Aleksandr Tarásov:
Voy silbando mientras voy hacia la cocina a prepararme algo de comer y para ponerme a estudiar.
Llego y voy directo hasta el refrigerador saco lo necesario para preparme unos waffles.
Estoy incorporado todos los ingredientes a un tazón mientras canto con alegría.
―Al parecer a alguien le fue muy bien en el primer día de clases.― Pego un pequeño salto haciendo que alguna parte de la mezcla caiga al piso.
Odio que los miembros de esta familia tengan la tendencia de aparecer sin hacer ningún tipo de ruido.
―¡Mamá! Ahora comeré poco.― Hago un puchero mientras vierto un poco de la mezcla que sobró a la waflera.
―Lo siento, es que me sorprendió que tuvieras tan animado luego de no querer mudarte a Italia.― Toma un poco de los ingredientes y los agrega a otro tazón.- ¿Que tal la universidad?
―Pues me encantó, me encontré con Sami, la hija de los Santoro, ella me enseñó cada parte del edificio junto con sus amigos, por cierto su mejor amigo está demasiado guapo y...― Me detengo al darme cuenta que estoy hablando de más.
"Ahí esta mi peor defecto."
Muchas veces mi boca tiene vida propia que termina soltando información que nadie tiene que saber.
―¿Y?― Mi mamá me da una mirada coqueta.― ¿Te gusta?
Saco los waffles poniéndolos en un plato y suspiro.
―Pues me parece atractivo, pero...pues dice ser hetero pero mi intuición de gay3000, me avisa lo contrario aunque siempre me he equivocado...
Algo que no es para nada mentira, siempre que me a gustado un chico termina siendo hetero cosa que me a ido desilusionado cada vez más me deja y sin ganas de conocer a alguien más con el medio que se repita la misma historia.
Aunque pensándolo bien es lo que exactamente me está volviendo a pasar.
"Alek, eres un desastre."
―Pues mi consejo seria que observes su comportamiento así podrías deducirlo más a fondo, capaz aún no a descubierto su orientación.― Ahora ella vierte su mezcla en la waflera.
―Eso no sería ser acosador.―La miro incrédulo.
―Pueda ser que si, pero si yo no hubiera aplicado eso en este momento no estuviera casada con tu padre y tú no...
―Hibiera nacido y así no tuviera este dilema con un chico que posiblemente solo le gusten las chicas. ¿Nunca pensastes en quedarte soltera y tener un gato como hijo?― Me da una mala mirada y trato de cambiar el tema.
―Oye, ¿como que acosastes a mi padre antes de enamorarlo?― Saca los waffles listos y los pone en mi plato.
"Maténme esto será más largo que mis decepciones amorosas."
―¡No lo acose solo lo fui conociendo sin que él se diera cuenta!―Sé sonroja al darse cuenta que tengo razón igual se prepara para contarme su historia.
―Pues cuando lo conocí daba el aura de ser un hombre demasiado frío y sin sentimientos, además que era alcohólico, yo en ese entonces era camarera de un bar y él llegaba cada noche a tomar una botella entera de cualquier trago disponible aunque su favorito siempre era el ron, desde el primer momento que lo vi me pareció un hombre demasiado atractivo solo estaba algo descuidado, pero eso no impedía que muchas mujeres no le coquetearan, pero él a cada una de ellas rechazaban como si fueran las culpables de su pena, por esa razón no intentaba hacer lo mismo aunque dentro de mi sentía que era un hombre diferente a lo que presentaba, así que me encargue de estudiarlo, de ver cada una de sus cualidades por eso cada vez que llegaba al bar trataba de conversar con él, los primeros días fue difícil entablar una conversación pero poco a poco me fui ganado su confianza y amistad hasta convertirme en su esposa.
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Amantes en Italia (Trilogía Italiana #2)
Teen FictionSamara Santoro es hija de uno de los mafiosos más temibles de Italia, eso a conllevado que no tenga una vida normal como ella lo desea, sino una bajo normas y reglas (que no a seguido claro está). Su rebeldía la lleva a conocer a August D'mali un pi...