10. La verdad no es como la pintan♡

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Enzo Rizzo:

Salgo de la habitación de Samara, sigo pensando en su comportamiento extraño desde que entré, es como si estuviera ocultando algo mejor dicho a alguien.

"No será..."

No, es imposible que ella trajiera algún chico a la casa de sus padres es su regla más importante y nunca la rompería, además es en lo único que me siento privilegiado, ya que en lo demás soy uno más y lo tengo muy en claro... o eso es lo que quiero creer.

Es inevitable no sentir algo de celos por esos otros chicos que tocan su cuerpo que disfrutan lo que podría ser solo mío.

Aprieto mis manos a mis costados y trato de controlarme.

"Vamos Rizzo, no tienes que ponerte así por ella, solo tienen sexo y punto."

Aunque no mentiré me gustaría que fuera mucho más que eso, desde que tuvimos nuestros primeros encuentros he tenido ganas de que solo sea para mi, aunque sea imposible por su familia principalmente su padre quien es mi jefe.

"Me mataría si se entera que me follo a su hija."

―¿Averiguastes quien entro?― Me llama otro guardia.

―No.― Respondo cortante saliendo de mis pensamientos.

―Bueno vimos a alguien salir en las cámaras de seguridad.― Me informa y lo volteó a ver.

―A ver muéstrame.―Le digo y me hace señas con la cabeza que lo siga.

Nos encaminamos hasta la sala de controles, donde se encuentran instaladas las pantallas donde podemos observar quien entra y sale de la mansión.

Empezamos a revisar los vídeos de seguridad minuto a minuto hasta que encontramos el momento exacto donde un chico de vestimenta sencilla y el cabello algo desordenado sale a toda prisa de la mansión, al principio no se pudo identificar su rostro y tampoco alguna característica específica así que tuvimos que repetir el video varias veces intentando encontrar el cuadro exacto en dónde su rostro se enfoque, finalmente logramos ver su rostro, realmente no tenía idea de quien era ya que nunca lo habia visto en mi vida, pero por sus fachas no dudaba que hubiera podido ser un ladrón, sin embargo esa idea quedo descartada ya que no faltaba nada en la casa y aparte el tipo no era tan tonto para dejarse ver a plena luz del dia, entonces,
¿Quien carajos podría ser?

―Tenemos que investigar quien es ese tipo.― Le digo al guardia que me acompaño.

―Si, ¿pero que pretendía hacer al entrar a la casa del Signore?

―No lo sé, pero si logramos saber algo de él tenemos que darle una lección.

Él asiente y yo me retiro no sin antes pedirles que me tenga la información lo más tardar hoy mismo.

Ver ese chico me dejo un sabor a hiel, es como un presentimiento lo que no sé es si es bueno o malo.

Salgo de mis pensamientos lo que menos quiero es estar pensando en una persona que posiblemente no tenga gran relevancia.

Voy por los pasillos cuando la veo a ella, esta apoyada del barandal de las escaleras tecleando en su celular.

Me acercó sigilosamente por detrás, le dejo un casto beso en el cuello disfrutando de su aroma.

"Maldita sea es definitiva ella es mi perdición."

―¿Qué haces amore mio?― Le preguntó acariciando su hermoso cuerpo.

Amantes en Italia (Trilogía Italiana #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora