Danielle llega al claro al final del primer año, a pesar de que nadie recuerda nada. A ella le empezarán a llegar recuerdos que tendrá que entender para escapar del laberinto, más problemas podrán surgir le durante su vida en el claro. Incluso podrá...
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Narrador omnisciente:
Ahora que había amanecido, todos los clarianos esperaban pacientemente frente a las puertas del laberinto, las cuales tardarían poco en abrirse.
Varios chicos se habían ido a dormir, cuando cayó la noche, aunque hubo tres que no se movieron de su lugar, desde que se cerraron la tarde anterior, Chuck, Maise y Newt, permanecían allí, desde que Thomas entró al laberinto, y dejaron de ver a sus amigos.
Cuando las puertas se abrieron, muchos se decepcionaron al no verlos allí, algunos incluso se dieron la vuelta, empezando a marcharse.
-Te lo dije Chuck, no volverán- recordó el rubio, triste y decepcionado, dándose la vuelta, para irse.
-Lo sabía- murmuró la niña, llamando la atención del de rizos, quien dirigió su mirada al laberinto.
-¡SÍ!- gritó el niño, al ver a los cuatro desaparecidos volver hacia el claro, provocando que el resto de clarianos se acercara a ayudarlos.
Thomas y Minho, cayeron al suelo rendidos y agotados, por cargar con Alby, mientras que la castaña, salió del laberinto tambaleándose mareada por la herida, cayó de rodillas en la hierba del claro.
-Creía que no volverías- le susurró su prima en el oído, abrazándola.
-Te hice una promesa, verdad- respondió de igual manera la chica, abrazándola aún más fuerte.
-Te quiero prima.
-Te quiero mi niña- nadie estaba atento de lo que decían ellas, todos estaban ocupados escuchando a los otros dos y tratando de ayudar a Alby, todos excepto un rubio, al que en ese momento solo le importaba hablar con Danielle.
-Creo que alguien quiere hablar contigo- habló Maise, separándose de su prima, para que ésta se levantase y fuera hacia el rubio, quien inmediatamente la envolvió en sus brazos.
-Pensé que te había perdido para siempre, princesa- pronunció.
-No lo digas por favor, creí que no saldría nunca de allí, y que no volvería a verte- interrumpió, abrazándolo con fuerza, cuando sintió una punzada en el abdomen.
-¿Qué te pasa?- preguntó, cuando la ojiazul soltó un quejido.
-Ha sido una noche complicada, y debería ir a la enfermería, a curarme, y ver si alguno de los chicos está libre, para coserme esto- respondió, señalando su herida- no te recomiendo pasar por la enfermería en un rato, no será agradable de escuchar- dijo, empezando a caminar.
Thomas al ver que la chica se movía, se acercó a ella, pasando el brazo de Danielle por sus hombros, ayudándola a llegar a la enfermería, junto a un Alby inconsciente y a los otros dos mediqueros.
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Newt esperaba de pie, junto a la puerta de la enfermería, deseaba entrar, y acompañar a la chica, mientras le curaban sus heridas, llevaba ahí, desde que se despidieron, definitivamente la peor parte, fue escuchar los gritos, mientras le cosían el corte en el abdomen.
-Hola Newt- saludaron Clint y Jeff, saliendo por la puerta.
-Eh… hola chicos, esto yo…- comenzó, sin tener claro qué decir.
-Deberías entrar, a Dani le alegrará verte, y será mejor que no se quede sola- recomendó Jeff.
-Gracias, creo que voy a seguir vuestro consejo- admitió, abriendo la puerta dudoso-, adiós- se despidió, acto seguido los chicos se marcharon y él entró en la cabaña de la enfermería.
Danielle estaba limpiándose algunas heridas, y terminando de cambiarse, con la ropa que le habían traído de su cabaña, cuando escuchó la puerta abrirse, lo cual le extrañó, ya que allí sólo se encontraban ella y el líder del claro, éste último estaba inconsciente, por lo que solo contaba ella como presente en la habitación.
-¿Dani?- llamó el rubio.
-Estoy aquí- respondió tranquila, mientras se curaba un pequeño corte en el antebrazo.
-¿Te ayudo con eso?- preguntó, acercándose a ella.
-No hace falta, tranquilo, estoy acostumbrada a curar este tipo de cosas- respondió-, puedes sentarte, si quieres eh- dijo, señalando un hueco libre junto a ella en la cama, en la que estaba sentada.
-Gracias- se sentó a su lado-, sabes, Maise, Chuck y Guau se quedaron frente al laberinto toda la noche- informó.
-No ne quiero imaginar lo mal que lo han debido de pasar, aunque Clint me ha contado que tú tampoco te moviste de allí- hizo saber.
-Y-yo esto, sí bueno, es que e-estaba preocupado y, y alguien tenía q-que quedarse con ellos- respondió nervioso-, no te rías- le dijo a la castaña.
-Perdón, pero es que eres lindo cuando te pones nervioso- rió la chica.
-No estoy nervioso- dijo con un leve sonrojo, acercándose un poco a Danielle.
-Haré como que te creo- interrumpió-, es curioso, anoche, de verdad pensé que moriría y ahora estoy aquí hablando contigo, eso hace que de cuenta, de que en un momento podemos estar a punto de morir, y al otro estar hablando tranquilos, como si nada pasara- opinó.
-Sí tienes razón, de hecho, anoche, al pensar que no te volvería a ver, me dí cuenta de que hay algo que llevo casi tres años queriendo hacer y ya no podría- habló, acercándose un poco más a la chica, y retirándole un mechón de la cara.
-Y… ¿qué era?- preguntó, acercándose ella también, con su mirada puesta en los ojos del rubio.
Newt suspiró, dudando un poco de lo que iba a hacer, nada le aseguraba que aquello fuera a salir bien, pero quien no arriesga no gana, ¿cierto?
-Esto- murmuró, sin previo aviso, ni pensarlo dos veces, sabiendo que si lo pensaba se arrepentiría.
Sujetó la mejilla de la chica, delicadamente, y antes de que ella pudiera hablar, se acercó a ella, para besarla, juntando sus labios en un tierno y dulce beso.
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Se han tomado su tiempo, pero al menos porfin ha pasado eh (finjamos q no soy quien a impedido que se besen antes).
No me gusta mucho como ha quedado el capítulo, intentaré que el siguiente esté mejor, perdón.
