Capítulo 18: El fin de la caza.

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Domingo, 11 de Marzo de 2012.


—Ha pasado tanto tiempo desde que no nos habíamos visto, Katerina. —el anciano saboreó el nombre, y se quedó mirando con esos crueles, y burlones ojos, al ser que se encontraba en la red. La mujer vampiro, no hacía más que mirarlo de vuelta, agresiva.

De pronto, Madame Fame le dio una mirada espeluznante, abriendo enorme sus ojos rojos, y enseñándole los dientes como un tigre salvaje, tan afilados como los de un tiburón.

—Oh, ya veo que te has vuelto completamente un animal. Seguro te afectó la cabeza el tener a tantos animales extraños que vendes en tu tienda, ¿no? —ronroneó Elías—. Pero por fin todo acabó. Luego de tantos años, por fin acabó esto. Y tendrás tu merecido por haber matado a mi esposa. ¿Todavía te acuerdas de su cara? ¿Todavía te acuerdas de cuando te pidió piedad? Oh, seguro que no lo recuerdas, monstruo. —Elías le lanzó una brusca patada, y golpeó a Madame Fame en la cara. Esta cayó en el suelo, y escupió sangre—. ¡Ella estaba embarazada! ¡Ibamos a tener otro hijo cuando yo llegué, y te encontré chupándole la sangre...!

De repente, el hombre dentro de una ira cólerica, se abalanzó sobre Fame, y la comenzó a golpear y a patear, reiteradas veces. La mujer trató de esquivarlo, pero estaba atrapada como en la red de una añara, y solo ahogó gritos de dolor mientras Elías la golpeaba.

Cada golpe le arrancaba un grito profundo y gutural. Y Ella se se tapó la cara con los brazos, intentando cubrirse de los golpes. Pero fueron tantos, que flanqueó, y en ese instante Elías la agarró violentamente por sus cabellos blancos, y con ese brillo de maldad en su cara, le dio un puñetazo en la cara, que la tumbó en el suelo, cubierta de sangre, y moreteada. El anciano se incorporó jadeando, y le escupió en la cara, diciéndole con odio:

—Te voy a matar perra..., pero lo voy a disfrutar.

—Yo no lo sabía... —de pronto Madame Fame dejó escapar de su labios, temblorosamente—. Yo no sabía que estaba embarazada... Solo quería alimentarme...

—¡Y mataste a mí mujer! —Elías la golpeó en el estómago, y Fame se estremeció, chillando—. ¡Ella esperaba un hijo mío! ¡Eres un maldito monstruo! —la pateó más fuerte, y entonces sorpresivamente, pasó algo tan espeluznante cuando Madame Fame se rompió, y comenzó a llorar desconsoladamente frente a todos cuando soltó:

—¡Lo siento tanto...! ¡Yo jamás le hubiera hecho nada a tu mujer sabiendo que estaba esperando un niño! ¡Yo no puedo matar a los niños! ¡Lo he hecho, pero no he tenido elección! ¡Tengo que hacer todo lo que se me ordene o lo perderé todo...! —sus palabras sorprendieron a todos, incluso al mismo Elías. La mujer vampiro estaba mostrando finalmente su lado más humano. Fame se quedó en el suelo hecha un ovillo mientras abrazaba al cadáver de Eddy, y lloraba como nunca antes—. Ustedes no lo entenderían. Ustedes jamás entenderían por todo lo que he pasado, y todo lo que he tenido que hacer porque le tenía miedo a la muerte. Tengo tantos años que ni se imaginan, y en mis tiempos la cazaría de vampiros era peor que esta. Vi como mis cólegas caían, caían uno tras otro. Yo no quería ser la siguiente... Por eso todo cambió cuando conocí a ese hombre, y él me dio lo que más quería. Pero ahora estoy atrapada para siempre en un contrato con él. —cada vez más su voz se rompía—. Ya no quisiera darle maldiciones a nadie mediante esos animales. Solo quisiera estar en paz con mis niños..., pero le sirvo a él y solo él.

—¿De qué mierda estás hablando, perra? —Blake interfirió, y sin dejarla continuar con sus palabras, le dio una patada en el estómago. Madame Fame chilló, y se quedó ahí tumbada, llorando—. Mírate ahora, eres tan patética que me das lástima. Y te odio tanto por haberme quitado a mi madre, y aun más, por haberme quitado a mi novia.

La tienda de animales extraños de Madame FameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora