𝐅𝐨𝐫𝐛𝐢𝐝𝐝𝐞𝐧 || Riverduccion

009

Sus manos acariciaron mi cintura y apoyó su rostro sobre mi hombro en un movimiento perezoso, el jadeo se abrazó a mi con más fuerza de la que debería.

—¿Qué tienes? Pregunté, el sonrió y hundió su rostro aún más en mi hombro restregándose contra mi—Nada, quiero irme. Murmuró en tono de berrinche—Félix, por Dios. Acabamos de llegar—Respondí divertida, lo escuché reír bajo—Tú igual me dices eso. Habló arrastrando las palabras con ligereza, reí nuevamente, no sé si era el alcohol o solo siempre me reía de cualquier cosa que el decía.

—Tonto, siempre que te lo digo estamos en lugares muy caros y extravagantes, sabes que no estoy acostumbrada a eso. Murmuré—Bueno, empezaré a llevarte a lugares así para que pruebes los vinos caros para que te acostumbres cuando conozcas a mi familia.

—¿Familia? Pregunté con ebriedad en la voz.

—Si, en una semana. Tendrás que acostumbrarte—¿¡Por qué no me dijiste nada antes!? Exclamé en tono de berrinche, probablemente me ponía nerviosa saber que yo no era la persona más refinada del mundo y su familia quizás si lo era, eso simplemente me mantenía inquieta.

—Porque supuse que te pondrías así por esto. Hablo divertido, bufé y agarré sus mejillas para dejar un beso en sus labios y levantarme de la silla en la que estaba sentada, el me vio extrañado y me detuve en seco para regresar a él y jalarlo de la manga de su chaqueta.

—Planeaba irme pero no sé manejar. Balbuceé, el río divertido y camino mientras se sostenía de mis caderas con fuerza, jadeé y abrí la puerta de salida.

—¿Ya vamos a casa? Preguntó

—Uhum...

—Tengo hambre—¿De qué? —De tu coño—musito a mi oído—Deja de ser tan caliente, no voy a ceder. El gruño con molestia y abrió la puerta del pasajero para que me subiera, subí con una sonrisa divertida en los labios y lo observé rodear la camioneta y subir.

Al final de todo, si me convertí en su pareja sexual y realmente lo hice por el equipo.

—Sabes, necesito cumplir mi maldita fantasía. Habló—¿Cuál es? Pregunté interesada con la vista al frente—Follarte aquí—Después. Respondí, el bufó.

—Félix, no vamos a hacerlo. Continué—Hieres mis sentimientos. Habló poniéndose una mano en el pecho dramáticamente, reí divertida y besé su mejilla—te amo tonto. Balbuceé, el agarró mi mano con dulzura y dejó un beso en ella—Yo igual—¿Cómo puedes ser tan lindo ahora y cuando estás caliente te transformas?—Tengo mis encantos, de alguna manera tú también cambias. Reí divertida, sus labios seguían besando mi mano sin parar—Según tu, ¿Cómo cambio? Pregunté, el sonrió—De tu boca salen cosas vulgares, jamás te escucho hablar de esa manera cuando estás normal.

—Puedo hablar de esa manera ahora mismo.

—No podré disfrutarlo, mejor hazlo cuando lleguemos para poder ver tu linda cara. Habló mientras me ordenaba con la mano, sonreí—¿Si yo quiero hacerlo ahora que vas a hacer? Bromee, amaba molestarlo, sabía que odiaba que lo provocara y era divertido ver su cara de molestia al saber que no podía hacer nada para evitar chocar y morir antes de follarme por última vez.

El subió su mano fuerte de la propia a mi cuello y lo acaricio suavemente por en medio con el pulgar, me estremecí ante la sensación—Siendo sincero no lo sé, linda. Hablo con normalidad, no la suficiente para pensar que bromeaba—Puedes decirlo, no temas. Yo bromee, el sonrió haciendo que mojara mis bragas—No le temo a nada. Reí sarcástica—Vamos amor, todo el mundo le tiene miedo a algo. Respondí, el volteo rápidamente por el apodo—¿Amor? Preguntó divertido, oculté un sonrojo de vergüenza en mi semblante molesto—Eres una niña. Dijo divertido—No esperes cariño de mi parte entonces, ni mi coño. Dije en tono de berrinche al sentirme avergonzada, el río—No te vas a resistir, no puedes.