EXTRA 2

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NAVIDAD PARTE 2

MARIANA

Que solo sea mi imaginación, grito en mi interior, cierro los ojos para ver si desaparece, pero no pasa nada, sigue ahí, en la misma posición.

Hola Jonathan – pronuncio, hay algo que está extraño en ambos – ¿qué haces aquí?

Ayudarte con las compras – se acerca a la maletera del taxi, no cambio nada en estos años – por favor abra la maletera.

¿Qué haces en mi casa? – pregunto cuando me acerco a él a tomar algunas bolsas.

Vine a saludar – lo dice tan tranquilo como si no hubiera tanto tiempo – ya me iba y te vi.

Entramos a la casa, deja las compras en la mesa.

Mari te encontraste con Jonathan – mi tía esta muy feliz de verlo – gracias hijo por ayudarla.

¿Dónde está Julián? – pregunta mi Tita al ver que no entra.

Viene en otro taxi – le aviso, una mirada en mi perfil me incomoda.

Gracias por ayudarme – le digo cuando salimos de la casa.

Agarro las ultimas dos bolsas del maletero.

Gracias por esperar – le pago al taxi.

Fue un gusto volver a verte Mimi – me sonríe, pero hay algo muy extraño en como dice mi apodo.

Igualmente, Jonathan – le digo devolviéndole la sonrisa, pero no es sincera – nos vemos.

Necesito con urgencias que se vaya antes que llegue Julián, se da cuenta que no quiero seguir hablando, me da la espalda y se sube a su carro que esta estacionado a unos metros de la puerta de la casa, no alzo la mirada para verlo cuando se va solo miro mis zapatos.

El silencio de la calle, hace que escuche los latidos de mi corazón, el hueco que hay en mi estomago desaparece cuando veo que llega Julián en el taxi.

Sale de él, paga, le indicio que abra la maletera para sacar las cosas, tomo algunas bolsas mientras él toma el árbol con ayuda del taxista.

Adentro por favor – le pido cuando entro primero.

Entro nuevamente dejando las bolsas.

¿Quién vino? – habla mi tía curiosa.

Solo es Julián con el árbol – ambas que están preparando la cena, se miran y dejan de hacerlo.

Salimos las tres de la cocina, Julián se encuentra solo con él árbol y las bolsas de las decoraciones, lo miran sorprendidas.

Compraron un árbol y muchas cosas más – se detiene sorprendidas – debieron de costar una fortuna – habla Tita mientras ven las bolsas.

No fue tanto – habla el como si hubieran costado cien dólares.

Si – le cubro para que no se me desmayen ambas – y compramos todo para la cena de mañana.

Qué bueno – dejan las bolsas y mi tía se va hacia la cocina – descansen que prono estará la cena.

Asiento mientras abro las bolsas, Julián, bosteza cansado.

Dormiré un rato – me acomoda en el sofá más grande – no sé, como no te cansas.

Abro el árbol y lo cómodo poco a poco, saco todos los adornos mientras que mi despreciado árbol va tomando forma y sazón, me subo a una silla para poder ponerle las luces.

Toda la casa va tomando forma, me muevo de un lugar hacia otro decorando, por momentos veo al hombre que duerme plácidamente en el sofá, que por mas que este cantando villancicos no se despierte. Estoy a punto de terminar, saco al santa Claus de Julián y lo coloco a un lado de la casa, por fin termine en dos horas.

MARCAS SIN TINTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora