CAPÍTULO 4

327 24 0
                                    

Suavizando las Aguas

Amelia


Bueno no pase la tarde tan bien y para que negarlo o sea si, si me molesto algo y es que me hablara de aquella manera es algo que me hace sentir mal o culpable a decir verdad nunca y menos un hombre ha hecho que sintiera así..

Siento vergüenza.

No digo que nunca me haya gustado uno pero son esos típicos amores de instituto que solo viven y nunca van más allá y si le agregamos a que tengo totalmente prohibido tener amores o lo que se acerque a una relación.

Gracias, papá.

Soy una estúpida virgen que le da vergüenza hasta tocarse y te juro que lo he intentado, pero me hace sentir tan sucia que al final no lo logro.

Me poso otra vez en el espejo, ya es algo de rutina, ¿no me amargare la vida ok? Así que mejor voy viendo que me pongo para la fiesta.

Voy directo a mi closet y saco tres vestidos uno púrpura escotado en la espalda otro blanco corto con tiros de espaguetis muy sexy y el último es uno color azul oscuro hasta las rodillas y corte v en los senos todos son pegados y no tengo un cuerpo de infarto pero mis atributos son buenos.

Me pruebo el que me llama más la atención que es el segundo y...

—Wow..—me digo a mí misma frente al espejo, me encanta resalta todo lo que tengo y es extremadamente corto, sexy lo amo.

“¿No te quieres poner algo más largo?”

Pensaba que habías muerto hija y no, así me gusta y es el ganador así que te jodes querida.

“Al menos tenía que intentarlo”

De zapatos escojo unos Christian Louboutin So kate en color negro en realidad amo esa colección y tengo esos mismos tacones en varios colores y diseños eso si casan una barbaridad, pero son bellos y mi tipo de tacón favorito.

Ser bella cuesta nena.

Aprovecho para darme una ducha, depilarme y hacerme un maquillaje sencillo pero con los labios rojos me hago ondas en el cabello para que se me vea abundante y me pongo mi vestido, decido ponerme unas cholas y llevar los tacones en un saco por que los aires que pintan esta noche son de una seguridad horrible.

Creo que hay más seguridad que cuando esta mi padre.

Antes de salir de mi cuarto agarro una bata de baño larga y me la coloco para disimular, bajo las escaleras con cuidado y me acerco a la cocina.

Todo está oscuro que da hasta miedo, bicho… la sangre de Cristo tiene poder.

“Amelia por favor no hagas ésto”

Dios no, tu no, que después me pones nerviosa y no ayudas así que en ves de decirme eso ayúdame a ver en donde mierdas esta Jacob.

Estúpido ese, si me llega a traicionar te juro que no le hablo en lo que le reste de vida.

“Amelia no seas así”

El tiene una promesa así que espero que la cumpla.

Mi teléfono se prende así que veo la pantalla y es un mensaje de Louisa.

Mi luz en la Penumbra      Donde viven las historias. Descúbrelo ahora