenta. -dijo, alisando el papel.

Lisa fijó su atención en la pantalla para comprobar que todo estuviera en orden. Miró satisfecha las capturas que se asomaban.

─ Sooyoung es muy bonita, ¿no crees?

Rosé prefirió ignorar la pregunta. ─ ¿No era enfermera?

─ Lo es, pero Jennie le consiguió un trabajo temporal como modelo para ayudarla económicamente. Hasta ahora le va muy bien, tal vez mantenga el trabajo.

Última OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora