(Narrador)
*Una semana después*
-Sigo pensando que deberías decírselo, rubio- insistió, la pequeña, a su amigo, quien seguía trabajando en los jardines.
-No es tan sencillo, Maise, bonita- respondió, el rubio, arrancando unos hierbajos- hay ciertas cosas, que aún no entiendes, porque eres muy pequeña.
-¡Hey!, tengo ocho años, y entiendo lo que está pasando entre vosotros- se defendió, la niña, con el ceño exageradamente fruncido.
-No me refiero a eso, peque, sé que eres una niña muy lista, y que entiendes bien las cosas, lo que quiero decir, es que es más complicado de lo que parece, no es como si pudiera llegar allí, delante de tu prima, y soltar le todo lo que siento por ella- le explicó a la niña, quien lo observaba, sentada en un tronco.
-Sinceramente, eso es justo lo que deberías hacer- dijo, levantándose, y acercándose al rubio-, seguro que Minho opina igual que yo, en cuanto llegue le preguntamos- propuso ella.
-Eso no es justo, Minho siempre te da la razón.
-Porque siempre la tengo- aseguró la niña.
-Cuanta humildad- rió el rubio-, anda, ven a ayudarme- pidió a la niña, quien se agachó para ayudar al chico, mientras le seguía insistiendo en que debía declararse a la chica.
Siguieron así por unos minutos, hasta que escucharon la voz de alguien a quien ambos conocían, y que se dirigía a donde ellos estaban.
-¿¡Dónde está mi pequeñaja favorita!?- exclamó el asiático, acercándose a ambos.
-¡Minho!- gritó la niña, corriendo hacia él, el asiático, cargó a la niña en brazos, con ella agarrada a su cuello, y rodeándolo con las piernas, para sujetarse mejor.
-Hola Maise, ¿qué pasa eh, algo nuevo para contar?- preguntó el chico.
-De hecho, sí, ¿crees que Newt, debería declararse a Danielle?- cuestionó la pequeña rubia.
-Por supuesto- aseguró- es más, vuestra tensión sexual ha crecido más en esta última semana, casi se puede cortar con un cuchillo- explicó el asiático, en dirección a su amigo.
-¡Minho!- lo regañó el rubio- a parte, no estoy seguro de que ella sienta lo mismo- la niña rodó los ojos, cansada, ante las palabras del rubio.
-Me desesperan- le dijo al asiático.-Te comprendo, enana- respondió él-, ¿quieres que vayamos a robarle comida a Fritanga?- preguntó, y la niña asintió entusiasmada- genial, venga vamos.
-¿Por qué no vas sin Maise?- interrogó, el rubio, siguiéndolos.
-Porque si voy sólo, me dice que no, y que me espere a la hora de comer, en cambio, si voy con la niña, si nos da comida- explicó el asiático.
Lo que ninguno de ellos tres sabía, era que esta misma conversación la estaba teniendo la chica, con el líder del claro, mientras entrenaban.
-Entonces… ¿Qué vas a hacer?- preguntó el líder, esquivando un golpe de la castaña-, ¿vas a decírselo?
-No estoy segura… Newt ha estado raro estos días- explicó ella, tratando de golpear al líder.
-Cúbrete la cara cuando pelees- aconsejó-... ¿raro en qué sentido?- preguntó.
-No lo sé, simplemente está raro, me lo dice mi intuición femenina- respondió la castaña.
-Pues tu “intuición femenina”... podría decirte, que hables con Newt- recomendó, cubriéndose la cara- quiero decir, todos los clarianos ya se han dado cuenta de lo que hay entre vosotros, hasta los laceradores lo han notado- bromeó-, todos, excepto tú y ese pingajo- le dijo el líder.
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Just run and love
FanfictionDanielle llega al claro al final del primer año, a pesar de que nadie recuerda nada. A ella le empezarán a llegar recuerdos que tendrá que entender para escapar del laberinto, más problemas podrán surgir le durante su vida en el claro. Incluso podrá...