24. El laberinto (parte 1)

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Danielle:

Desperté, al sentir unos pequeños rayos de sol en mi cara, y alguien llamando a mi puerta.

Me acerqué a la puerta, después de despertarme por completo, al abrirla, me encontré con Minho.

-Vístete rápido, en cinco minutos salimos- ordenó entrando a la cabaña, sentándose en mi cama.

-Pensaba que eras Newt- dije, agarrando mi ropa del armario.

-No, él está ocupado discutiendo con Alby, aún cree que tiene opción de convencerle, para que no salgas- explicó, rodé los ojos, antes de entrar al baño para cambiarme.

Unos minutos después, salí ya cambiada, cuando encontré a Maise hablando con Minho.

-No es cierto que te vas al laberinto, por favor prima no te vayas- pidió Maise, acercándose a mí y abrazándome fuerte.

-Chino ahora te veo en las puertas, ve yendo sí- espeté, el asiático asintió, para después salir de la cabaña.

-Por favor Danielle, lo prometiste, prometiste que no me dejarías sola, y que estaríamos juntas- protestó mi prima, sin soltarme.

-Maise, hey escúchame, no voy a romper mi promesa vale, todo irá bien, sólo daremos unas vueltas en el laberinto, y para antes de cenar estaré aquí- aseguré, agachada para estar a su altura-, te hice una promesa mi niña, por y para siempre, ¿lo recuerdas?- recordé, Maise asintió sorbiendo su nariz.

-Por y para siempre- dijo abrazándome- te veré a la vuelta- susurró en mi oído.

Después de que mi prima volviese a dormir, me marché a las puertas, donde encontré a Minho, Newt, y Alby, quienes hablaban tranquilamente, esperando a que las puertas del laberinto se abrieran, supuse.

-Toma esto canija- llamó Minho, pasándome un tipo de cinturón, con armas enganchadas por todas partes-, tus favoritos, cuchillos y navajas- bromeó.

-Cuídate mucho ¿vale?, y si ves o escuchas algo raro lo que sea, empieza a correr, no pares hasta que estés en el claro- pidió Newt, abrazándome fuerte, mientras escondía su rostro en el hueco entre mi cuello y hombro.

-Estaré bien, no te preocupes rubio- respondí, abrazándolo-, además, tú mejor que nadie sabes que tengo buena puntería- reí, contagiándole mi risa.

Cuando nos separamos, escuchamos las puertas abrirse, le dí una última sonrisa que fue correspondida, antes de salir corriendo hacia el laberinto, junto al líder y el corredor, sentía un presentimiento sobre que algo no acabaría bien, pero seguro solo era mi imaginación.

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Narrador omnisciente:

-¿Por qué Danielle y Alby entrarían al laberinto?, ellos no son corredores- interrogó, sentado en el tronco.

-Todo es distinto ahora, oye, ¿vas a ayudar?- respondió Newt, cansado de las preguntas del novato-, ¿y por qué la llamas así, solo Maise la llama por su nombre completo?- replicó, llamando la atención de la niña.

-Ya pero...- antes de seguir hablando, Thomas fue interrumpido por el rubio.

-¡Alby sabe lo que hace!, las cosas son como te las han contado, cada mes sube un verducho en la caja, pero alguien tuvo que llegar primero verdad, alguien tuvo que pasar un mes entero aquí solo, bien pues ese fue Alby, al principio todo fue confuso, pero cuando fueron llegando uno tras otro, entendió que lo importante era que nos teníamos unos a otros- explicó.

Thomas no dijo nada más, se levantó agarrando su machete, comenzando a trabajar, golpeando un tronco, junto al rubio, y al guardián de los jardineros, Zart.

Just run and loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora