reminiscence of dreamers [Completed]

8 | Paz

Axtrid Feral 

     En la oscuridad de la habitación las imágenes no dejaban de llegar a mi cabeza, era un trance en el que lograba sentir y apreciar cada pequeño detalle. 178 millones de años antes, la traición del príncipe Altras hacia el forjador de vida Brahma su padre trajo consigo el fin de la Era del Fuego y dio comienzo a la guerra entre los Souveränger.

     El conflicto se extendió por decenas de constelaciones, mundos enteros fueron bañados en sangre. La rendición era inevitable. El padre perdonó al hijo, desterrandolo hacia el exterior de Sactum–Primordium quitándole la bendición de ser Souverän; involucionaron y nacieron las nuevas razas que se lebantaron en El Mundo de Los Seis. 

     Con el surgimiento y desarrollo de Los desterrados, la expansión en el cosmos solo fue el comienzo de su ambición. Alcanzaron el poder, para llegar a las puertas de Sactum caminando en el territorio mas peligroso de todos. 

     Uno de entre tantos heroes logró descifrar en sus genes los recuerdos de sus predecesores y recobró cada uno de sus recuerdos como Souverän, y en la piel de un simple humano con sangre divina decidio eliminar la amenaza que lo abarcaba todo. 

     El pecado de la humanidad al pisar dicho terreno trajo consigo el Frío Eterno, y con él la aniquilación de cada mundo con su lento avance, a excepción de uno.

     Hace 200 años mi mundo fue perdonado y se le concedió el don para sobrevivir el gélido abrigo de la noche.

     Cada escena continuó dando círculos en mi cabeza, me vi delante de él... Era Dan Reinds, cada paso que daba nuevamente me conducía a él. 

     —Ese mundo fue perdonado por qué en él nacerias tu —Escuché la voz de La Tejedora, me encontraba de regreso en el oscuro puente de mando de la antigua nave—. "Otra arma" para erradicar por completo a la raza humana. 

     —¿"Otra..."? ¿Entonses era mentira? —le repliqué— ¿Cómo puedo creerte, dejar de ser la esperanza del mundo para convertime en... El arma que acabará con ella?

     —Tranquila, ya estás muerta desde hace 20 años, y no fuiste tu quien aniquilo a los seres humanos fueron los Reapers. 

     No logré encontrar lógica alguna en su respuesta, le pregunté: 

      —¿Qué estoy muerta, de que estás hablando? —le pregunté a La Coordenada pero no me importaría su respuesta—. ¡Yo me siento bastante viva! 

     Baxter, Aron... Jane, los recordé a cada uno, recordé sus sonrisas, mi única compañía. Esos recuerdos eran la prueba de que mi corazón continúba latiendo. 

     —Oye, responderme algo, ¿si ya estoy muerta, por qué molestarse en hablar conmigo, por qué tanto drama? —Otra incertidumbre más, aunque tampoco me importaba su respuesta—. Me mostraste todo eso, ¿con qué objetivo?