No pensaba coherentemente cuando me lancé a sus labios.
Aunque cuando me correspondió y agarró mi cara no me sentí tan tonta.
Seguíamos besándonos cuando dentro del viejo pub en el que estábamos empezaron a escucharse gritos.
Gavi se apartó de mí y miró hacia el interior.
– Será mejor que salgamos de aquí ¿no?– preguntó.
Lo miré totalmente absorta en él. En sus facciones: sus labios ahora hinchados, la mandíbula y sus ojos marrones.
Me levantó con él y salimos de allí para después caminar por el paseo marítimo.
Íbamos en bastante silencio y sinceramente estaba empezando a sentirme mal. Creo que se estaba arrepintiendo.
– Laia.
"Ahí está"
– Dime.– murmuré con el corazón en un puño.
– ¿Qué quieres hacer ahora?– preguntó.
Tragué saliva y respiré profundamente.
– Sinceramente, no lo sé. Hace frío.
– Vale, voy a acompañarte a casa.
"¿Ya?"
Asentí en silencio y entonces caminé a su lado sin decir absolutamente nada.
Cuando llegamos a La Masía metí la tarjeta en la puerta y abrí la puerta.
– De nuevo, gracias por venir. Me lo he pasado muy bien.– dije.
– Yo también, ha sido muy agradable.– contestó.
Asentí y entonces me giré para entrar, aunque me agarró el brazo y entonces pegó sus labios a los míos de nuevo.
Me besó con suavidad, como hace un rato.
Las mariposas de mi estómago estaban revueltas y ya no iba a haber manera de tranquilizarlas. Iba a pegarme toda la noche sin dormir.
Cuando se apartó acarició mi mejilla y entonces señaló la puerta con la cabeza mientras sonreía.
– Espero a que entres.– dijo.
Sonreí y entonces me giré para entrar, aunque giré la cabeza para mirarle.
– Venga, entra, hace frío.– murmuró.
Asentí y entonces entré cerrando la puerta detrás de mí.
Subí a la habitación con una sonrisa tonta en la cara.
Cuando entré disimulé mi cara y vi a mis amigas desviar su vista de la televisión a mí.
– ¿Dónde estabas?– preguntó Patri.
– He ido a pasear un rato.
– ¿En mitad de la noche?– preguntó.– Deberías dejar de caminar sola.
Asentí y me fui a mi habitación directamente a coger el pijama y fui al baño.
Al salir de la ducha me vibró el móvil y lo agarré rápidamente.
Gavi ⭐️
Descansa, morena.
Descansa, Golden Boy.
Salí del baño y entonces fui a mi habitación, dejé el móvil sobre el escritorio y entonces la puerta se abrió.
– Venga, miéntele a ellas, pero sabes que conmigo no cuela.– murmuró Aixa.
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𝐇𝐎𝐖 𝐃𝐄𝐄𝐏 𝐈𝐒 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐄 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilLaia ha estado años dedicándose a la gimnasia artística y ahora debe practicar en uno de los mismos lugares que gente igual de reconocida que ella, el equipo del FC Barcelona, aunque el encuentro con cierta persona, será algo que va a causarle probl...