Danielle llega al claro al final del primer año, a pesar de que nadie recuerda nada. A ella le empezarán a llegar recuerdos que tendrá que entender para escapar del laberinto, más problemas podrán surgir le durante su vida en el claro. Incluso podrá...
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(Narra Dani)
Agarré la mano de Maise, y nos marchamos en dirección a mi cabaña, pasando por al lado de Newt y Alby. Íbamos caminando, en silencio, no sabía exactamente qué decir, a ver, qué le dices a una prima que reaparece y de la cual no recordabas absolutamente nada, hasta hace unos minutos.
-Dani- me llamó Maise, y ambas nos detuvimos- podemos hablar un momento- preguntó.
-Sí, claro, pero antes me gustaría hacerte una pregunta- le pedí, agachándome a su altura, asintió- ¿cómo es posible que me recuerdes?- me miró extrañada-, a ver, entiéndeme es genial, pero normalmente lo único que recordamos es nuestro nombre- le expliqué.
-No lo sé, pero cuando desperté, todo lo que podía recordar sobre mi, era mi nombre, a ti y algunas cosas borrosas sobre otro chico- respondió, jugando con sus manos.
-Bueno, no te preocupes, lo bueno es que volvemos a estar juntas y que a partir de ahora yo cuidaré de ti, ¿de acuerdo?- le dije, acariciando su corto pelo rubio, después de eso, volvimos a caminar hasta que llegamos a mi cabaña.
Entramos, y Guau se nos acercó moviendo la cola emocionado, empezó a olfatear a Maise, ya que no la conocía, pero en cuanto mi prima le acarició la cabeza, Guau se pegó a ella como una lapa.
-Hola perrito- le saludó Maise riendo- ¿cómo se llama?- me preguntó.
-Se llama Guau- me miró con una mueca extrañada- no me mires así, ya le habían puesto ese nombre cuando llegué- le dije, ella comenzó a reír, y después se sentó, en mi cama, con Guau tumbado a su lado.
Iba a sentarme junto a ellos, cuando alguien llamó a la puerta, me dirigí a esta de mala gana y cuando la abrí, me encontré con Minho y Newt, este último traía un baúl entre sus manos.
-¿Qué hacéis vosotros aquí?- pregunté, con una mano apoyada en la puerta y otra en mi cintura, antes de que pudiese decir algo más, Minho entró a mi cabaña- Sí, entra siéntete como en tu casa- exclamé con sarcasmo.
-¿Puedo entrar?- preguntó Newt, aún en la puerta.
-Ah... sí, claro, pasa- le respondí.
-Gracias princesa- murmuró entrando, y apoyando el baúl en el suelo, contra la pared, me acerqué a él y abrimos el baúl.
-Me puedes explicar qué está pasando- pregunté, señalando todo a mi alrededor, Newt me miró con una sonrisa ladina, y comenzó a sacar cosas del baúl.
-Básicamente, tenía que traer el baúl con las cosas de Maise, y al parecer Minho, tenía ganas de conocer a la mini verducha- explicó, y le di un leve codazo en el hombro, me miró confundido y le hice una mueca para que entendiera a lo que me refería- perdón, a Maise- sonreí, y al girar ambos, vimos a Minho sentado en mi cama junto a mi prima y a Guau, mientras hablaban.
-Hola pequeñaja, tengo que felicitarte, no llevas ni un día aquí, y ya tienes a todo el claro revolucionado- le dijo el asiático, extendiéndole su mano a la niña, quien le devolvió el saludo, con una adorable sonrisa.
