17. Deliciosamente Prohibido ♡

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Samara Santoro:

Observamos como todos los estudiantes abandonan poco a poco el comedor estudiantil, August me voltea a ver con cara de inocencia y yo le doy una mala mirada.

"Todo esto es su culpa."

Al quedar completamente solo el lugar, el director se pone enfrente de nosotros con algunas cosas de limpieza y nos las extiende.

―Dejen todo reluciente.― Nos ordena y tomo mis cosas de mala gana retirandome de ahí.

Comienzo a limpiar las mesas con cara de asco.

Al los pocos minutos escucho pasos acercándose, asumo que es August asi que decido ignorarlo y fingir que él no existe no obstante él se pone enfrente mio y apoya sus manos sobre la mesa mirándome.

—Quien lo diría, juntarme con la chica de mala fama me traería problemas.

—Yo nunca te pedí que entraras en mi vida, era incluso mejor sin ti.

Es evidente en su rostro que aquellas palabras le dolieron, y admito que me sentí mal por él sin embargo recordé lo idiota que era por tratar de conquistarme aún teniendo novia.

—¿Mejor? —Soltó una risa burlona—, yo llegué para darle diversión a tu vida.

—No lo creo, eres igual que los otros idiotas que me he follado.

La realidad es que no era igual, había algo en August que lo hacía ser diferente a todos esos pubertos hormonales que conocía en las fiestas y me acostaba con ellos por caer demasiado fácil a mis encantos, con August no he llegado a tal punto y no sé como mierda sacarmelo de mi cabeza, pero no podía admitirlo frente a él ya que no podía elevar su ego.

―No creo que sea igual a ellos, porque en primer lugar no hemos follado y no me interesa hacerlo.

Auch, trató de fingir que sus palabras no me dieron en mi ego, así que trata de ignorarlo de nuevo, tomando la escoba para barrer el lugar.

―¿Te dolió acaso?.― Me observa con su misma estúpida sonrisa.

―Ya quisieras.―Bufo

Se acerca a mí poniéndose enfrente.

―Admitelo.

―Ponte a limpiar también no me dejes todo el trabajo a mi, recuerda que todo eso tú lo provocastes.― Le cambió de tema para poder tener mi dignidad intacta.

―Pero esto también es tu culpa por no dejar que te ayudara con tu comida e ignorarme cuando te estaba hablando.― Volteó los ojos con fastidio.

"Parece la explicación barata de un niño necesitado de atención."

―En primer lugar no era necesario que me ayudarás y en segundo lugar no teníamos nada de que hablar tu tienes tu novia y tienes que respetarla.

―Ya te dije lo de Isabella y yo, solo fue por los celos que tenia hacia ti con ese chico nuevo.― Suspiró sin decir nada.

Trato de creerle pero al ver la escena de hoy en el pasillo, me cuesta se miraban demasiado juntos hasta.... se besaron.

―¿Dime que tengo que hacer para que me creas pulga?.― Sé acerca a mi dejándome tiesa por la cercanía en la que estamos.

Detallo muy bien su rostro, quedo embobada viendo sus hermosos ojos, luego bajo y veo sus labios notó como él hace lo mismo pero acercándose poco a poco hacia mi.

Estoy apuntó de cerrar mis ojos cuando pienso en esa chica, en su novia.

Como odio esto.

Amantes en Italia (Trilogía Italiana #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora