16. Ragazza complicata ♡

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August D'mali:

La alarma de mi celular suena así que con pesadez aún en mi cuerpo lo tomo para detenerla, observo la hora más sin embargo no le pongo atención, al contrario me acomodó de nuevo para dormir otros minutos más.

La verdad no se a quien se le ocurrió hacer una fiesta entre horario universitario. A cierto ya me acordé a los Santoro.

Pero no me puedo quejar mucho porque al final valió la pena asistir después de la confesión que me hizo Samara, si tenía celos por mi supuesta relación con Isabella.

Isabella.

Me paso mis manos por la cara al solo pensar como haré para terminar con ella sin que sea algo complicado y todo se salga de control.

"Eres un idiota August D'mali."

Me levanto de la cama, voy directo al baño para darme una ducha y pensar en algún plan que me pueda ayudar a no morir en el intento de dejarla.

Me meto y abro la ducha sintiendo de inmediato el agua caer sobre mí.

Inclinó mi cuerpo sobre la pared de cerámica al sentir cada vez mis músculos más relajados gracias a la misma.

Cierro mis ojos y al instante se me viene la imagen de Samara cuando me quería besar, como sus labios estaban a pocos centímetros de los míos, si tan solo no hubiera estado ebria, sin duda alguna la hubiera besado sin pensarlo demasiado.

Luego de unos minutos salgo de la ducha colocandome una toalla en mi cintura, busco la ropa que usaré hoy, opto por un pantalón vaquero color negro, una camisa de botones del mismo color y zapatos blancos.

Al vestirme salgo de mi habitación, por suerte mi madre esta dormida ya que le toco guardia el día de ayer y mi hermana esta pasando unos días donde nuestra abuela.

Paz y tranquilidad.

Tomo una tostada de la lacena le unto mermelada y la engullo con rapidez, abro la nevera y tomo directo del cartón jugo de naranja.

―August, ¿¡que son esos modales!?― Comienzo a toser al casi ahogarme con el jugo por escuchar la voz de mi madre.

―¡Casi muero por tu culpa mujer!― Guardo el jugo y trago fuerte para tratar de controlar la tos.

Ella hace un ademán con las manos restandole importancia, se acerca bostezando, sirve un poco de café y toma un sorbo.

―Pensé que dormirias todo el día.― Le digo comiendo el último pedazo de tostada.

―Eso mismo pensé, pero me llamó mi madre que fuera a traer a Antonella porque ella tendrá que hacer un viaje inesperado hasta otra ciudad.― Me explica y asiento.

―Entiendo.― Le digo sin más.

Ella asiente agarrando la taza de café y encaminandose hasta la salida de la cocina.

No sé si después me arrepentiré de lo que haré pero al parecer estoy muy desesperado por saber como hacer para terminar "mi relación impulsiva."

―Mamá― La llamo y ella gira observándome.

—Tengo un problema... Con una chica —continuó—o bueno, son dos chicas

—Prosigué.

—Una de ellas me gusta demasiado, Pero por mis tontas decisiones termine siendo novio de la otra y la verdad no quiero lastimarla pero tampoco quiero estar con ella.

―Pues habla con la chica con la que estás saliendo, pero hazlo en un lugar apartado, invitala al parque y conversan tranquilos, dile que todo fue una confusión.― Me aconseja.

Amantes en Italia (Trilogía Italiana #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora