13. ¿Perrito faldero?

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(Narra Dani)

-Hola Clint, Jeff- saludé, entrando a la enfermería, ambos se giraron a verme y sonrieron.

-Hola Dani…- saludaba Jeff cuando Guau le interrumpió con un par de ladridos- hola a ti también Guau- le saludó, y el cachorro se tumbó en un lado de la sala, mientras Clint reía por el momento.

-¿Qué necesitas, te has hecho alguna herida?- me preguntó Clint, dejando unas cosas sobre la mesa que tenía al lado.

-No, de hecho me toca hacer una prueba con vosotros- dije, me miraron y después Jeff pareció recordar algo.

-¡Es cierto!, me lo dijo ayer Alby, pero se me olvidó perdona

-No te preocupes- dije, restándole importancia- bueno y qué tengo que hacer- pregunté, dirigiendo mi mirada a todas partes.

-Pues… básicamente puedes ayudarnos a colocar algunas cosas, hasta que llegue alguien con una herida o algo- me explicaron entre los dos, a lo que asentí y empecé a ayudarles.

Pasamos así casi toda la mañana, menos algunas veces que venían, constructores y carniceros sobre todo, con algún corte o algo por ese estilo. Cuando eso pasaba, Jeff o Clint me decían lo que tenía que utilizar, y hacer, y les curaba. En las dos primeras veces me ayudaron, y después ya pude hacerlo sola, porque me era sencillo y porque según ellos se me daba bastante bien.

-¿Quién es el guardián de los docs?- pregunté colocando cosas en las estanterías, sabía quién era el guardián de cada trabajo que había en el claro, pero nunca me habían dicho quién lo era de los docs.

-No tenemos- me respondieron simples y al mismo tiempo.

-¿En serio?

-Sí, aún no hemos nombrado a nadie guardián de los docs- me explicó Jeff, luego seguimos hablando un rato, ya que no vino nadie más a la enfermería, y me marché un par de horas antes de comer.

Cuando salí, vi a Minho sentado en el suelo, con la espalda y la cabeza recostadas en la pared, y dormido. No pude evitar reirme internamente por su postura al dormir en el suelo, iba a despertarle tranquila, cuando recordé lo de esta mañana, y decidí vengarme, así que sin despertarle me agaché a su altura y me acerqué un poco a su oído, para después gritarle.
-¡MINHO DESPIERTA!- grité, derpertándole, y provocando que diera un pequeño salto, en seguida, empecé a reír a carcajadas por su reacción y él giró a mirarme muy mal, mientras yo seguía riendo.

-Desde luego… eres un amor de persona… despertando a la gente- dijo con sarcasmo, mientras se levantaba y se quejaba de dolor por dormir en el suelo.

-Mira quién fue a hablar- le dije con evidente ironía, haciendo referencia a lo de esta mañana, y minho lo entendió enseguida.

-En mi defensa, te diré, que ambos estábais despiertos esta mañana, y que es más divertido molestaros yo a vosotros, que tú a mi- respondió minho, y antes de que responderle, empezó a caminar, dejándome con las palabras en la boca.

-¿Qué tal te ha ido con los docs?- me preguntó mientras caminábamos.

-Bastante bien la verdad- respondí, sin demasiado ánimo, y al parecer Minho lo notó.

-¿Estás bien Dani?- me preguntó, dejando de caminar a lo que yo también paré.

-Sí, solo que últimamente tengo varias cosas en la cabeza y…

-A ver, canija, cuéntame qué te pasa- me interrumpió, dudé un poco sobre si contarle o no pero al final decidí que sí.

-Estoy teniendo unos sueños raros, y creo… creo que podrían ser recuerdos de… de mi pasado antes del laberinto, y no entiendo que significan o porqué vuelven de repente- le expliqué con nervios, minho me miró con pena para después darme un abrazo, se sentía bien no era raro ni incómodo, más bien era como si me abrazara un hermano, se sentía así.

Just run and loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora